Magia, sentimiento, delicadeza, naturalidad, experimentación y contrastes, todo en el sublime regreso triunfal de Porter Robinson y su segundo álbum

Hay artistas que dejan huella en una generación. Por su aportación a la cultura, su savoir-faire o su forma de comunicar, calan hondo en la gente, convirtiéndolos en símbolos de una época musical. Leyendo estas primeras frases, seguro que alguien os vendrá a la cabeza, pero lo que está claro es que el protagonista de hoy ya se ha ganado esa reputación para el resto de los tiempos. Una introducción épica para un regreso épico. Seis años hemos tenido que esperar, pero por fin lo tenemos con nosotros: señoras y señores, he aquí el segundo álbum de Porter Robinson llamado Nurture.

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Si bien habréis podido notar cierta devoción en mi forma de presentar el siguiente lanzamiento, es un hecho que no estoy solo ante la emoción y el hype que lleva detrás este disco. Porter Robinson y suWorldsallá en 2015 captaron la atención del mundo entero, y hablo tanto de público como de artistas, despertando elogios en cualquiera que pronunciaba su nombre. El gran –e inesperado– éxito del LP, hogar de himnos como Sad Machine, Divinity o Goodbye To A World y cuyo live tour fue de lo más solicitado en el mundo de la electrónica, provocó en Porter una presión que, como ha confesado en más de una ocasión, le llevó a entrar en un bloqueo creativo que hasta le tentó a abandonar su carrera. Pero ya con esos miedos superados y con diversos experimentos durante ese tiempo –como Shelter‘ junto a Madeon y su alias Virtual Self–, el artista de Chapel Hill vuelve a deleitarnos con catorce canciones que sacan lo mejor de él.

Desde el primer play y habiendo degustado con antelación los singles, nos damos cuenta que no estamos ante un “Worlds 2.0“. Los elementos orgánicos toman el protagonismo, con delicados pianos y suaves violines, maridados de forma muy natural con algún que otro sintetizador y vocales robóticas, todos ellos dándonos la bienvenida a este nuevo mundo. Y con esa introducción llamada ‘Lifelike‘ saltamos directamente a dos de los anticipos más aclamados del álbum –sino los que más–,Look At The Skyy Get Your Wish, que os adelantamos que forman uno de los momentos más bailables del hilo argumental de este tracklist.

Y cuando con tan solo tres temas parece que llegamos al clímax, Porter nos da un respiro para parar y echar un vistazo desde lo lejos al horizonte de lo que nos queda por recorrer.Wind Temposson seis minutos de dulce transición, simulando un paisaje natural dentro de un mundo virtual, con pequeños glitches que hacen que pese a la preciosidad del paisaje, no nos olvidemos de que todo es artificial. Un sinfín de progresiones y transposiciones que desembocan en una sentida y solitaria melodía de piano. Otra señal que nos advierte del cambio de prioridades que el autor ha hecho a la hora de componer.

Para no apalancarse, llega Musician, otro de los singles al que el productor norteamericano tenía especial cariño por su significado: la historia de un chico que quiere dedicarse a la música, y que esquiva las adversidades de la sociedad ante su decisión a base de pasión y escuchar lo que siente. Y con esta ya son tres las canciones en las que Robinson aporta sus dotes vocales –tuneadas por robóticos efectos, eso sí– y que desvela uno de los valores añadidos más especiales de este ‘Nurture‘: el significado, la naturalidad y la sinceridad que se ha derrochado en la narración y la composición de sus letras, que por sus temáticas personales y sentimentales, podría perfectamente tratarse de un diario musical del propio Porter.

Rompiendo con la línea orgánica que llevaba hasta el momento,do-re-mi-fa-sol-la-ti-do es una dulce melodía en bucle que evoluciona dulcemente con un sonido 8-bit de algo parecido a un suave ritmo drum n bass. Una grata sorpresa, si más no, para pasar el ecuador del disco y escucharMother. Como el propio título indica, Porter homenajea a la figura de la mujer que nos da la vida poniendo música a un listado de cumplidos y hazañas que muchas merecen oír más a menudo de lo que lo hacen. Uno de los momentazos del álbum, sin duda.

Volviendo a alardear de sus dotes por el diseño sonoro, nos topamos con dullscythe, un mar agitado de percusiones, instrumentos tanto dulces como amargos, que forman un caos con una inexplicable homogeneidad y que cogen forma en el tramo final, convirtiéndose en un épico muro melódico de sintetizadores encarrilados a ritmo de bombo y caja. Cosas de artistas, supongo, que parecen magia a ojos de sus oyentes.

A continuación, otra demostración de la gran cantidad de horas de piano que hay detrás de estas canciones. Si algo hemos aprendido con la llegada de Sweet Timees que Porter se ha convertido en un gran inventor de melodías, que destacan por la melancólica calidez que irradian cada vez que salen de los altavoces. Una dulzura y sensibilidad curiosamente humana en este universo con tintes virtuales en el que nos sumerge ‘Nurture‘. Además, volvemos a ver como Robinson ejecuta un dueto consigo mismo en su versión vocal más editada, y que nos llevan en volandas hasta el angelical coro final.

Y como nos estábamos poniendo demasiado “tontorrones”, llega ‘Mirror’ para secarnos las posibles lágrimas de emoción que se hubieran derrochado ante tal hermosa melodía. Otro single que ya analizamos en el momento de su lanzamiento, y que nos confirma que el autor ha querido jugar con los contrastes en el hilo del disco para que nadie bajara la guardia durante el transcurso de su reproducción. Y esa teoría la corroboro con la aparición a continuación de Something Comforting, otro de los grandes éxitos del segundo LP del productor nominado al Grammy.

Ahora sí, si pensabais que podíais guardar los pañuelos, estabais totalmente equivocados. Es empezar Blossomy vemos que se trata de una atmósfera totalmente diferente a la de sus predecesores. Una balada triste de guitarra y voces que despierta algo dentro del oyente. Un claro ejemplo de cómo Porter ha madurado –musicalmente hablando– y se ha preocupado más por plasmar un sentimiento de forma fiel que no de impresionar al resto de artistas de electrónicos con extravagantes producciones.

Llegando al tramo final, la única colaboración de todo el disco: Unfoldcon The Enormous Extinct Dinosaurs. Otro single sobre el papel, pero que ha aparecido pocas horas antes del estreno del álbum, así que nos suena igual de fresco que el resto. Y esa frescura se ve también a lo largo del track, con una vibra épica y vasta en los “drops” –si es que se les puede llamar así– que nos deja encogidos cuando desaparecen, dejando una solitaria voz narrando otra sentida letra, y volviendo con una intensidad y una potencia sublimes.

Y aunque no queríamos que llegara, el final del álbum. Trying To Feel Alivees la despedida perfecta, una conclusión a todo este buffet de diferentes y sorprendentes sabores que es ‘Nurture‘, y que nos acompaña de la mano a recorrer los últimos metros de este hermoso planeta que Porter Robinson ha creado… Una vez más.

Como siempre digo, de poco sirve leer en términos musicales, y pese a la específica y extensa descripción que acabáis de leer, éste es un claro ejemplo. A un click os dejamos de deleitaros con Nurture‘, el precioso y anhelado segundo disco del gran Porter Robinson.