Parece que quedan muy atrás aquellos tiempos donde podíamos festejar nuestro amor por la música sin complejos ni restricciones gubernamentales. Tanto, que tenemos que retroceder hasta marzo para hablar del último festival celebrado en este país, el AbroadFest. Como medio oficial, no nos lo quisimos perder, pero sí que es verdad que lo vivimos de una forma atípica, con un confinamiento inminente que iba de boca en boca hasta que se convirtió en una realidad la misma semana siguiente. Desde entonces, nos ha tocado bailar y disfrutar de la música mayoritariamente desde nuestras casas.

QUIZÁS TE INTERESE: ABROADFEST CIERRA SU OCTAVA EDICIÓN, LA MÁS ÉPICA HASTA LA FECHA

Este apocalíptico escenario que vivió el festival fue una de las muchas peculiaridades por las que destacó la última edición del AbroadFest, y hoy os traemos nuestra conversación con uno de sus responsables, Robert Massanet, quien además está también al frente de uno de los clubes más conocidos de la ciudad condal: Sutton Barcelona. Cómo fue celebrar un festival con la pandemia pisando los talones, cómo atraen a tanto público americano a sus eventos, cómo se plantea la edición 2021 y muchas más cosas en esta entrevista exclusiva para Wololo Sound.

Robert Massanet, director de Sutton Barcelona y coorganizador de AbroadFest

Wololo Sound: Muy buenos días Robert. Primero, muchas gracias por tu tiempo y por atendernos en esta entrevista exclusiva para Wololo Sound. Queremos pedirte que, para empezar, te presentes para aquellos que no aún no conozcan tu trabajo y tu persona.

Robert Massanet: Soy Robert Massanet, tengo 36 años y hace 18 que me dedico al ocio y a la restauración – que se dice pronto. Y bién, he liderado proyectos desde muy jovencito: con 19 años ya estaba siendo el líder de un proyecto que estaba en el Tibidabo, que era una mansión muy chula que se llamaba Danzatoria. Después tuve la suerte de que me contratasen en Costa Este. Abrí Opium Barcelona, lo inauguré, creé y desarrollé yo desde cero, lo posicioné y la verdad es que estoy muy orgulloso del trabajo que hice durante los 6/7 primeros años.

Acabé siendo director general del grupo y luego me vino Sutton, que fue un reto muy importante para mí. Además, todos mis amigos siempre salían de fiesta a Sutton y me hacía mucha ilusión también liderar este proyecto. Ahora estamos muy contentos con Sutton, intentando crecer con el grupo, con nuevas oportunidades que surgirán.

Tengo un par de hijos: uno es AbroadFest, al cual le tengo mucho cariño. Hace ya 8 años que lo creamos de la nada, de una charla entre amigos que tenían ganas de hacer un festival, una fiesta especial, diferente y con artistas. Y después, ahora mismo también tengo The Room, que es un restaurante y bar de copas que tengo en el puerto, que es mi otro hijo.

WS: Un festival suele ser un evento que se celebra solamente una vez al año durante uno, dos o incluso tres días. Aún así, sabemos que el trabajo que hay detrás conlleva una gran anticipación y un montón de horas de planificación en la oficina. ¿Cuál es el trabajo a hacer los 362 días que no hay AbroadFest?

RM: Yo te diría que son más de 365 días, porque nosotros estamos desarrollando el siguiente AbroadFest de 2021 – en este caso veremos si lo podremos hacer o no –, pero cuando ya estábamos desarrollando AbroadFest 2020 ya estábamos preparando el de 2021 y el de 2022. Nosotros trabajamos con más de un año de antelación en el festival, porque entendemos que es el tiempo que requiere un festival de esta magnitud, además organizado por nosotros que somos nuevos – como aquel que dice – en grandes festivales.

Sí que llevamos mucho tiempo con AbroadFest, 8 años, pero el salto a un espacio macro lo hicimos este año pasado, y como nos gusta mucho hacer las cosas bien hechas y somos muy “tiquismiquis” con los pequeños detalles, nos gusta que todo salga absolutamente perfecto y por eso trabajamos con mucha antelación. Y por lo que te digo ya no es un año, sino un año y pico en desarrollar todos los puntos y factores de un festival, tanto producción como comunicación, marketing, contratación de artistas,… Trabajamos con mucho tiempo de antelación.

abroadfest 2020 octava edición cronica
Krewella en directo desde AbroadFest 2020 en el Sant Jordi Club (Fotografía: Wololo Sound)

WS: E intuyo que el tener el rodaje de Sutton también ayuda en esto…

RM: Sí, claro. El hecho de estar en Sutton te permite sobretodo mantener viva la relación con los artistas y con sus agentes y sus agencias, porque como durante el año también vamos programando mucho, a la hora de programar para grandes festivales, la relación después de 18 años dedicándome al ocio es muy fluida y muy buena, y además es muy constante. Ayuda mucho el hecho de poder ir hablando constantemente con los agentes porque cuando tenemos un festival son los primeros que quieren participar contigo porque hay una buena relación.

WS: La edición pasada del festival fue especial por muchos factores, entre ellos la llegada después de tantos años a un sitio tan emblemático como el Sant Jordi Club o la celebración al límite de la llegada de la pandemia. Después de todos estos meses, ¿qué valoración haces de la edición 2020 de AbroadFest? ¿Alguna anécdota que recuerdes y quieras compartir de esos tres días?

RM: Mira, la más peculiar es que, si te soy sincero, ninguno de los días que hicimos el festival estábamos seguros de que lo pudiéramos acabar haciendo. Nosotros teníamos mucha presión mediática porque era un momento donde estaba el tema muy caliente. Nos salvó el 8M de Madrid, porque si no hubieran hecho el 8M nos hubieran encerrado a nosotros y a todos antes.

Nos levantábamos cada mañana con un poco de ansiedad, después de un año y pico trabajando, porque es que realmente no sabíamos si nos llegaría algún burofax o alguna notificación en el que nos prohibieran ejercer la actividad. Entonces, estábamos muy preocupados y sufrimos mucho esos días más allá de lo que supone hacer un festival, pues el saber si lo puedes desarrollar o no por unas cosas ajenas a ti, la verdad es que nos creó una ansiedad muy “heavy”.

A posteriori, tenemos el cachondeo de que hemos sido el primer y último festival de 2020. Porque claro, nosotros acabamos el sábado por la madrugada, que eran ya las 6:00 de la mañana – es decir, domingo –, y el miércoles hubo confinamiento. O sea, que nos fue literalmente de tres días.

WS: Y después de todas estas ediciones, ¿qué valoración haces de esta octava en comparación con las anteriores y con esta perspectiva?

RM: Hombre, pues muy bien. Nosotros somos un poco románticos y nos gusta mucho el hecho de que haya habido un crecimiento natural. No tenemos un fondo de inversión detrás que viene aquí con un dinero y empezamos desde el primer día arriba del todo y vamos creciendo y desarrollando el festival pero con un colchón enorme de dinero detrás. Nosotros somos un festival que ha crecido porque la gente nos ha pedido que crezca, hemos ido mejorando y hemos ido aprendiendo junto a nuestros clientes y escuchando sus peticiones.

Hombre, como tu has dicho antes, poder hacer un festival en el Sant Jordi Club, que es un espacio emblemático,… Además nosotros que somos de aquí, que nos encanta poder ir a un espacio así y ver como está creciendo de una forma tan orgánica y tan natural, pues nos motiva y nos recomforta mucho. Ya te digo, sobretodo porque somos pequeñitos y vamos creciendo a medida que la gente nos lo pide, y este romanticismo nos encanta.

WS: Una de las cosas por la que destaca AbroadFest es por su peculiar formato. El evento tiene lugar en un lugar distinto de Barcelona cada día, normalmente en los clubes Razzmatazz, Shôko y Sutton Barcelona. ¿A qué se debe este formato en lugar de asentarlo en un mismo lugar como la mayoría de festivales?

RM: Lo que nosotros valoramos es que la gente se lleve una experiencia global de Barcelona. Dentro del pack de AbroadFest también tienen la opción de coger packs turísticos para conocer la ciudad, packs gastronómicos para conocer también la parte gastronómica de Barcelona, hospedaje,… Y entendemos que a parte del ocio y la música, que es la que ofrecemos realmente y que es la principal, queremos también que se lleven una experiencia de la ciudad y conozcan los clubes más importantes de Barcelona.

Sí que es verdad que este salto que hemos dado dentro del Sant Jordi ya nos da una magnitud distinta a la que hasta ahora teníamos. Pero no queremos perder en parte esta esencia y ofrecer, pues eso, un Sutton, un Razzmatazz, un Shôko, además de un Sant Jordi. Porque si las agendas de todos los locales y la nuestra encajan, nos gustaría continuar precisamente por esto, para dar a conocer no sólo la ciudad a todo el público que viene a pasar ese fin de semana a Barcelona, sino también la parte cultural de música – que a veces se nos olvida que la música también es cultura – y que conozcan todos los establecimientos que tenemos a la ciudad para que los tengan en cuenta las próximas veces que regresen a la ciudad y vean que tenemos ocio de calidad.

WS: Entonces vuestra intención es seguir con ese formato aunque el festival siga creciendo.

RM: Sí, sí. Nuestra idea es seguir así. Sí que es verdad que llegará un punto donde no sé si podremos hacerlo por una cuestión de demanda, de espacio y de posibilidad de venta de entradas. Pero nos gustaría, al menos uno o dos días, poder seguir ofreciendo algunos espacios de la ciudad para que conozcan un poco el ocio de Barcelona y vean que no es sólo un festival sino que hay espacios geniales en la ciudad.

WS: Otra de las cualidades por las que destaca AbroadFest es por su gran afluencia de público internacional, concretamente americano. ¿A qué se debe la gran asistencia de jóvenes estadounidenses a todos vuestros eventos?

RM: Hay uno de nuestros organizadores, Kike, que controla mucho la comunidad americana. Nosotros cuando empezamos AbroadFest hace 7-8 años, lo empezamos con la idea de hacer una oferta para todos pero sobretodo para el público americano porque era el que Kike, que es quien lleva la parte más comercial y de venta de entradas, más controlaba.

Nos hemos dado cuenta que al final, para los estudiantes americanos, AbroadFest ha pasado de ser una fiesta puntual a convertirse en una parada obligatoria. Tanto, que todas las escuelas en las que están acogen erasmus por toda Europa (París, Florencia, Roma, Milán,…) esa semana de AbroadFest directamente ya la dan de vacaciones a sus estudiantes para que vengan a Barcelona a pasar un fin de semana. O sea, ya contemplan dentro de su planning escolar que esa semana, dentro del programa, pone “AbroadFest”, que es una visita obligada a Barcelona.

Entonces claro, para nosotros ver que este crecimiento ha sido tan bien recibido entre la comunidad americana, pues nos ha hecho seguir trabajando con ellos. Hemos tenido al suerte de que no solamente el público americano fue con el que empezamos a trabajar, pero claro, al final los estudiantes que están en París o en Florencia hacen amigos de París y de Florencia, y acaban viniendo también visitantes de París y de Florencia con los propios estudiantes americanos que vienen.

Y evidentemente, el público local, que cada vez se ha hecho más eco del festival y está siendo cada vez más importante. Pero nosotros somos un espacio global en el que recibimos con una gran bienvenida no sólo al público americano – aunque sí que es cierto que empezamos con ellos – y estamos contentos de que cada vez llegue a todo el mundo.

Robert Massanet junto a deadmau5 en Sutton Barcelona

WS: ¿Cuál es la mayor diferencia, a tus ojos, entre el asistente nacional del americano?

RM: La más notable es que el 70% del público que tenemos en AbroadFest son mujeres. Es muy curioso. Creo que somos uno de los festivales donde más género femenino tenemos. Es una pasada.

Y la diferencia con el público americano del resto es que el público que está estudiando erasmus aquí, sí que es verdad que tienen un poder adquisitivo muy alto y además son la gran mayoría mujeres, y es un público que grita mucho, que se hace notar allá donde va, pero es muy cívico. No genera problemas de ningún tipo, no hay peleas, no tienen problemas de alcohol o drogas extremos en los que ves que no se comportan debidamente,… Es un público muy muy cívico. Que no quiere decir que el de aquí no lo sea, pero es curioso porque al final ves que son chavales jóvenes de 18-19-20-21 años que por primera vez están saliendo de fiesta porque en su país no pueden, y se comportan de una forma muy cívica.

El de aquí está un poco más acostumbrado, porque lleva más tiempo saliendo, pero allí no. Allí han pasado de las típicas fiestas americanas en casas a ir a un club o a un gran festival, y es curioso ver cómo se comportan de esta forma tan cívica para ser las primeras veces que salen.

WS: En esta última edición en cambio, se ve una ligera transición hacia un público más español, ya sea por el lineup más familiar en el ámbito europeo o por el aumento de difusión en medios locales. ¿A qué se debe esta redirección?

RM: Sí, pues como te decía antes, la demanda. Nos hemos dado cuenta de que sí que es verdad que empezamos con el público americano, pero que cada vez más el público local y europeo también nos está pidiendo AbroadFest. Entonces lo que nos gustaría que fuera AbroadFest es un sitio donde hubiera cabida para todos de una forma muy orgánica, donde todo el mundo se pueda encontrar dentro de la oferta musical, obviamente siempre con la misma linea y estilo.

Pero dentro de la diversificación que tiene la música, que todos se sientan a gusto y puedan escuchar tanto a artistas más para público local y europeo como otros más americanos. Y eso viene debido a que nos damos cuenta que no sólo trabajamos con el público americano, que es el que más nos lo pide, sino que cada vez más el local y europeo nos está pidiendo AbroadFest y queremos darle su espacio para que todos se sientan partícipes del festival con una identidad musical para ellos.

WS: Con toda la incertidumbre del sector de eventos y espectáculos, de momento parece que AbroadFest 2021 sigue en pie. ¿Qué previsión haces de cara a la celebración del festival?

RM: Con dudas. La verdad es que no sabemos muy bien qué pasara ni cómo acabaremos desarrollándolo porque hablamos con la administración, hablamos con los propios espacios, con el Sant Jordi que al final ellos tienen un feedback mucho más directo porque son del Ayuntamiento, y porque trabajan muy bien con los promotores de conciertos y festivales, y ni ellos mismos saben si podrán abrir ni con qué formas en cuanto a aforo o restricciones. Entonces, como son factores que por desgracia no dependen de nosotros, seguimos desarrollando el festival. Tenemos todo preparado y organizado. Pero sí que es verdad que estamos en una situación un tanto complicada porque cuando son causas ajenas a nosotros, que no dependen directamente de nosotros, no sabemos muy bien aún lo que pasará.

Estamos trabajando, lo estamos desarrollando, pero no sabemos si lo podremos ejecutar. Ya veremos.

Rezz actuando en AbroadFest 2018 en Razzmatazz (Fotografía: Wololo Sound / Urioz)

WS: Queremos preguntar también al Robert Massanet, director de una de las discotecas referentes de la ciudad condal como es Sutton Barcelona, sobre la situación actual de nuestro país. En concreto, el ocio nocturno de la ciudad catalana está sufriendo mucho, tanto que una de las noticias más comentadas de la semana pasada fue la de que dos emblemas como Razzmatazz y Apolo están en una situación límite, y puede que hasta deban cerrar sus puertas para siempre durante los próximos meses. ¿Qué opinas de esta noticia? ¿Cómo estáis viviendo la situación el equipo de Sutton?

RM: Pues muy muy tristes, cuando leí la noticia llamé rápidamente a Apolo y a Razzmatazz. Tenemos una excelente relación, casi todos los locales de Barcelona. Aunque es cierto que cada uno hace la guerra un poco por su cuenta, esta situación nos ha unido mucho. Yo, personalmente, tengo una excelente relación con todos los locales de Barcelona y especialmente con Razzmatazz, y me entristeció mucho. Pero es que es una cosa que es absolutamente normal. Cuando tú llevas siete meses que, por ley, no te dejan abrir, te obligan a cerrar, y a cambio no te dan ninguna ayuda ni te facilitan absolutamente nada en cuanto a gastos, para cualquier negocio del mundo siete meses sin ingresos y siete meses manteniendo una estructura y unos gastos, es prácticamente insostenible.

Nosotros tenemos la gran suerte de que en Sutton las cosas nos iban muy bien y tenemos un colchón, gracias a Dios, que nos permite aguantar un poco la situación y aún podríamos aguantar un poco más. Pero tampoco mucho más. Porque como te digo, a cualquier negocio del mundo si le prohibes abrir las puertas y tienen que mantener su infraestructura sin recibir absolutamente nignuna ayuda del Gobierno, aunque la prohibición venga ordenada por ellos, pues es imposible que salgan los números.

Entendemos perfectamente la situación en la que se encuentran aunque nos pone muy tristes porque si desaparecieran dos salas tan emblemáticas como Razzmatazz y Apolo, sin duda sería muy malo para la ciudad y para su ocio. Así que esperamos que se solucione temprano la situación y ojalá no desaparezcan y puedan seguir dando oferta.

WS: Por último, también queremos saber qué piensas sobre la situación actual de nuestro país en cuanto a toma de decisiones. ¿Cuál es tu opinión respecto a las estrictas y tajantes medidas que el Gobierno ha implementado en el área del ocio nocturno?

RM: Hombre, pues estamos muy enfadados. Muy enfadados porque nos sentimos gravemente perjudicados, nos sentimos solos. Decían que tenemos un gobierno progresista, que no nos dejaría solos y nos ha dejado absolutamente solos y nos ha abandonado. No nos han dado ninguna solución, no nos han dado ningún diálogo. Simplemente nos han usado de cabeza de turco cuando además no se ha demostrado científicamente, porque no se han hecho rastreos ni se han hecho pruebas de que los rebrotes fueran por nuestra culpa.

Han potenciado un ocio descontrolado con botellones y fiestas privadas en casas y locales privados sin ningún tipo de control cuando nosotros, además, ofrecíamos unas medidas que fueron aprobadas por Sanidad. Ofrecíamos un ocio controlado y regulado con un rastreo claro por si había algún rebrote y nos sentimos muy maltratados por la Administración.

No sabemos cómo acabará la situación. Como hablábamos antes, es extremo lo que estamos viviendo, no sólo nosotros como locales, sino todas las familias que viven directamente del ocio, que en España estamos hablando de 300.000 familias que viven directamente del ocio. Indirectamente hay muchísimas otras. Nos están llevando prácticamente a la ruina y no sabemos cómo acabará la situación, pero ya te digo, estamos muy enfadados, muy tristes por la situación, porque no están tratando bien al ocio, que al final es el 1,8% del PIB, que no es ninguna broma. Se nos está maltratando de una manera exagerada.

WS: Y para despedirte, ¿tienes algún mensaje o algún deseo de cara a 2021?

RM: Pues el deseo principal es poder abrir. Poder abrir y poder desarrollar lo que más nos gusta, que es hacer pasarlo bien a la gente, ofrecer un ocio de mucha calidad, pero sobretodo lo que pido a 2021 es poder trabajar. Con esto, un derecho constitucional como es poder ir a trabajar que hoy nos están prohibiendo, sólo con poder abrir las puertas y poder dar trabajo a mucha gente, poder generar negocio, no sólo para nosotros sino también para todas las empresas derivadas que vienen y para todos los trabajadores que dependen del ocio, poder abrir sería para nosotros la mejor noticia de finales del 2020 – si tenemos suerte – o de 2021.

WS: Muchas gracias por tu tiempo Robert, y mucha suerte en estos tiempos tan difíciles. ¡Crucemos los dedos para vernos de nuevo en las pistas de baile dentro de unos meses!

RM: Muy bien, muchas gracias a vosotros.