El festival de rawstyle más importante del mundo no se dejó nada en el tintero en su visita al Gelredome: la localización perfecta, una producción increíble y varias actuaciones muy notables marcaron nuestro paso por Arnhem
En un año de muchas primeras veces para Wololo Sound en lo que al hard respecta; pues hemos debutado en APEX, REBiRTH Festival, Harmony of Hardcore, Dominator o Decibel Outdoor; este fin de semana tocaba hacer lo propio en uno de los festivales que teníamos marcados en rojo ya desde el anuncio del line-up hace varios meses: Supremacy.
Como ya contamos en nuestra web, esta edición se presuponía que iba a ser la más especial, ya no sólo por tratarse del décimo aniversario del evento sino, principalmente, por el cambio de localización. Del Brabanthallen, Supremacy daba el salto a uno de los venues más míticos de todo Países Bajos: el Gelredome de Arnhem. El estadio del Vitesse y, hasta este año, casa de Qlimax, fue el lugar perfecto para acoger este festival. Una pista de baile casi inacabable (y sus correspondientes gradas en los laterales y el fondo del estadio) fue la casa de prácticamente 30.000 almas durante una tarde que pasará a la historia del rawstyle.

Antes de entrar en lo más puramente musical, queremos felicitar a Art of Dance y todo el equipo detrás de Supremacy por la increíble producción de todo el evento, que se llevó la palma por encima del resto. En lo que a mí respecta, nunca he visto algo igual. Una serie de pantallas colocadas a lo largo del fondo y el techo del estadio se pusieron a merced de los artistas, quienes hicieron gala de sus mejores visuales en prácticamente todos los sets. Además, los láseres y otros efectos se sucedieron durante toda la tarde, mejorando sobremanera la experiencia audiovisual.
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Hasta aproximadamente la mitad de la pista también encontramos unos raíles, que servirían para mover la cabina y crear un efecto de boiler room con algunos de los sets. No sabemos si este era el plan, o más bien simple elucubración, pero solo sentimos que el DJ se acercó a nosotros en un corto período entre las actuaciones de Vertile y Bloodlust. En cualquier caso, esto queda como algo anecdótico pues, aunque hacía que la visión en ciertas partes de la pista quedase algo disminuida, tampoco fue algo capital por estar en el lugar en que estábamos.

Hablando de lo que a todos nos ocupa, que es la música, es cierto que encontramos luces y sombras, aunque esto no es tanto culpa del festival per se, sino más bien del rumbo que está tomando la escena últimamente. Ya tuve esta sensación durante el evento y he podido confirmar que hay muchos asistentes que han vertido opiniones similares en redes sociales desde el sábado, y es que en algunos momentos sentí cierto desencanto con varias de las actuaciones. Demasiados fake drops, un abuso de kickswitches, muchísimos edits, cierres de uptempo casi por decreto… parecía que la estructura de todos los sets era la misma.
Pero bueno, hasta aquí hablar de lo negativo, pues realmente mi experiencia fue, por lo general, muy positiva. En resumen, me lo pasé muy bien en Supremacy. Antes de hablar de los que, en mi opinión, fueron los sets más disfrutables del festival, quiero hacer mención y felicitar a la mayoría de artistas por presentarnos liveacts verdaderamente trabajados y originales. Adjuzt con su ‘LVLDUP’, el show de Dual Damage, el primer live especial de Mish o el ya clásico ‘The Final Dose’ de Rebelion brillaron con luz propia gracias a los imponentes efectos especiales que acompañan a su música en estos formatos. Realmente sentí que estaba viendo algo distinto a sus sets normales, y eso me gusta mucho.
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El primer set que presencié fue el de The Purge, un viaje por algunos de los temas más destacados de su nuevo álbum ‘BEYOND TRIPPIN”. El show del italiano estuvo marcado por el empleo de gated kicks en todo momento, siendo así una de las actuaciones más oldschool del festival. Otra que destacó por eso mismo, alejándose de la tendencia del resto de artistas que le rodeaban en el horario, fue la de Unresolved, quien realizó su último live ‘Bad Blood’ en Países Bajos. La esencia de su sonido, utilizando esos screeches y kickrolls tan característicos, fue la principal protagonista durante los 30 minutos de su show en la que fue una de las actuaciones preferidas por el público.
Sucedió a The Purge nada menos que Aversion, artista que, al igual que otros muchos, debutaba en el Gelredome y lo hacía por medio de un set live que no se distinguió en nada a uno suyo regular. Sus colaboraciones junto a Rebelion o Warface, así como un edit de ‘Activation’ que no nos gustó, fueron lo más destacado de su set. Mish tomó el testigo y realizó la actuación que más me sorprendió para bien. Como he comentado anteriormente, era la primera vez que realizaba un liveact (llamado ‘M.I.S.H.’, quizá el nombre podría haber sido más original) y cumplió con creces con los edits esperados (no sobreexplotados), nueva música y unas visuales de lo más divertidas. Puro Mish.
Entramos al apartado de los sets que me decepcionaron. El primero de ellos fue el de D-Sturb quien realizó la première de ‘High Power’, su nuevo formato live. La realidad es que no terminamos de encontrar el sentido a un directo en el que, para mi desgracia, no pudimos disfrutar de ningún drop melódico (y eso que podríamos considerar que es la especialidad de Jorrit). D-Sturb presentó una collab con Warface, que fue otro de los artistas que no me convenció en absoluto. Infinitos kickswitches y fake drops, demasiados edits y zaagkicks… Lo más reseñable fue el estreno de su trabajo con Kruelty, que suena de absolutos locos.
Entre toda esta vorágine de sets, emergieron dos shows especiales de 15 minutos de duración que sirvieron para honrar a la historia del festival y a algunos de los mejores clásicos de raw. El primero de ellos, Quantum Supremacy, compactó en una mini sesión a los diez himnos que han escrito parte de la historia del festival en la pasada década. El segundo, Supreme Selection, contó con algunos de los temas más queridos por parte de los fans. Grandes figuras que no estuvieron presentes en este aniversario como Radical Redemption o el malogrado Delete tuvieron su merecido homenaje en este espacio, que fue vitoreado y recogido con júbilo por el público.

A mitad de la tarde se puso a los platos (y al micrófono) Vertile, con el objetivo de llevarnos con él a su propia dimensión, la Dimension X. Este live destaca porque Mees interpreta sus propias vocales en directo… aunque en Supremacy no lo hizo demasiado. Pero eso sí, el momento ‘Battlefield’ quedará guardado en nuestras retinas para siempre. Una vez más, salí muy convencido con la actuación del neerlandés al igual que de la de Bloodlust, el creador del himno de esta edición, que realizó un set muy sólido, obviamente coronado por su ‘Statement Of Superiority’. ¡Qué absoluta barbaridad fue el anthem show!
Nos acercábamos a la recta final de Supremacy 2024 con sets como el de Act of Rage, Deluzion u Omnya, que destacó sobremanera siendo otro de los favoritos por el público. A las 20:30 dio comienzo el show de Adjuzt, quien también estrenó su nuevo live ‘LVLDUP’, con temática de videojuegos. Junto con Mish, Maikel nos dio uno de los sets que más disfruté de largo. Los tracks de su último EP, alguna que otra canción nueva y varios edits muy bien traídos fueron capitales para que Adjuzt se coronase con un set muy notable en Supremacy.
Rebelion recogieron el testigo para realizar el último set de la historia de Overdose en Países Bajos. Era la cuarta vez que asistía a este espectáculo y puedo afirmar, sin miedo a equivocarme, que es el mejor show audiovisual que puede ofrecernos la escena hard este 2024 (con el permiso de The Enlightenment). Ya sabemos la dinámica: edits brutales y unas visuales y unos láseres apabullantes inundaron el Gelredome durante 30 minutos, desde su brillante intro hasta el “the edit of the edit of the edit of the edit” de ‘Die Gladiator’. Todo esto con una nueva colaboración con So Juice a mitad de camino que suena genial.
Antes de llegar al cierre del festival, cortesía de The Slaughterhouse, el nuevo proyecto de Deadly Guns y N-Vitral; y justo después de kickrollear con los edits de Mutilator en su último live antes de ‘Cage Of Carnage’, llegó el turno del que, para mí, fue el mejor set del evento. Hablo de Dual Damage, por supuesto. Una vez más, nos inmiscuimos en su liveact y sus 3 partes (destrucción, demolición y detonación) y nos dejamos llevar ante sus bombas: que si ‘Burning Down’ por aquí, que si ‘Funky’ por allá, ‘The Light’, la première del himno de REBELLiON… Menuda exhibición de Thijs y Jesper que demostraron por qué tuvieron el honor de ocupar un espacio en prime time.
Con el cierre de nuestros obreros favoritos me despedí del Gelredome hasta dentro de un par de meses, donde Wololo Sound estará presente en la última edición de Qlimax. Como conclusiones de Supremacy 2024, lo ya comentado: la localización, de 10; la producción, de 10 y la música, de notable alto. Lo pasé muy bien, disfruté mucho con la mayoría de los sets y me quedó claro que, si no pasa nada extraño, volveré el próximo año. Eso sí, al Brabanthallen.