Nos enamoramos de Printworks en nuestra primera vez en la mítica venue londinense, con un evento sold out de Crucast en el que el bassline y el drum and bass se unieron a la perfección

Nuestro paso por la mítica Fabric de Londres el pasado viernes no vino solo… El sábado nos esperaba un eventazo en una de las localizaciones más espectaculares de Londres. Nos dirigíamos a Printworks, la antigua fábrica de impresión de periódicos (de ahí el nombre) en el que se nos echaba encima un día cargado del mejor bassline house y jump up, jungle y rolling drum and bass de mano del sold out de Crucast. Los ingredientes perfectos para una tarde de lo más movidita.

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Printworks nos dejó absolutamente boquiabiertos. Un recinto de 6.000 metros cuadrados en el que encontramos una sala principal enorme, con una barra y acceso a una zona exterior con food trucks, baños y demás. En dicha sala principal encontramos las escaleras para acceder a las salas de música. Nos encontramos otra sala por delante y, justo enfrente, accedemos a la sala principal, conocida como Press Halls. La imagen fue espectacular. Un pasillo de unos 150 metros de largo y de 30 de ancho en los que las luces, un sonido limpio pero quizás algo bajo en algunas ocasiones y una pantalla vertical de más de 20 metros nos dejaban sin palabras.

En dicha sala pudimos disfrutar de las grandes estrellas de la marca Crucast, como lo son Darkzy, Skepsis, TS7 o MCs como Bru-C o Window Kid. Disfrutamos bastante de las sesiones de bassline, pero hemos de dejar clara una cosa. Pese a que es un género que nos gusta bastante, sobre todo para el directo, se hizo algo monótono. Escuchábamos prácticamente los mismos clásicos siempre, como ‘Satisfaction‘ de Benny Benassi, o temas como ‘On A Roll‘ de Notion o ‘Hold It On‘ de Skepsis y Bru-C. Pese a ello, disfrutamos de un sonido muy típico de Reino Unido y que raramente disfrutamos en España.

¡Pero también hubo buen drum and bass en la Press Halls! Pudimos ver de nuevo a Distress Signal, el trío formado por Kanine, K Motionz y Simula, que ofrecieron un set similar al del Rampage Open Air. Sonidos más mainstream y dancefloor con temas de Sub Focus, Culture Shock y Dimension confluyeron a la perfección con el rolling oscuro de Simula, Serum, Bou o Enei. Una sesión la mar de completa y al más puro estilo de drum and bass británico. También hubo buen sonido jungle con el takeover de Jungle Cakes, que traía a Benny Page, Serial Killaz, Deekline y Ed Solo en formato b2b. Una sesión que hizo la boca agua a los amantes de este subgénero del drum and bass y que optó por el jump up a partes iguales.

Y para cerrar, pudimos disfrutar de nuevo de un B2B de Hedex y DJ Guv, en el que Hedex volvió a anteponerse a su “mentor” ofreciéndonos una grandísima cantidad de IDs que nos hace pensar que está trabajando en un nuevo álbum, y en el que el sonido algo más serio se impuso a sus típicos pitidos, con toques de rolling, jungle y liquid.

Pero como lo que más nos tira es el drum and bass, pasamos gran parte de la tarde en la Dark room, donde no solo disfrutamos de drum and bass. El nombre de la sala no es mera casualidad. Tan solo iluminada por los flashes de aquellos que grababan con sus móviles, pasamos de un recinto abierto y visualmente espectacular a un antro oscuro, apretados como en una lata de sardinas y en la que el sudor literalmente se estaba condensando en las paredes. Una absoluta locura de sala en la que disfrutamos de un set special de Darkzy, que ofreció su bassline y luego una ración de dubstep antiguo espectacular, con mucho sonido clásico de artistas como Rusko, Coki, Caspa, Skream… Algo que, en pleno 2019, es difícil de ver ya vivas en Reino Unido, España, América o Saturno. Una absoluta delicia de sesión para los nostálgicos del dubstep.

Justo después, tuvimos dos horas de puro jump up, en la que también tuvimos sonido rolling y drum and bass algo más comercial. Tsuki y Subsonic nos dejaron dos sesiones absolutamente locas en la que la temperatura de la sala se elevó a más no poder. Si bien es cierto que ambos sets se hicieron algo repetitivos al ir seguidos, el ambiente de la sala, el sonido y el público entregadísimo hicieron que las dos horas se pasaran volando.

Por último, justo antes del cierre con Hedex, pudimos ver a Bou, artista que ha subido como la espuma. Con una sesión al más puro estilo Souped Up, demostró que su ascenso no es casualidad. Una cantidad ingente de versiones VIP a temas como ‘Veteran‘ o su remezcla a ‘Heavy & Dark‘ y sus nuevas producciones pusieron patas arriba la Dark room, para la que tuvimos que esperar una cola de casi 20 minutos para acceder dado el alto aforo.

En resumen, una primera experiencia en Printworks absolutamente espectacular. El ambiente de la gente, ambas salas, los artistas, la cercanía… Todo fue un absoluto éxito. Queremos agradecer a todo el equipo de Printworks su amabilidad, desde el departamento de prensa a los encargados de seguridad que repartieron agua a la salida y a los estábamos en primera fila en la Dark room cuando el calor era insoportable. ¡Volveremos! ¿Cuándo? Pues este mismo fin de semana para el eventazo de Afterlife.

afterlife printworks
David Vázquez
Drum and bass en todas sus vertientes como plato principal. En este perfil se aceptan todo tipo de géneros musicales.