El festival andaluz, que ha vuelto a celebrarse en la segunda semana de agosto, deja en la zona del levante almeriense 12 millones y medio de euros de impacto económico directo y sigue a la cabeza de los mejores festivales de España

La playa de Villaricos-Palomares volvió a ponerse sus mejores galas. En una edición donde las dudas sobre su ubicación crecieron como la espuma, Dreambeach Festival decidió seguir en casa. Tras celebrar la octava edición en el mes de julio, la organización optó volver a su fecha más frecuente, la segunda semana de agosto. Esta decisión ha desembocado en la asistencia de más de 135.000 personas a lo largo de esta semana de ensueño para la costa almeriense. Así es como desde el equipo de Wololo hemos podido vivir estos días de absoluta locura en el festival almeriense.

Dellafuente y Salomon Sessions dan el primer paso para su próximo proyecto electrónico en conjunto con ‘Alomejor_120bpm_gminor’

MIÉRCOLES

Como de costumbre, el festival nos recibió el miércoles 9 en el Red Bull Stage (el escenario de la zona de acampada) con una fiesta de bienvenida y de calentamiento para todos los dreamers. No fue hasta el jueves 10 cuando, por fin, Dreambeach Festival abría las puertas de su recinto de conciertos. No obstante, para disfrutar del funcionamiento del Open Air Stage tuvimos que esperar una noche más, estando disponible durante el viernes y sábado; sin duda, los días con más afluencia de público a este evento.


JUEVES

Dreambeach Festival es una escapada de buena música, diversión y paz mental para muchos. No obstante, el mediodía del jueves nos llegaba una noticia desoladora para la gran mayoría de dreamers: The Prodigy, uno de los headliners del festival, anunciaba su caída de los carteles de Dreambeach y Boomtown debido a una lesión de espalda de Maxim, al que le deseamos una pronta recuperación. Esta mala noticia vino acompañada de la confirmación, cinco minutos más tarde, de su sustituto: Steve Aoki. Un recambio que causó un descontento general y que no acababa de subirnos el ánimo tras la cancelación de uno de los shows más esperados del festival. No podemos olvidar de las fechas en las que se encuentran las agencias y todos sus artistas, donde encontrar una fecha de última hora es algo bastante complejo.

A ello le sumamos algunos puntos que nos ha hecho vivir la experiencia de un festival tan grande de una forma más deficiente. La primera tacha nos la encontramos al llegar. En nuestro caso, decidimos disfrutar el festival hospedándonos en el camping general del festival; donde al llegar, vimos que las zonas de sombra eran escasas y que, a diferencia del año anterior, no había ninguna zona cubierta por toldos. También consideramos insuficiente que solo hubiera un punto de agua potable en la zona de conciertos, puesto que a la hora de ir a refrescarnos, nos perdíamos parte del set de algún artista. Sin embargo, confiamos en que la organización hará todo lo posible por mejorar en estos aspectos para ofrecernos un décimo aniversario inolvidable

Aun así, nada nos impidió disfrutar de lo que nos gusta, la música electrónica. Empezamos un jueves marcado por el cambio de día de Claptone. Que, en principio, el cartel indicaba que actuará el sábado, pero finalmente fue de la partida en el día de apertura del recinto de conciertos. El productor alemán nos brindó un set bastante fresco de sonidos house, sin duda fue un comienzo de festival ideal. Aunque, sí es cierto, que nos encontramos algo decepcionados ante la calidad de sonido, no captamos un sonido claro y limpio debido al gran nivel de frecuencias graves que entregaba el equipo.

Justo después llegó el headliner de la noche y un clásico del festival, Armin van Buuren. El artista neerlandés volvió a cautivar a los dreamers en el mainstage a ritmo de sonidos trance. Pero, para aquel público que buscara kicks con altos bpms, tuvimos al artista clave, Coone. Siendo uno de los DJs de hardstyle más reconocidos en la escena, se encargó de poner patas arribas el escenario principal con temas míticos suyos como ‘Superman’ y una continua interacción con sus asistentes que denotaba la conexión del artista con su público. Sin duda, tres géneros muy diferentes con los que hacer disfrutar a cada dreamer en este escenario principal.

En cambio, quien no disfrutó del rey de trance o de los ritmos frescos que nos ofreció Claptone, estuvo sudando y bailando sin parar en el Dreams Tent. El Carpazo de Dreambeach concentró a todos los estandartes del hard techno en la noche del jueves, haciendo que las revoluciones no bajaran en ningún momento. La protagonista de inaugurar este escenario fue Barbara Lago, dando una acalorada bienvenida a los dreamers que se morían de ganas de bailar desenfrenadamente al ritmo de la artista. Seguida de ella, Sara Landry tomaba las riendas de los platos, para tras una hora y media de sesión dar pie a su compañera Daria Kolosova.

Hasta las 12 y media las mujeres se apoderaron de los sonidos más hards de la carpa de Dreambeach para pasado este tiempo dar paso a I Hate Models. Llegando el anhelado momento, el artista nos dejaba para recordar su famoso remix de ‘Toro’, al que el público aplaudió con total frenesí nada más comenzar los primeros sonidos que marcaban el inicio del mismo.

Pero si el Dreams Tent ya ardía con los cuatro DJs que habían estado a los mandos, todavía quedaban otros cuatro para seguir poniéndola patas arriba. Kobosil fue el próximo, y es que, el alemán, seguía con la agresiva línea que disfrutamos durante toda la noche en El Carpazo, haciendo vibrar el lugar con un conjunto de ritmos desenfrenados. Después, era el turno de uno de los DJs más demandados de la escena hard techno, Klangkuenstler. El artista dio comienzo a su set con ‘Die Welt Brennt’ una de las canciones de su último EP, continuando con una hora y media cargada de pura adrenalina con drops que no daban opción a dejar de bailar.

Seguidamente, entró en escena Nico Moreno. El francés se encargó de arrasar la pista como si de un tornado se tratara. Nos hizo disfrutar con temas suyos como ‘Techno Crari’ o ‘Purple Widow’ donde se podía presenciar en ambos momentos como la mayoría de personas alzaban sus móviles para grabar, lo que era para ellos, unos de los grandes momentos de la noche. Dejando una carpa abarrotada de gente, entró en cabina su paisano, Shlømo, para poner el broche final a esta noche cargada de adrenalina. El artista nos deleitó con un set de hard techno en el que se podía vislumbrar en diferentes momentos matices de trance junto a diferentes vocales que combinándolo con el amanecer en Villaricos se convirtió en un cierre mágico difícil de olvidar.


VIERNES

Los fanáticos de la música bass estaban ansiosos de este día que era cuando el open air abría y los sonidos más fuertes de la música electronica empezarían a sonar. Pero no sin antes nombrar que el mago Carl Cox haría su opening en el carpazo donde los ritmos techno se colarían entre los oídos de los asistentes, y el inglés volvería a hacer otro opening de ensueño, en lo que ya se ha convertido en una ceremonia de inauguración como si de unas olimpiadas se tratase.

Volviendo al escenario bass, era una noche de gala para los sonidos drum and bass, dubstep y breakbeat. El plato fuerte lo sería Apashe, haciendo su aparición para dar el pistoletazo de salida a los artistas internacionales. Una mezcla de sonidos tan originales como potentes, el artista nos hacía disfrutar de su bass house y su dubstep tan característico con un show visual y musical de otra galaxia. Le seguía lo que sin duda eran uno de los platos fuertes del festival, Hedex.

Su espectáculo My Home Is The Rave el cual hemos tenido la suerte disfrutar dos veces más este año, fue mejor de lo que nos esperábamos, esperábamos un espectaculo sobresaliente, pero fue más que eso, Hedex no da lugar a que escuches la misma música y las mismas mezclas cuando escuches su espectáculo, el jump up y las mezclas imposibles de tres drops se cuelan como si de algo normal se tratase, el británico es a día de hoy la cabeza más visible del drum and bass de nueva generación y volvió a demostrarlo.

Le seguía Bou, su mejor amigo en esta industria y con el que comparte mucha sintonía, Bou tiene otro estilo tan peculiar que te adentra en su sonido en décimas de segundo, comenzó con ‘Baddadan’, su reciente estrenada colaboración con Chase & Status, pudimos escuchar su famoso ‘ringtone dub’, el cual coge un sonido clásico de llamada de teléfono y lo convierte mágicamente en drum and bass, Streetside y un monton de himnos que sonaron en otra de las sesiones de la noche sin duda.

Vendría otro de los momentos más esperados, el dubstep, cada vez con menos adeptos en nuestro país, pero los que quedan, fieles como un gato. Marauda hizo que el headbanging tomara posesión de todos los asistentes en el Open Air. Su dubstep tan peculiar, duro y oscuro hizo las delicias de todos los espectadores allí presentes. Sin descanso y aun con unas poquitas de energías quedaban dos grandes actuaciones, la última de drum and bass fue Koven, las ganas eran incontenibles de ver a Katie, mezclar y cantar. Una absoluta oda a la música lo que la británica hace en directo.

Para cerrar la noche del viernes (y con el sol dejándose ver) nos llegaba una sesión que pasará a la historia. La primera sesión de breakbeat en Dreambeach. Sin duda alguna, el ritmo roto andaluz estaba de celebración, y para ello, que mejor que iniciar esta andadura con Tortu y The Brainkiller en la cabina. Aún nos duelen las piernas tras esta hora de puro baile, en la que se demostró el gran momento del género, viendo el escenario Open Air lleno hasta las trancas.


SÁBADO

Este sonido siguió retumbando en la tarde del sábado en el Red Bull Stage. Tras la actuación de los dj’s de la academia School Training, el sonido andaluz por excelencia se instauró en el escenario del camping para llegar a un punto álgido en el set de Guau vs. Aggresivnes. Dos nombres que podrían actuar en el Open Air sin problema alguno, pero que nos hicieron pasar una gran tarde con la puesta de sol acompañando.

Toda la mezcla de sensaciones culminaba este último día de festival. Y es que, por un lado, sentíamos la melancolía de pensar que en unas horas daríamos por finalizado nuestro ansiado y bien recibido Dreambeach 2023. Por otra parte, invadía nuestro cuerpo una sensación de euforia al saber que en unas pocas horas disfrutaríamos del set de apertura de este último día por Andrés Campo, más todos los artistas que tras él sumamos a nuestra lista. 

Dos horas de sesión que se nos hicieron como minutos. Su carisma y comandancia a los platos hacen de este artista un nombre cada vez más aclamado en la escena actual. Algo que hace destacar al aragonés es la mezcla de estilos en sintonía y perfecta armonía, ofreciendo una versatilidad a cada uno de sus sets que los hace únicos. A lo largo de sus dos horas pudimos disfrutar de algunas de sus famosas producciones, así como su nuevo tema junto a K-Style ‘Los perros’ del grupo Arde Bogotá o el remix de ‘Así me gusta a mí’ de Chimo Bayo, que se espera muy próximamente.

Antes de concluir lo que sería el último día de Dreambeach Festival en la Dreams Tent con el esperado b2b a manos de Rafa Barrios y Technasia, asistíamos al set de Eli Brown, quien debutaba en el festival almeriense. El artista británico quiso dejar marcada su primera vez en la provincia con un set de tech house en el que predominan los sonidos vocálicos. Pudimos bailar al ritmo de numerosas producciones del artista, como es su clásico ‘Believe’ o su unreleased tema ‘Diamonds On My Mind’ que se estrenará el 25 de agosto de 2023.

La última noche nos entregaba como primer plato uno de los shows más especiales de Dreambeach. Una actuación que, a priori, parecía ser de música urbana en su totalidad, pero que acabó sorprendiendonos a todos. Dellafuente preparó junto a su productor, Antonio Narváez, un show inédito y que no parece que se vuelva a repetir. Con el adelanto de su futuro proyecto electrónico de SALOMON SESSIONS recien salido del horno, el cantante granadino nos presentó su proyecto ‘INCURSION’. Con versiones hipnóticas, oscuras y muy pisteras de sus temas, Pablo nos dejó muchas muestras de UK Garage en temas como ‘Sharila’ o incluso de drum and bass con ‘3 Caras’

Y aunque Dreambeach contaba con numerosos artistas de gran renombre, el nombre de Hardwell no pasaba desapercibido en el festival almeriense, ya que ofrecía en el mismo su única actuación exclusiva en España. Y como era de esperar, ¡no podíamos perdérnosla! Tras un triste adiós en 2018, el dj holandés volvía a los escenarios de Dreambeach Festival con más energía que nunca. Pese a que pudimos disfrutar de un Hardwell renovado en lo que a estilo se refiere, su esencia siempre se mantiene viva, demostrándolo con temas tan míticos como ‘Spaceman’ y ‘Power‘.

Mientras tanto, en el Open Air los españoles como Kursiva, Oto o Dub Elements daban una clase magistral de lo que es el drum and bass de nuestro país. Hybrid Minds no se hacía esperar, y en un abrir y cerrar de ojos ya había acabado, escuchamos todos los himnos que los británicos tienen en su biblioteca musical, seguidos del grupo por excelencia que Dreambeach intenta tener siempre en sus filas, SASASAS. Con dos faltas muy grandes, por desgracia de la vida. Dj Phantasy y sus MC’s, hicieron votar al escenario Open Air como no lo habían hecho en todo el fin de semana, por cierto lleno hasta los topes para ver a los británicos.

Y para poner el broche de oro a la noche, quisimos dirigirnos al escenario Open Air para despedirlo por todo lo alto con el rey del panorama breakbeat nacional, Rasco. Con su sonido de Pure Bassline como plato principal, el onubense destrozó al personal con un cierre demoledor; lleno de energía y técnica en la mezcla, como bien nos tiene acostumbrados. Su tándem, junto a Speaker Reality, conforman uno de los shows más apetecibles de ver en la escena nacional, confirmando una vez más que es el papá del género.

Tristemente, llegaba el final de este festival… pero no sin antes despedir el mainstage a manos de Radical Redemption, quien se encargó de hacerlo menos amargo estando de vuelta en Dreambeach y agotando las fuerzas que nos quedaban. El artista trajo consigo un gran arsenal de rawstyle con el que poner patas arriba el escenario. El DJ nos hizo disfrutar de sus tracks más clásicos, como ‘Brutal 6.0’ y ‘America’ entre ellos. Todo ello, junto a un bonito amanecer, creó un cóctel perfecto para que fuese un closing difícil de olvidar para todos los dreamers dejándonos con ganas de que llegue ya la próxima edición y, con ello, su décimo aniversario.


Con la resaca más que pasada y las piernas también descansadas, podemos asegurar que los 4 días en el paraíso de la electrónica son únicos, y que el año que viene el décimo aniversario tiene una pinta impresionante. Esperamos siempre de Dreambeach lo máximo y así será en el décimo aniversario de lo que se ha convertido en el festival referencia de música electrónica en España.

Abel Torres
It's all about the groove. Bass y House music como forma de vida.