Con algunas de sus letras más desgarradoras y su instrumentación menos barroca hasta la fecha, este es quizá el trabajo más difícil de analizar de su carrera
A nadie se le escapa a estas alturas que James Blake es uno de los mayores genios de la música contemporánea. Esta es una afirmación que dejó de ser pretenciosa hace ya algunos años. Los primeros dos álbumes de James Blake cambiaron para siempre la forma de entender la electrónica e impulsaron a multitud de artistas que no se habían interesado hasta entonces por estos sonidos a experimentar con sus voces e instrumentales. El caso más notorio es quizá el de Justin Vernon y su banda Bon Iver, pero la estela que ha dejado Blake es muy alargada.
En sus primeros trabajos, Blake siguió los pasos marcados por Burial a finales de la pasada década en su ‘Untrue‘. Ambos se vieron muy influenciados por el dubstep, el garage, y otros movimientos surgidos en el sur de Londres en aquellos años. Con una reinterpretación pasional, delicada y minimalista de los ritmos más orientados a la pista de baile, y con una capacidad de jugar con su voz asombrosa, Blake se hizo un nombre y logró ponerse en boca de todos.
Lo cierto es que a partir de ‘The Colour In Anything’ y, sobre todo, de ‘Assume Form‘, hemos visto al artista cada vez más cerca de la cultura popular y todo lo que la rodea. Esto no es explícitamente algo malo, ya que no se puede vivir eternamente de haber revolucionado una vez la industria. Sería imposible nombrar la cantidad de veces que un artista o banda ha significado una irrupción estelar y disruptiva y se ha acabado apagando, volviéndose preso de su sonido o tomando direcciones cuestionables.
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Es capital entender esto para no llevarse un chasco monumental al escuchar lo nuevo de James Blake. ‘Friends That Break Your Heart‘ es su trabajo más tradicional, más puro y más visceral. Lo sencillo sobre lo barroco. El artista pasa de una estructura compleja y desaliñada en sus canciones y de una instrumentación alienígena a unas letras reconfortantes, personales y humanas rodeadas de melodías cinemáticas y limpias. Se acabaron los basslines potentes y las voces retorcidas hasta el infinito. Este disco es una oda a la amistad, a la decepción, a la sinceridad y a la vulnerabilidad.
Con el paso de los años y sus distintos trabajos, estamos viendo a Blake cada vez más preocupado por transmitir mensajes honestos y humanos con sus letras. Este disco tiene alguna de sus mejores baladas, en las que descarga de efectos su voz para dar todo el protagonismo a las vivencias con las que conmueve al oyente. Se hace evidente que este aspecto es el más cuidado y destacado del álbum.
Pese a que se eche en falta esa imprevisibilidad y virtuosismo en la producción, ‘Friends That Break Your Heart‘ es un paso que se antoja lógico en su carrera, y que encuentra la manera de sorpendernos de una forma mucho más visceral y dramática.
