Un disco que evoca al amor maternal y envuelve al oyente en una intimidad cálida y auténtica
La irrupción de Tirzah fue un flechazo en toda regla. ‘Devotion‘ nos presentaba a la artista londinense como la máxima expresión de la naturalidad y la imprevisibilidad pese a lo trabajado y lo cuidado de sus letras y bases rítmicas. Este último era otro de los puntos clave de este primer disco, en el que Tirzah daba un lavado de cara muy interesante a las melodías, letras y beats que rodean a la música R&B y pop.
‘Colourgrade‘ no solo supone una nueva vuelta de tuerca a todos los detalles técnicos que hacen a Tirzah única, sino que va más allá en la temática que expone a lo largo de la pieza. Nos remontamos a 2019 y a la gira de la artista promocionando su primer disco, al nacimiento de su primer hijo y a la construcción de una vida en torno a los nuevos acontecimientos que se sucedían. ‘Colourgrade‘ gira en torno al amor en su más pura expresión, a la vulnerabilidad, a la expresión de los sentimientos más crudos y a la ambigüedad que rodea nuestras vidas.
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Tras una intro metálica y envolvente caemos en ‘Tectonic‘, que nos atrapa con su sensualidad y misticismo, perfectamente evocado por las letras susurradas y el potente beat que lidera la pista. Una impecable transición nos lleva a ‘Hive Mind‘, que continúa en cierto modo con ese aura sensual y ácida, pero que va dando paso a una mayor sensibilidad y ternura que nos abraza. ‘Recipe‘ bien podría servir como una transición a la siguiente parte del disco, nada desdeñable teniendo en cuenta que es uno de los tracks más originales desde el punto de vista instrumental.
La nueva vida se abre paso en una marisma de sentimientos en su más pura expresión
‘Beating‘ es el latido de una nueva vida, y quizá una de las canciones más personales y enternecedoras que Tirzah ha hecho en su carrera. La forma en la que está grabada, con pequeñas imperfecciones, interrupciones y cortes de voz hace que se sienta como una canción de cuna cantada en primera persona. En la misma línea va ‘Sleeping‘, en la que los ruidosos riffs parecen ser el llanto de un infante que la artista intenta apaciguar. Una eterna melodía oscilante en ‘Crepuscular Rays‘ nos lleva al romántico y visceral final entre ‘Send Me‘, ‘Sink In‘ y ‘Hips‘.
Tirzah ha conseguido en ‘Colourgrade‘ expresar con muy pocos elementos una vasta cantidad de emociones y sensaciones, añadiendo matices muy poco comunes en la cultura popular, y mostrando una gran carisma y muy poca preocupación por las apariencias.
