Drake se desmarca de su estilo urbano tan característico para darle un toque electrónico a su discografía en su séptimo álbum de estudio ‘Honestly, Nevermind’
No es la primera vez que Drake se desmarca de sus estándares raperos para juguetear con la electrónica, ‘Honestly, Nevermind’ si es un cambio de registro total aunque en ‘More Life’ ya le vimos juguetear con ritmos más electrónicos adentrados en el deep house en temas como ‘Passionfruit’ o ‘Madibba Riddim’, este corte es algo puramente electrónico, -salvando dos canciones-.
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A los mandos se encuentra principalmente Gordo, el artista guatemalteco ha sido el principal actor en cuanto a beats se refiere. Gordo es generalmente más conocido como Carnage, -aunque a este aka le quedan literalmente tres conciertos para desaparecer-, es un productor que siempre ha estado ligado a la música urbana ya que su genero más trabajado siempre ha sido el trap (electrónico). Drake y el han mantenido una cercanía aunque hasta ahora no habían colaborado en un proyecto juntos. Gordo comenta que la idea surgió en un avión concretamente el beat de ‘Sticky’, habló con Drake y cuando este le contesto fue hasta su casa para grabarlo y J Cole que andaba por casa de Drake participó en dicha grabación. Un homenaje a la música house negra reclama Gordo, una música con la que tiene contacto estrecho desde su niñez, relataba que en su pueblo natal escuchaba musica house en el coche con su tía.
Una de las claves de la fuerza y calidad de este disco es como hemos dicho antes su idea de protesta. Según Gordo es algo irritante que la mayoría de los djs en la industria electrónica sean blancos aún teniendo en cuenta que la música house procede de la comunidad negra de los 90’s en Chicago y Detroit. Su unión con nuestro protagonista Drake es todo un acierto ya que el canadiense tiene la suficiente capacidad de divulgación como para que el mundo entero escuche que la música house de la proveniente de comunidad negra sigue muy viva. Un álbum lleno de mensajes y es que según Drake este trabajo va en memoria de su reciente amigo fallecido Virgil Abloh.
‘Honestly, Nevermind’ el séptimo álbum de estudio de Drake contiene catorce cortes en los que doce de ellos son pura música electrónica fusionada con el r&b y dos singles extra de puro rap. Aparte de Gordo, el sudafricano Black Coffe ha estado produciendo unos cuantos tracks como ya hiciera en ‘More Life’, tres cortes concretamente. Obviamente este disco tiene toques de la música house sudafricana, toques pop aparte y con la ejecución de Drake al rapear encima de una base house es sin duda un experimento fructífero y es que sobre todo en los cinco cortes producidos por Gordo ha logrado llevar el house de los 90’s al mainstream siendo toda una aventura con un éxito rotundo, ‘Massive’ o ‘Calling My Name’ probablemente junto a ‘Flight’s Booked’ los tracks más representativos de a lo que nos referimos.
Las letras no dejan de estar en la línea de lo que Drake acostumbra hablando de desamor y fronteando de números y visitas, aunque la masculinidad tóxica que siempre va adherida con más o menos frecuencia en el relato del canadiense curiosamente en esta ocasión decide “sentar la cabeza” contrayendo matrimonio con 23 mujeres a la vez, lo normal.
Una suave introducción haciéndole warming a uno de los principales singles del LP, ‘Falling Back’, producido principalmente por Rampa, Beau Nox y &ME, dando rienda suelta al minimal-deep house con toques dancehall adherido a un Drake forzando el tono de voz. Dando paso a ‘Texts go Green’ y ‘Currents’, dos de los 3 tracks producidos por Black Coffe y uno de ellos en coproducción con Gordo. ‘A Keeper’ es un single que perfectamente podría haber formado parte de ‘More Life’, tiene mucha vibra de aquel álbum.
Los siguientes cortes, ‘Massive’, ‘Calling My Name‘, ‘Sticky’ y ‘Tie That Binds‘ son los producidos por Gordo donde más se nota la influencia de la música house con toques acid, deep y minimal, probablemente ‘Massive’ sea la mas destacable entre todas debida a su potencia para clubbing y su potencial para la pista de baile.
Para la sección final del álbum Drake se reservo los dos rapeos que obvio no podían faltarnos ‘Liability’ y la colaboración con 21 Savage, ‘Jimmy Cooks’, entran dentro de los estándares urbanos del canadiense, aún así siguen siendo sonidos diferentes y experimentales.
Tremendas críticas para Drake por este álbum pero como todo lo que el artista revela tiene fanáticos y haters. Es normal que los mas puristas del rap critiquen este álbum y más en la comunidad americana pero hay que tener claro que prácticamente todos los estilos musicales proceden prácticamente del mismo lugar, originarios de la comunidad negra. Experimentar es positivo para la industria musical en general, si no, podemos poner a Beyoncé como ejemplo, la reina del pop se ha lanzado a la pista de baile con un corte de dance music ‘Break My Soul’, sampleando un clásico de la música dance inglesa como es ‘Show Me Love’ de Robin S.