La Isla de Óbuda volvió a ser testigo de la celebración de uno de los festivales europeos por excelencia, con una programación musical para todos los gusto que acogió a una media diaria de 65000 personas
Por primera vez en la historia de Wololo Sound pusimos rumbo a Budapest en la segunda semana de agosto para disfrutar de uno de los considerados reyes de los festivales europeos. Del 7 al 12 de agoso Sziget Festival celebró su 30 aniversario, se dice pronto, en su ubicación habitual, la Isla de Óbuda o, como prefieren llamarla, la Isla de la Libertad. Estuvimos presentes del jueves 8 de agosto al domingo 11, disfrutando de la gran cantidad de conciertos y actividades que el festival ofrecía. Os contamos nuestra experiencia.
Sziget Festival ha sido nombrado en varias ocasiones mejor festival de Europa, siendo este motivo nuestra principal curiosidad por conocerlo. Tras hacerlo en primera persona os podemos confirmar que se merece esta distinción. En nuestro caso estuvimos en el camping del festival, concretamente en el Siesta Camping, por lo que os vamos a contar nuestra opinión tanto por la convivencia como por lo musical.
Como os hemos comentado, se realiza en una isla situada en pleno Budapest, a unos 8 kilómetros del centro de la ciudad. Puedes trasladarte desde aquí al festival en transporte público, por unos 5 euros, o en Bolt/taxi por unos 15-20 euros, dependiendo de la demanda. Indicamos como característica positiva la colocación de dos puntos para taxi y Bolt, los cuales se colocaban en las dos entradas del festival, consiguiendo de esta forma que no se provocasen aglomeraciones y fuese todo más ordenado.
La entrada del festival te incluía el camping básico, había lugares concretos para poder acampar tranquilamente aunque si llegas más tarde te tocará acampar en lugares no muy cómodos, como muchos de los asistentes hicieron. Había otras modalidades de camping; Siesta, Comfort y Boutique, el primero y segundo se encontraban en lugares con más sombras y concretamente el Comfort se situaba más alejado del sonido de los escenarios para un mejor descanso, opinamos que el Siesta Camping también debería estar más preparado para el esto. En cuanto al Boutique es donde se situaba el glamping. Estos camping de pago proporcionaban baños propios y seguridad en el acceso, además de lockers gratuitos e inflador por si necesitabas inflar cualquier inflable.
También había un camping especifico para personas con problemas de accesibilidad, siendo un festival muy accesible, lo que le aporta más reconocimiento aún.
Una vez vivida la experiencia desde dentro os recomendamos encarecidamente que probéis la experiencia camping por la cantidad de actividades y facilidades que este ofrece. Una de las características de este fetival es que el camping se encuentra dento del recinto del mismo. Consideramos que merece la pena adquirir uno de los camping de pago si vais a estar durante bastantes días, ya que con el paso del tiempo se agradece ya que se más cómoda la estancia. Podías encontrar farmacias, centro de psicología, lugares para pasar la resaca, estanco, tiendas de ropa, joyería y utliidades o una gran variedad de food trucks.
Uno de los puntos más positivos es que había un supermercado Aldi y junto a el una zona de grill en donde te preparaban la carnen sin coste añadido, lo que hace que sea muy económico alimentarse en el camping. También como punto importante indicar la cantidad papeleras y baños que hay, sin duda de los festivales más limpios en los que hemos estado.
Como os hemos ido comentando, las actividades que ofrece el festival es uno de los características que diferencia a este festival de los demás. Había espectáculos circenses, tanto en el interior del circo como en el exterior de este, juegos, puntos de yoga y manualidades o zona de juegos. Lo consideramos una gran experiencia para vivir tanto en pareja como con un buen grupo de amigos.
En cuanto a los precios se nota una cierta bajada en cuanto a los festivales españoles, teniendo cervezas de medio litro por 4€ y copas desde 8,40 a 12€. Con los food trucks podías comer perfectamente por 8 – 12 euros, con una cantidad superior a la media de festivales europeos. Si decides optar por desayunar, comer y cenar de lo que el supermercado te ofrecía podías gastarte entre 2 y 7 euros por comida.
Se trata de un festival con una programación muy variada, con la electrónica como una parte pilar de su oferta musical. Comentarte que es un evento al que asisten cantidad de tipos de personas, desde familias, a jóvenes que están iniciandóse en el mundo de los festivales, gente más experimentada y veteranos, de todos los países, con mayor presencia local, holandesa, alemana e italiana, apenas vimos a españoles.
¿Y cómo fue musicalmente el 30 aniversario de Sziget Festival? El segundo día (cuando llegamos) el nombre del festival fue sin duda Halsey, quien volvía a los escenarios tras varios meses sin actuar, ofreciendo en el main stage un concierto potente y emotivo. A destacar el gran directo de la autodemonidada banda techno, Meute, en el Revolut Stage, el segundo escenario más grande del festival. Una de las actuaciones más aplaudidas y bailadas de toda la programación.
En la noche los amantes de lo electrónico tenían dos opciones muy diferentes por las que decantarse. Disfrutar del hardstyle y el hardcore en el takeover de Q-Dance en el Bolt Party Arena, donde cada día había un showcase diferente, o disfrutar del house y sonidos tech del Yettel Colosseum, nosotros decidimos apostar por lo segundo, aunque nos dimos un paseo por el takeover y confirmamos que fue todo un éxito, demostrando el reclamo que tiene el hardstyle y sus derivados en Europa. Enzo Siragusa fue el calentamiento perfecto para la llegada de ANOTR, proclamando al dúo holandés como uno de los nombres mejor recibidos en este escenario, marcando dos momentos clave en la noche al hacer sonar ‘Relax My Eyes’ y ‘Vertigo’, ambos temas junto a Abel Balder. Honey Dijon puso la tónica Chicago con su house enfocado a la pista, a través de temas como ‘Work’ de Masters At Work o ‘The Gospel’ de Gene Farris.
El viernes el mainstage vibró con los estilos propios de dos británicos, Stormzy y Liam Gallagher. Nuestra atención estuvo puesta en la electrónica presente en este día, destacando el takeover de Awakenings en el Bolt Party Arena, lo que demostró el poderío de la marca holandesa, con una propuesta que fue del techno melódico de Kevin de Vries, al techno de Enrico Sangiuliano, pasando por el sonido progresivo de Joris Voorn y acabando en los ritmos variados y contundentes de Daria Kolosova.
El Yettel Colosseum, el segundo escenario electrónico del festival, fue testigo de una noche variada. Se tenía prevista la actuación de DJ Seinfeld pero no pudo asistir por enfermedad por lo que se extendieron los demás sets. Desde el house de CCL pasando por los sonidos clásicos y trances de Narciss y Job Jobse y culminando con el set ecléctico de Eris Drew junto a Octo Octa, que durante 3 horas hicieron bailar a los asistentes presentes.
Nuestro sábado empezó bien temprano y de una forma diferente. Decidimos probar la experiencia Boat Party by Don Julio, que sin duda os lo recomendamos si asistís alguna vez al festival. Por un precio de 44€ puedes difrutar de una fiesta en un barco mientras navegas por el Danubio, siendo una actividad que combina turismo y música, creándose un muy buen ambiente en el público. En nuestro caso bailamos con el dúo escocés LF System, quienes deleitaron a los presentes con un set lleno de ritmos house y tech, con una selección de temas alegres y desenfadados, como pueden ser su remix al ‘Saving Up’ de Dom Dolla, su aclamado ‘Afraid To Feel’ o el remix de DJ E-Clyps al ‘Brighter Days’ de Cajmere & Dajae..Si tienes la entrada del festival te incluye el traslado del camping al barco donde se realiza la fiesta.
De vuelta en el festival fuimos testigos de dos de las actuaciones más aclamadas, demostrando el poderío del fandom de Louis Tomlinson y Martin Garrix, siendo el holandés el artista que actúo en frente de más personas, llenando al completo el mainstage de Sziget Festival. Un set marca de la casa en la que no pudieron faltar clásicos como ‘In The Name Of Love’ o ‘Scared To Be Lonely’ así como ‘Smile’, uno de sus últimos estrenos
Una noche más los amantes de lo electrónico tenían bastante donde elegir pasadas las 11 de la noche, siendo este día protagonizado por el takeover de STMPD Records en el Bolt Party Arena, destacando por la actuación sorpresa de Martin Garrix y por los sets de artistas como Dubvision, Moksi o Mesto. A pocos metros de este escenario se encontraba la tónica techno de la noche, en el Yettel Colosseum, con nombres aclamados del género como Len Faki, Sam Paganini o Anfisa Letyago.
El domingo nos brindó algunas de las mejores actuaciones electrónicas de todo el festival. El Yettel Colloseum vibró al ritmo de los sonidos melódicos de Coeus y NTO, este último, el francés, en formato live, sin duda una actuación que recomendamos ver si te gusta la música electrónica, muy emotiva y rítmica. Estos sets fueron los precedosores a la tónica afro house del americano AMÉMÉ, quien fue encargado de calentar a la pista antes de la llegada de una leyenda electrónica, Sven Väth. El alemán realizó un set de 3 horas en el cual fusionó ritmos modernos con clásicos, habiendo momentos más melódicos y otros más cercano al techno convencional, haciendo sonar temas como ‘Animae’ de Voodos & Taboos, ‘Black Halo’ de Gregor Tresher o ‘The Fall’ de Raxon.
Tras la divertida actuación de Crystal Fighters en el Bolt Party Arena llegó el momento de otros de los sets más emotivos del festival. Días antes conocimos que Kiasmos no podían actuar por enfermedad, por lo que su puesto sería sustituido por Christian Löffler. El alemán no falló y volvió a demostrar porque su live es una de las actuaciones a tener más en cuenta si te gusta la electrónica emotiva, dejando grandes momentos al hacer sonar ‘New Fires’, ‘Haul’ o ‘Myiami’.
En nuestro caso nos despedimos del festival con el set del dúo alemán Modeselektor, que fue una auténtica pasada. Fue la demostración de como hacer bien un set sin entrar en monotonía, apostando por diferentes estilos que emanaban sensaciones similares. Desde techno a ritmos rotos, favela funk o speed dembow, consiguiendo de esta forma animar al público fácilmente. En su repertorio sonó ‘Jiggy Bow’ de Amor Satyr & Siu Mata, el remix de Marcel Dettmann al ‘Bad Kingdom’ de Moderat, ‘The Bells’ de Jeff Mills o ‘Flight FM’ de Joy Orbison.
Así acabó nuestra primera incursión en Sziget Festival. Ya te habrás dado cuenta de como es si has llegado hasta aquí, es un festival que cuida muchos aspectos del mismo, con un buen sonido en todos sus escenarios, recintos limpios, cantidad de actividades para disfrutar. Es una experiencia en la que vas a encontrar a un público muy diverso, el cual parte de el no va expresamente por la música si no simplemente a disfrutar del festival. En nuestro caso, se lleva el notable alto y esperamos volver a disfrutar en la Isla de la Libertad.