El estreno del Colectivo Ravenclaw en el Laboratorio Octogon se cerró con un sold out, público entregado, sonido perfecto y Djs tan noveles como talentosos
El pasado 21 de Septiembre nos trasladamos a un lugar que, a pesar de su juventud, podríamos afirmar que oposita a ser una de las mejores casas para que aquellos que busquen sonido joven y fresco. Ubicado en Moratalaz, el Laboratorio Octogon es una propuesta tan curiosa como atractiva.
Como su propio nombre indica, hablamos de un octógono en el cual, gracias a la tecnología OCTOSONICS. Naciendo desde la mesa de mezclas, el sonido se proyecta a través de 8 altavoces simétricos sobre el público y el artista. Esto crea un ambiente inmersivo en el que ambos se fusionan en uno con el único objetivo de disfrutar.
No hay reglas, no hay barreras, solo rave, ese es el lema del Colectivo Ravenclaw, un grupo de jóvenes Djs con mucho talento y ávidos de crecer, los cuales fueron los encargados de poner patas arriba el Octógono. Tras su nacimiento hace prácticamente un año, estos chicos han ido creciendo poco a poco. Comenzando su historia en raves debajo de puentes y túneles han llegado por fin, tras mucho esfuerzo, a un lugar donde pueden demostrar con creces su talento. Era su momento y estaban preparados, además, como colofón, sumado a su line up habitual contaban con un fichaje de altura.
Entrando ya en términos de música, los primeros encargados de hacer bailar al público fueron NARCX y GALGØ, en formato B2B. Como es lógico en un warm up, el set comenzó con nivel de BPMs bajo aunque los ritmos eran tan alegres y bailables que la gente comenzó a entrar en calor con facilidad. Un techno jovial y atrevido que, poco a poco fue subiendo la intensidad aunque sin perder el carácter ¨bailongo¨. Cabe destacar la sincronía de ambos Djs a la hora de apostar por mixes y drops atrevidos pero acertados y de darle al público lo que pedía el momento. Sin duda, un gran inicio para una noche que prometía.
Tras este B2B llegó más contundencia, DNS primero y, Sikoti, el cabeza de cartel, después elevaron las revoluciones brindando el sonido hard techno que tan de moda está actualmente. Del primero destacamos la habilidad para meter temas como ‘Ganster Paradise‘ entre martillazos industriales y del segundo la capacidad para adaptar su set a lo que el Laboratorio requería. Comenzando con un estilo non stop industrial combinado con ácid la sesión fue oscureciéndose poco a poco para culminar con ritmos de psytrance muy raveros y poderosos y temas propios de puro Rave Alert como ‘Never come back‘ o ‘Baiana‘ que hacían imposible parar quieto un momento. Quizá la gente le podría demandar más protagonismo al ser el cabeza de cartel, pero el Dj escocés entendió perfecto el concepto de Ravenclaw y, aunque se le notaron los galones, no quitó para nada el protagonismo a nadie y preparó perfectamente a los allí presentes para el colofón final.
Pasaban las 5 de la noche e irrumpía en cabina el creador de esta fiesta. Un diabólico H1pnos1s que jugaba en casa y se propuso darlo absolutamente todo. Sin duda, fue el set más violento, pero, no por eso, fue menos preciso. Energía a raudales, un estilo ravero y una cantidad indecente de fake drops con los que conectaba con el público. Sirenas, luces de la sala y melodías como la de ‘Harry Potter‘ que acababan sumergidas debajo de un bombo contundente y ácidos chirriantes. Muchos recursos en poco tiempo con el hard techno por bandera, el cual solo se apagó en los últimos minutos donde los sonidos dejaron de ser tan agresivos para tomar un carácter noventero y juguetón. Esa era la señal para que entrara en escena el último Dj quien dejaría el techno de lado para pinchar a pura makina.
Quince que así se llama el joven era la guinda del pastel para cerrar magistralmente esta fiesta. Para nosotros ponerle al final fue un auténtico acierto. A pesar de que disfrutamos mucho el resto de sest, el suyo fue otro nivel. ¿Quién esperaría sonidos de makina en un evento de techno actual? Pero no solo nos conquistó por la novedad, sino por la precisión y agilidad del Dj a la hora de crear melodías del estilo del Xque y el Pont Aeri que acompañaban a temas vocales clásicos que fueron virando desde ‘La flaca‘ hasta ‘Apologize‘.
Hora y media de puro disfrute en la que, a pesar de las altas horas, nadie quitaba la atención de la mesa de mezclas y se creaba una atmosfera indescriptible y muy disfrutable. Podríamos decir que, gracia a su música y al sentimiento de comunidad creado, Quince nos metió en una cápsula del tiempo y nos trasladó a la época de las primeras raves. Desde Wololo Sound os recomendamos seguirle la pista tanto a el cómo a los chicos de Ravenclaw porque, han venido para quedarse.
Lo único que nos queda decir es que, a pesar de que fue una fiesta de ocho horas, se nos hizo corto y eso es sinónimo de que, tarde o temprano repetiremos. Esperemos que esta unión de Laboratorio y Colectivo dure por mucho tiempo, pero, mientras tanto, os recomendamos seguir a ambos en sus redes sociales, ya que, juntos o separados, son dos conceptos que van para arriba. Nosotros ahí estaremos para observar sus crecimientos ¿Nos acompañaréis?