La industria de la música electrónica ha pasado por sus momentos más duros en estos dos años. Aprovechando el parón de la escena, muchos artistas y consumidores de la escena se lanzaron al aprendizaje de la producción musical online
No hay duda de que la música electrónica ha sido uno de los sectores más castigados por las restricciones de los gobiernos de todo el mundo. En casi todos los países, los amantes del ocio nocturno tuvieron que resignarse a que las medidas de contención de la COVID-19 cerraran los clubes y salas de fiestas. Todo ello en un contexto en el que pareció quedar patente que la música electrónica no era, en realidad, considerada como un activo cultural.
Este fue, por ejemplo, el enfoque que adoptó Países Bajos hacia su escena. A pesar del gran peso que tiene este género musical en el país, el Gobierno neerlandés mantuvo vetados los eventos durante la mayor parte de la pandemia. Sí, hubo manifestaciones para que se apoyase y se reconociera a la música electrónica como un importante activo dentro del sector cultural, aunque sin grandes logros.
La luz al final del túnel
Afortunadamente, a finales de febrero se levantaron las restricciones que impedían la celebración de eventos musicales. Los holandeses pudieron entonces volver a disfrutar de sus emblemáticas pistas de baile, algo que llevaba sucediendo varios meses antes en muchos otros países. Todos vamos teniendo la sensación de que, si bien la COVID-19 parece haber llegado para quedarse, estamos aprendiendo a convivir con la enfermedad. Sin duda, esto son buenas noticias para la música electrónica después de dos duros años.
Pero, ¿cómo ha logrado sobrevivir y adaptarse durante este tiempo una escena silenciada prácticamente por completo? Una de las respuestas a esta pregunta nos la da la producción (y la formación en producción) musical.
De ravers a DJ y productores
El cierre de clubes y festivales a nivel mundial supuso que los artistas de la escena se quedaran sin trabajo. Esto hizo que muchos de ellos aprovecharan el parón para encerrarse en sus estudios a producir, formarse y reinventarse.
De igual modo, muchos ravers y asistentes habituales a estos eventos decidieron invertir el tiempo libre durante los confinamientos en aprender a pinchar o producir. Fue así como muchos pasaron de ser meros consumidores a adoptar un rol más activo en la escena convirtiéndose en DJ y/o productores.
Aquí fue donde varias plataformas de cursos de producción musical online irrumpieron en el mercado con diferentes modalidades de aprendizaje por Internet. Todas ellas apostaban por derribar las barreras ligadas tradicionalmente a la formación presencial.
Aunque muchas de estas plataformas ya ofrecían cursos online antes de la llegada de la COVID-19, las restricciones y confinamientos hicieron que crecieran sus comunidades de suscriptores. Y no es de extrañar, pues la pandemia hizo evidentes las ventajas que ofrece la formación online, una modalidad mucho más libre y flexible que la tradicional formación presencial.
Este es el caso de la escuela Producción Online, una de las plataformas españolas que más éxito ha tenido en la formación de productores de manera 100% virtual. Fundada por el barcelonés Álex González (productor y técnico de sonido) en el año 2015, Producción Online siempre se ha especializado en ofrecer cursos de diferentes temáticas (producción, estructuración, mezcla, masterización, etc.) en formato vídeo a sus suscriptores.
Con una trayectoria de crecimiento desde su fundación, Álex vio cómo su proyecto experimentó una explosión tras la llegada de la COVID-19. Y no solo porque aumentaran los suscriptores de su plataforma, sino también porque durante la pandemia fichó a nuevos profesores en su plantilla. Algunos de los nombres que incorporó fueron ni más ni menos que Dave Sinner, Rendher, Baum, Gaston Zani, Angel Heredia o Peerk.
¿Por qué apostar por la formación en producción musical online?
Si algo hemos aprendido en estos dos años es que hasta de la situación más difícil se pueden sacar aprendizajes positivos. Esto es lo que probablemente le ha ocurrido al campo de la formación en producción musical, que se ha visto trasladado en una grandísima medida al entorno online.
A pesar de los muchos detractores que pueden tener este tipo de cambios, no hay duda de que las formaciones online juegan con una serie de ventajas que no tienen las formaciones presenciales.
Entre ellas, la más importante puede que sea la flexibilidad a la hora de seguir los programas formativos, aunque no es la única. Con estas plataformas, tenemos la libertad de poder formarnos cuando y donde queramos. Además, no solo cuentan con cursos y tutoriales, sino que también ofrecen una gran cantidad de recursos gratuitos o a precios especiales para sus miembros. Otros puntos a favor de estas plataformas son las sesiones de track feedback que organizan, así como sus comunidades interactivas, que permiten conectar con otros productores afines y aprender de ellos.
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