La leyenda del Electro vuelve a Ed Banger para lanzar el disco que supone su regreso

Para los melancólicos de los dosmiles, 2019 será recordado como el año de los retornos. El cambio de milenio vió nacer una nueva escena electrónica, con capital situada en el país galo. De ellos salieron muchos artistas que a día de hoy etiquetamos de leyendas, y algunos optaron por dejar ahí su legado. O no. Durante estos diez meses y poco que llevamos, hemos presenciado la ruptura del hiato musical de algunos de los ídolos que se forjaron durante esa época. Gesaffelstein, Brodinski,… Y ahora es turno del rey del Electro, hijo pródigo de Ed Banger: el gran SebastiAn.

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El maestro de los glitches ha vuelto, y tras unos meses dejándonos entrever lo que estaba por venir, hoy por fin tenemos entre nuestras manos THIRST. SebastiAn ha confeccionado su nuevo álbum de estudio ocho años después de su ya mítico ‘Total‘, que incluyó himnos como ‘Embody‘ o ‘Love In Motion‘. En este caso, vemos a un SebastiAn más melódico y sosegado, centrando el peso en la harmonía y restando importancia a la potencia a la que nos tenía acostumbrados.

Aunque nos consuela saber que sus directos conservan la esencia del SebastiAn que le convirtió en leyenda – tal y como lo vivimos en el Sónar -, toca hablar de THIRST. Más allá de los primeros sorbos que el artista nos ofreció, ya hemos podido degustar el menú entero. Las malas noticias son que no se habrá saciado la sed de los que esperaban intensidad y energía. Si bien vemos una progresión del autor a nivel instrumental, hay un notable retroceso en lo que le hizo destacar: la electricidad.

Quedan restos del toque indistinguible del francés en temas comoMovement‘ o ‘Pleasant‘ junto a Charlotte Gainsbourg, pero si por algo destacará este álbum no será por su potencia. Tanto en su musicalidad como en sus infinitos arpegios y sus instrumentos orquestales, SebastiAn derrocha epicidad. Si algo sabe hacer bien el francés, es poner banda sonora a los momentos – como ejemplo tenéis los incontables anuncios de coches que han optado por usar sus trabajos -, y ante ese dote no pasa factura el tiempo.

¿Nos tendremos que acostumbrar a esta bajada de marcha de SebastiAn? ¿O nos espera otro capítulo más que dé esperanzas a los amantes de la potencia? Antes de perder la fe, tocará verlo en directo de nuevo para recargar energías. Aún así, no se debe quitar valor a la gran pieza que el francés ha construido para deleitar nuestros oídos. ¿Que no os basta con leerlo? A un click os dejamos de disfrutar de THIRST y sacar vuestras propias conclusiones.