La semana del Ombra Festival ha acabado y el frio industrial de la antigua fábrica de Mercedes Benz aún resuena en la cabeza de los cerca de 2000 asistentes que pudimos disfrutar en su sexta edición del despliegue de artes escénicas y visuales que han dejado huella en los asistentes un año más.
Ombra alberga una comunidad de amantes de los sonidos oscuros y alternativos y devoción por las corrientes más underground de la música e innovación cultural, que hace gala de la creatividad y pasión por la música electrónica alternativa de la dark wave y movimiento post-punk en todos los escenarios del festival. Escenarios que no solo fueron los correspondientes a la música, sino también las diferentes galerías y talleres previos a los tres días de EBM, sintetizadores y amistosa oscuridad que rodean al evento.
La semana de la experiencia Ombra empezó el martes con charlas y paneles de discusión en Bridge48, una localización ideal para la ocasión que comenzó con la DJ y locutora Juanita Ramírez y por la que durante martes y miércoles pasaron artistas y profesionales de la industria para compartir su conocimiento y enseñanzas con los participantes. En el panel se podía reconocer a artistas que más tarde tenían cita, siendo parte del lineup del festival, y acudían a este encuentro que ya dejaba entrever el camino que tomaría el festival, en el que la corriente más oscura y alternativa de la música electrónica escenifica una apasionada búsqueda constante por la innovación y la cultura.
El sold out del jueves, día de presentación y apertura celebrado en la Nau Bostik, era una verdad a voces que dejaba fuera a los que en el último momento buscaban entrada para exprimir la semana de actuaciones al máximo, pues el día acababa con los sets de los dos reconocidos DJs HD Substance, quien también participó como ponente el día anterior, y Ancient Methods que tantos halagos posteriores recibía.
La experiencia Ombra es inmmersiva y única y desde el inicio de ésta tiene un carácter plenamente colaborativo. La dirección artística del festival, a cargo de Sergi Ribó, que sin escatimar en buen gusto y esencia dark, recibe al visitante con un libro de cromos por completar con las pegatinas de los artistas que componían el festival y que se entregaban en la barra tras la compra de bebidas y que al finalizar el festival lo convierte en un objeto digno de coleccionismo por la dificultad de completar en su totalidad. El recorrido de un largo pasillo oscuro ambientado por máquinas de humo y destello de luces láser rojas y blancas eran la bienvenida que parecía dejar de fondo la masa convencional de la sociedad, mientras recorriendo este pasillo los flashes y láseres dibujan las siluetas en una gran pantalla con la proyección de un televisor analógico de los que poco a poco comenzábamos a llegar.
La programación musical del viernes fue aglutinando a la gente que bailó hasta casi la madrugada. El set del escenario Operator de Vema Diodes comenzaba con una intro cargada de fuerza con una vocal de crítica a la superficialidad en la misma sintonía que la esencia del festival. El DJ y productor impulsor del underground natural de Cornellá, hizo bailar con un set live cargado de ritmos y melodías de sintetizadores que daba mucho que hablar luego por el maravilloso descubrimiento que supuso para gran parte de los asistentes.
El escenario Ombra poco después reunía a los que se decantaban por el griego Alpha Sect, sirviendo techno EBM crudo e industrial, de melodías ácidas y vocales en directo que tanta fuerza desprendía desde el escenario hacia el público con su visceral actuación.
En el escenario Twlight, mucho más electrónico y experimental, el sevillano Wará dejaba una actuación de electrónica oscura y enigmática.
Barras atendidas a buen ritmo de manera amable y con precios asequibles concentraban a los asistentes que paseaban de un escenario a otro. La galería de arte que recorre el pasillo de la fábrica albergaba las exposiciones de artistas visuales entre los que se puede destacar el trabajo de RIP TV.
Desde el sábado a las 10:00h de la mañana el set del DJ Barcelonés Kinetic en escenario Megabreakz, recibía con calidad y vinilos de electro, techno y breaks y hacía bailar desde desde primera hora, dejando paso al enérgico y oscuro set de techno EBM industrial y enfurecido de Ruben Montesco, dueño de Industrias Mekanicas que no podía faltar en el la cita.
El francés Cold Colors desde el escenario Ombra deleitaba al público con su set live emocional cold wave de sintetizadores que mantenían la atención del público y lo hacía viajar mientras bajaba el ritmo de los bpms de la experiencia sonora del festival. El escenario Operator ofrecía una atmósfera colorida por la luz que entraba por su cristalera, y se llevaba la gran atención de la mañana del sábado que con las actuaciones de Mecanizados Colomer, The Juggernauts vestidos con un atuendo robótico y Raderkraft reunieron gran parte de la atención del público. Más tarde el escenario Ombra concentró frente a A Split-Second, banda belga mítica de electrónica de los años 80. Actitud y elegancia en el escenario que cantaba con el público sus temas míticos como ‘Rigor Mortis’.
El último y más esperado día de festival, reunió desde las 12:00h frente al set impecable de Oriana, quien repetía presencia en el festival y tan esperada era por todos, para seguir bailando sin parar con Andi, quien cambiaba de estilos de manera fluida, entre el italo disco, electro, house y un sin fin de vinilos que cambiaba con soltura y hacía bailar tema tras tema, dando la oportunidad de bailar grandes hits como el tan coreado track ‘Foco de la Discoteca’ de los ya separados artistas de Badajoz Game Boyz, manteniendo la atención de la pista que no podía parar de bailar disfrutando del estilo disco que la artista neoyorquina transmitía. Sus características e impresionantes uñas de gel rosas no parecían impedimento para el set que tanta alegría desprendía entre el público.
Si el momento de descansar los oídos o pasear había llegado, el market que conducía de un escenario a otro, en el que los vinilos, merchandising o diferentes puestos de moda tentaban la compra del asistente, era una opción paralela a las galerías artísticas que exponían trabajo de varios artistas entre los que destacar la exposición fotográfica de Demis Martinelli. La zona de restauración con stands de comida y gran variedad de oferta, llenaba sus bancos de visitantes entre los que sorprendía la variedad de países de procedencia de estos. La evidencia de que la llamada al oscuro y experimental festival ha conseguido reunir a los amantes de lo industrial de Europa es un hecho.
El público del escenario Ombra enloqueció con la actuación de Raúl Paez, 80%Baul, quien comenzó junto con una banda, algo nada habitual en su show y especialmente ensayado para el festival, e hizo cantar temas como ‘Empieza un nuevo día’ de principio a fin al público y golpeaba un rosal de metal que era un instrumento protagonista más de su show, acompañado por la proyección de unos visuales que vestían una actuación llena de seguridad y control de la experiencia del show.
Spacer DJ, quien también ha participado en festivales míticos de la electrónica como el Sonar 2024, fue la encargada de las entrevistas que se realizaron previamente a algunos de los artistas y parte del equipo organizativo y artístico del festival, te llevaba a un trance profundo al mismo instante de poner un pie en la pista Twligth con un set bajado de bpms y de un techno introspectivo difícil de etiquetar. El ritmo lento y tribal de la DJ, cerraba el escenario a manos de la artista catalana que hipnotizó a todos los allí presentes.
La actuación de Puerta Negra con su impresionante y política puesta en escena levantó al público al canto de su tema ‘Violencia’ el cual era interpretado y coreado febrilmente. Su actuación dejó momentos reseñables partiendo una bandera de Estados Unidos a la mitad. El público celebraba este gesto anticapitalista. L.F.T (Love Fist Tears) y su vampírico sonido que entre sirenas y una atmósfera profundamente lúgubre descargaba las pilas de los asistentes al festival.
De esta forma, Ombra vuelve a coronarse como el templo de los amantes de la música alternativa y experimental de las corrientes más oscuras. Una atmósfera sombría y comunitaria que reúne a artistas y amigos de las corrientes post punk y electrónicas de toda Europa, con precios asequibles, más de 60 artistas y una impecable y analógica puesta en escena desde el inicio del festival.