El festival “Created In Barcelona” enmendó sus errores logísticos del año anterior y trajo un conglomerado de actuaciones sublime

Dicen que las primeras veces nunca se olvidan. Podría atribuir el mérito de recordar lo vivido esta última semana en el Parc del Fórum a ese dicho, pero creo que esa medalla se la han ganado por lo que se vivió, se escuchó y se bailó en Barcelona esta primera tanda de Primavera Sound 2023. Y como hay mucho que contar, pongámonos manos a la obra:

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OPENING DAY:

La primera impresión cuenta –y mucho– en términos festivaleros. Está claro que el Primavera Sound es un festival diferente por lo que aporta a la ciudad en la que aterriza, y en gran parte se debe al circuito de conciertos que ofrecen a aquellos que no se han podido hacer con el abono. Y ojo, que no estamos hablando de artistas emergentes, sinó en algunos casos de leyendas. Y si no, ya me diréis con qué otro adjetivo se puede catalogar a Pet Shop Boys, el dúo más exitoso del Reino Unido –según el Libro de los Records Guiness y mi padre– y autores de éxitos atemporales que obviamente sonaron en la jornada inaugural del festival. Una velada que contó también con la participacion de Jake Bugg y Confidence Man, aunque por desgracia no pudimos llegar a tiempo para verlos.

Así que centrándonos en uno de los grandes nombres del line up, los Pet Shop Boys, señoras y señores. Dos artistas de más de 60 años que, una vez les apuntan los focos, suenan igual que en sus treinta y pocos. Con una voz inconfundible como es la de Neil Tennant, que junto a las teclas de Chris Lowe pusieron patas arriba el recién estrenado escenario Amazon Music. Una actuación que empezó con ambos vestidos de batas largas y máscaras blancas, posados bajo dos farolas, estáticos ante una pantalla de led horizontal y con ‘Suburbia‘ para romper el hielo. Una estrategia que empezó alimentando al público solo con su presencia y música, y de ahí para arriba. Poco a poco su puesta en escena fue in crescendo, desde quitarse las máscaras y moverse de lado a lado del stage, a levantar la pantalla y descubrir al resto de la banda tras ella y duplicando la altura de unas visuales que eran caramelos para los ojos.

Un opening day que dejó el listón muy alto como los verdaderos headliners que son Pet Shop Boys. Una actuación que llegó a sus picos de éxtasis en algunos de sus clásicos como ‘Domino Dancing‘, ‘It’s A Sin‘ o el eufórico ‘Always On My Mind‘, dejando para un esperado bis que se hizo de rogar ‘West End Girls‘, la guinda del pastel a un setlist exquisito y un show muy visual, liderado por la imborrable sonrisa de Tennant y la sangre fría de Lowe.


DAY 1:

Ahora sí, contamos con todo el mapa del juego desbloqueado. Como novato de la experiencia Primavera Sound, había escuchado cosas de la edición anterior que necesitaba comprobar en lo que a la ubicación se refería. Entre ellas, al compartir mi hoja de ruta con algunos amigos, me desearon suerte si tenía el optimismo de querer recorrer las largas distancias entre escenarios en tantas ocasiones. Pues para nuestra sorpresa, esa crítica del público –bastante popular por lo que tengo entendido– fue escuchada por la organización, desembocando en una distribución del lugar más condensada, reduciendo las distancias entre actuaciones y haciendo más agradable la experiencia del usuario. Primer punto positivo para la organización.

Ya en lo musical, vayamos a repasar nuestro historial haciendo especial hincapié en lo que os interesa: la electrónica. 15 escenarios con actuaciones simultáneas durante 14 horas. Desde nuestra entrada hasta la primera actuación “electrónica” de la jornada, pudimos disfrutar de otras actuaciones de lo más variopintas: desde los primeros moshpits de la jornada a cargo de Turnstile a los beats americanos del rapero Pusha T –incluyendo su mítico ‘Runaway‘ con Kanye West– o el afrobeat de Rema para coger aire para lo que estaba por venir. Porque señoras y señores, tocaba recibir a otra banda mítica banda que marcó en la electrónica con algunos himnos. Concretamente, hay uno que celebraba 40 años desde su lanzamiento y que comprobamos que sigue sacudiendo la pista de baile como el primer día. Estamos hablando de New Order, que soplaron las velas ante miles de personas con su eterno ‘Blue Monday‘, además de deleitarnos también con su ‘Bizarre Love Triangle‘. Parecido a sus compatriotas británicos que dieron el pistoletazo de salida para el festival, lo de los ex-Joy Division fue un recital de veteranía, aunque en su caso se les empezó a ver un tanto faltos de energía ante el público. La edad no perdona, pero lo que si que supieron hacer es entregarnos aquellos clásicos que les han llevado a estar nominados para entrar en el Rock And Roll Hall Of Fame.

@wololosound 40 añazos cumple semejante himno, y anoche pudimos verlo a manos de los propios #NewOrder en la primera noche del @Primavera Sound Barcelona 2023 🎂 #PrimaveraSound #PrimaveraSound2023 #LiveMusic #BlueMonday #BlueMonday40 #fyp ♬ original sound – Wololo Sound

Acto seguido tocó descubrir uno de los espacios con más carisma del recinto: la Boiler Room x Cupra. Un mini coliseo siempre lleno a rebosar –tanto que rara era la vez que no había una cola de gente esperando a que se vaciara el aforo para entrar– que albergó los sonidos más club-friendly de los tres días y viviendo DJ Sets únicos. Los encargados de enchufar sus USBs durante nuestro estreno fueron el dúo S-candalo, que ya nos enseñaron que los BPMs acelerados iban a ser el principal denominador común dentro de esa estructura de andamios. Un break que nos sirvió para todo menos para descansar antes de ver a Halsey mostrar al público barcelonés la verdadera rockstar que es.

Sin salir de la zona de “mainstages”, vivimos uno de los regresos más esperados a la música: el de Blur. Una banda que derrocha personalidad –aunque en algunos momentos se les viera algo oxidados– y que, liderada por el carisma de Damon Albarn con el micro, se convirtió en una de nuestras actuaciones favoritas de todo el festival. Poco de electrónica tienen per se, pero si tenemos en cuenta la de veces que se han escuchado mashups con ‘Song 2‘ en festivales de todo el mundo, podemos afirmar que han puesto su granito de arena en la escena.

Con el reloj marcando las últimas horas, vamos a por todo con tres de las propuestas electrónicas más curiosas de la jornada, y con las que hicimos un picoteo de cada una para tacharlas de nuestra lista y comprobar las expectativas que teníamos. Seguramente hicimos el orden inverso de lo que sería “común” si lo que queremos es ir aumentando la intensidad, pero Brutalismus 3000 fueron los primeros de la lista. Hard techno muy suyo, con la propuesta DJ Set + Vocalista en directo que, si ya su música es contundente, aumentó el hype del público viendo como a parte de bombos perforantes tenían a Victoria gritando con todas sus fuerzas los éxitos de su último álbum ULTRAKUNST –altamente recomendado–.

En segundo lugar, el gran Folamour. Defensor de los ritmos disco house en su versión más clásica, reiteramos que es el hombre de moda dentro de su género. El poder de reclamo que tiene pese a haberse vuelto un nombre relativamente asiduo a los festivales de nuestro país solo puede significar que se ha ganado el respeto y admiración de los españoles, que visto lo visto le bailarían lo que saliera de sus CDJs durante días sin parar.

Y ya con las pilas desgastadas pero con ganas de saber cómo se las gasta en directo, el gran Hudson Mohawke. El productor escocés, que viene de lanzar uno de los EPs de más calidad de lo que llevamos de año junto a Nikki Nair, nos demostró que poco le importan las etiquetas. En el poco rato que pudimos disfrutarlo, le vimos bailando a ritmos y velocidades distintas, siempre con una curación musical casi científica podríamos decir. Nos quedamos con ganas de verlo con más fuerzas para bailarlo y apreciar lo que el chico maravilla nos ofrece en persona más allá de sus increíbles dotes como productor.


DAY 2:

Día clave, y todo el mundo lo sabía. Y más para los amantes de la música electrónica, con el pasado, presente y futuro congregados en apenas unas horas de diferencia. Nervios por lo que podía pasar, y si visteis el cartel de antemano, ya sabéis de qué hablo. Si no, os tocará leer un poco más para entender el por qué.

Arrancamos con una de las actuaciones que, personalmente, más ilusión me hacía poder vivir. Nunca sabes cuando va a ser la última vez que vas a poder ver a unas superestrellas como Depeche Mode, que con el fallecimiento de Andy Fletcher y la salida de su último LP ‘Memento Mori‘, estaba claro que esa actuación iba a ser única. Y así fue: un Dave Grahan para el que los años no pasan se sintió como en casa encima del escenario, cantando desde sus más recientes singles ‘Ghosts Again‘ o ‘Wagging Tongue‘, hasta los esperadísimos momentos de ‘Just Can’t Get Enough‘, ‘Personal Jesus‘ o ‘Enjoy The Silence‘ que hicieron cantar al unísono a ese Santander Stage lleno hasta la bandera.

En uno de los solapes más dolorosos del festival, tuvimos que sacrificar a Four Tet para poder ver de empalme a una superestrella mundial. Kendrick Lamar cogió el relevo de los británicos en el escenario adyacente para entregar el que es sin duda una de las actuaciones más aclamadas de esta edición. Energía, bailarines, estilo, murales gigantes tras él y un reparto de bangers que perfectamente se convertirán en himnos del hip hop como ‘Money Trees‘, ‘Humble‘ o ‘Family Ties‘ con su primo Baby Keem, quién se sumó al show para cantar esa y más canciones codo con codo.

Ahora sí, volviendo de nuevo al escenario de al lado con toda la muchedumbre, tocaba prepararse para recibir al hombre del momento. Fred again.. demostró que el hype que le rodea está más que justificado, no solo reproduciendo sus múltiples éxitos acompañados de esas visuales “caseras” que representan su fórmula personal, sinó posándose al filo de la pasarela con su launchpad para mostrar a todo el mundo la velocidad y sincronización de sus dedos para interpretar temas –algunos inéditos como el que colgamos en nuestro TikTok– en vivo y en directo. Un balance perfecto entre ritmos que incitan al baile, momentos de aire para que más de uno se secara las lágrimas, momentos ensordecedores y con el ratio de móviles grabando por los aires como fueron con ‘Marea‘ o ‘Delilah‘ sonando, y un final con un fallo técnico que paró esta última canción justo en el drop, que dejó al público tarareando a capella la melodía con Fred claramente emocionado por el cariño que el público del Primavera Sound le mostró en su segunda visita consecutiva.

@wololosound Poco se habla de que @Fredagainagain no solo se marcó un conciertazo anoche en el @Primavera Sound sino que además estrenó esta nueva canción 🫣✨ #fredagain #primaverasound #primaverasound2023 #fyp ♬ original sound – Wololo Sound

Como si de un partido de tennis se tratara, volvemos con el rebaño al escenario izquierdo para ver al tercero de los nombres que completan estos “nervios premeditados” que nos generó el line up. Se preparan las luces y se monta un set up muy familiar. Una mesa envuelta por una sábana negra muy al frente del escenario, con la mesa de mezclas protocolaria para cualquier DJ y dos lámparas de mesa a lado y lado. Parece que no estábamos tan locos, y que podía darse un reencuentro del trío más buscado de la música electrónica después de su mediáticas actuaciones en Coachella y Madison Square Garden. Independientemente de eso, con unos minutos de retraso y con solo una silueta a contraluz, se vino EL MOMENTO.

El más que esperado Skrillex, por fin en España. Había muchísimas ganas, y se notó con el primer play del americano. Los moshpits y los saltos no se hicieron esperar ni media canción, y la energía fue mutua. Sonny estaba on fire. Tanto, que literalmente hizo arder el escenario a los 15 minutos de actuación. Un incidente debido a que la pirotécnia alcanzó el plástico protector de las luces superiores y acabó inflamando el andamio. Se paró el show durante 20 minutos hasta que consiguieron apagarlo y comprobar que todas las luces seguían en funcionamiento. Algo que nos dió un segundo arranque frenético –esta vez sin fuegos ni chispas que animaran su set, como era de esperar–, y que ya fue un no parar de armas sónicas mayoritáriamente producidas por el mismo Skrillex. Una sesión en la que sonaron desde clásicos como ‘Scary Monsters and Nice Sprites’, ‘Right In‘ o incluso ‘Where Are Ü Now‘, hasta rompepistas de sus últimos álbumes como ‘RATATA‘, ‘Inhale Exhale‘ o ‘Baby again..‘ que sin duda cobran una nueva dimensión escuchándolos ante un sistema de sonido de este calibre. Una sesión que acabó pasada la hora prevista, con un mashup con Quevedo cantando sobre ‘Cinema‘ y rompiendo en una conocida ID reconducida a ritmo de cumbia. Y pese a que nos quedamos con las ganas de ver a Four Tet y Fred sumándose al jefe de OWSLA en cabina, nos fuimos más que satisfechos. Una completa locura en general que nos ahorró, por lo menos, una semana entera de gimnasio.

@wololosound Nos va a costar mucho recuperarnos del ser de Skrillex por Barcelona… ¿Alguien está listo para verlo en la segunda ronda de @Primavera Sound en Madrid? 🫡 #primaverasound #primaverasound2023 #skrillex #fyp #dj ♬ original sound – Wololo Sound

Y de ahí, a unos que sí que decidieron ir back to back para clausurar el segundo día de Primavera Sound. Cabalgando entre lo juguetón y la contundencia, VTSS y LSDXOXO compartieron los platos para asegurarse de que nadie se iba a ir para casa sin haber sudado hasta la última gota. Para ello, como era de esperar, ofrecieron una sesión de BPMs elevados muy divertida combinando armas de club con algún que otro “crowd-pleaser“, procurando que la gente no pusiera el piloto automático y cantara y bailara hasta el pitido final.

DAY 3:

Tercer y último día de Primavera Sound al uso. Muchas emociones vividas hasta ahora, pero aún quedaba algún que otro plato fuerte. Empezando por la cantante iraní Sevdaliza, una de las propuestas más experimentales del festival. Un concierto del cual pudimos disfrutar los últimos instantes, incluyendo un mini paréntesis en forma de DJ set de la propia artista, los últimos temas cantados como ‘Rhode‘, y de un crossover totalmente inesperado como fue ver a Villano Antillano sumándose al show.

Aprovechando el tiempo antes de una de nuestras “imperdibles”, sacamos la cabeza para degustar dos pedazo de nombres: en primer lugar, Maggie Rogers –a la que muchos conoceréis por ser la chica que Pharrell descubrió en ese mítico video de YouTube escuchando demos de alumnos de la NYU– serenando a los espectadores con su dulce voz, y luego The Voidz con un Julian Casablancas al frente que interpretó los principales éxitos de “su otra banda” excepto el más reciente ‘Infinity Repeating‘, la última canción original de Daft Punk –o así nos lo han querido vender–.

Ahora sí, teníamos cita con Caroline Polachek, que según me comentaron fue una de las mejores actuaciones de la edición anterior. Arrancando con el éxito ‘Welcome To My Island‘ de su último disco ‘Desire, I Want To Turn Into You‘, la cantante estadounidense demostró por qué es uno de los talentos más prometedores del pop, con una propuesta diferente al “fast food” del género, con un gusto musical y una profunda voz que la hacen destacar por encima de los demás.

De ahí nos fuimos de paseo, a ver qué nos seducía. Y como dicen: “la cabra siempre tira al monte”. En otras palabras: volvimos a la Boiler Room, esta vez para ver a Drazzit en acción. Siguiendo con una pista de baile llena hasta la bandera y con un pie en el acelerador, el DJ optó por ritmos Hard Techno y grooves desenfadados y coloridos, en una sesión que mantuvo a la pista en movimiento en todo momento.

Ya de camino a cruzarnos el mapa de nuevo para ver a una de las cabezas de cartel de la velada, coincidimos en los últimos compases de la superestrella Calvin Harris. Viendo la cantidad de gente que se congregó para bailar su sesión y cantar sus incontables hits radiofónicos, fue sin duda uno de los grandes reclamos del día 3 y vimos cómo puso a prueba la efectividad de su último hit ‘Miracle‘ junto a Ellie Goulding. Pero no os vamos a engañar, realmente estábamos haciendo hueco para ver a una de las artistas más transgresoras y exitosas que ha parido nuestro país y que actuaba en el escenario contiguo minutos después.

Estamos hablando, cómo no, de Rosalía, que convirtió el escenario Estrella Damm en una convención de motomamis que gritaron, cantaron y saltaron hasta los adlibs de cada canción. La catalana trajo la misma puesta en escena que en su aclamado tour tanto para aquellos que no la pudieron ver en estadios como los que querían repetir la experiencia. Un show de primer nivel, con mucho entretenimiento y una Rosalía genuina y en constante sintonía con el público.

Tras ella, tocaba visitar otra jefa en lo suyo. Charlotte De Witte convirtió el escenario Amazon Music en una macrorave. Visuales de primer nivel, luces, láseres y una producción completamente nueva convirtieron su set en un faro en medio del festival, con una sesión que cavalgaba entre el techno más contundente con tintes ácidos y trance. Una dosis constante de high-energy que enamoró tanto a los más propensos de la electrónica como los que querían seguir con la fiesta ya con las 4 de la mañana tocadas. Un espectáculo.

Y ya con el horizonte a la vista, nos quedaban dos nombres más antes de concluir esta edición de 2023 del Primavera Sound Barcelona. Por supuesto, uno tenía que ser Jayda G, la DJ que es capaz de mimetizar su lenguaje corporal con su selección musical, siempre optando por las buenas vibras y la euforia constante a ritmo de house. Y por el otro lado, uno de mis favoritos: Overmono. Tras esta, he visto al dúo británico cuatro veces, pero no sé si fue la suma de diversos factores como el amanecer al lado del mar con la inconfundible estructura del Parc del Fòrum coronando la escena, el estreno de su reciente álbum que he tenido en bucle o el saber que era el adiós del festival, pero de todas fue mi favorita. Pese a traer un formato live que requiere mucha más atención a lo que sucede en su cabina que en cruzar miradas con el público, los hermanos Russell se lo estaban pasando como dos hooligans más, ondeando sus chaquetas y animando al público a bailar al ritmo de tracks como ‘So U Know‘, ‘Good Lies‘, ‘Gunk‘ o su ya histórica remezcla al ‘I Have a Love‘ de For Those I Know. Si en algún momento se me tenía que caer una lágrima en todo el festival, debía ser durante ese cierre.

Brunch Electronik x Primavera Sound Barcelona

Si pensábais que el Primavera Sound eran “solo” tres días de música, es que estáis jugando en el modo fácil. El domingo volvimos al Parc del Fòrum para rematar el repóker de jornadas musicales, eso sí, sacrificando muy a nuestro pesar las actuaciones de Camelphat, Ben Böhmer y compañía, para asegurarnos que nuestra salud no iba a correr riesgo alguno tras tanto trote. Al que no queríamos ni debíamos fallar fue Purple Disco Machine, persona que seguramente reconoceremos con el paso del tiempo que es uno de los mejores remixers de nuestra generación, trayendo el groove y el disco a un Amazon Music stage tuneado por el equipo de Brunch Electronik. Durante su sesión nos deleitó con múltiples producciones propias, desde su colosal ‘Body Funk‘ a sus remezclas a clásicos como el ‘Don’t You Want Me‘ de The Human League que tantas alegrías nos dió el verano pasado.

Y ya, ahora sí, siendo el último artista en pisar un escenario de este Primavera Sound 2023 en Barcelona, el hitmaker por excelencia: Diplo. Tras iniciar Higher Ground, su aventura discográfica por terrenos más tech house, hemos visto a Thomas Wesley Pentz en más de una ocasión subiéndose al carro de los 4-on-the-floor. Es por eso que pensábamos que añadirlo a la ecuación del Brunch podría fluir suavemente, pero poco le duró la paciencia al americano. Con ganas de sacudir la pista de baile y sabiendo lo que es arrancar la fiesta, Diplo pegó un volantazo a medio set y mostró su arsenal de música bass, dancehall y caramelos para despertar el modo karaoke del público. Desde el remix de Skrillex a ‘Purple Lamborghini‘ a su colaboración como Jack Ü con ‘Where Are Ü Now‘, a mashups con la acapella de ‘Rhythm Of The Night‘. Una lástima para los que esperábamos verlo mostrando cómo se las gasta en terrenos más “club friendly”, pero está claro que si algo dejó tras su paso fue una fiesta plagada de confeti, luces y mucho ruido. Para gustos, colores… Supongo.


Ya con la resaca emocional superada, toca ver realmente la experiencia en su global, y más tratándose de nuestra primera vez. Lo primero que pienso es en las críticas que inundaban Twitter el año pasado sobre las largas distancias y el caos en las barras. Algo que, si no hubiera sabido de antemano y hubiera ido “a ciegas”, seguramente serían de sus puntos fuertes en esta edición barcelonina. Tanto la cantidad de personal como su repartición de tareas y la distribución de las barras hicieron que en ningún momento la espera para pedir fuera superior a 5 minutos. Los precios de las bebidas, más que justos para lo que es un festival de este calibre. Eso, y una variedad de puestos de comida admirable, con foodtrucks repartidos por todo el recinto.

La repartición de escenarios, perfecta a mi parecer. Por supuesto los horarios y los solapes no estarán a gusto de nadie, y a mi me mosqueó tener que sacrificar a algún que otro concierto para conseguir un hueco decente en otro, pero aún así, creo que poco mejorable la programación.

Y además, destacar también sus facilidades con el transporte, tanto aportando buses extra para volver a la ciudad como su coordinación con la seguridad externa para controlar a las masas en las entradas del transporte público, pues el metro podría ser una verdadera pesadilla si no fuera por esos héroes con chalecos reflectantes dosificando la muchedumbre.

Por supuesto, también destacar la experiencia de Primavera A La Ciutat y el Primavera Pro, dos iniciativas que convierten a éste en un evento diferente y que se mimetiza con la ciudad, con conciertos gratuitos y otros de pago pero muy exclusivos fuera del festival per se, a conferencias, masterclasses, ponencias e incluso mentorías con grandes profesionales de la industria. Un conglomerado de cosas que hacen que la experiencia de usuario sea excelente, y que veremos cómo y donde la podremos disfrutar el año que viene.