El artista neerlandés tuvo un feeling muy especial con el público catalán en la primera parada en nuestro país de su tour ‘Unexpected Odyssey’

El último viernes no fue uno cualquiera en la ciudad condal. Entrando a Razzmatazz horas antes de lo que la mayoría lo acostumbra a hacer, poco antes de las nueve de la noche ya había ambiente en las escaleras de la acogedora sala Lolita de la mítica discoteca barcelonesa. Camisetas de bitbird, OWSLA y alguna de nuestro protagonista hacían un pequeño corralito delante de la puerta de entrada que acorralaban a un hombre notablemente alto, con gorra y pelo muy corto. Eso es, fuimos a verle a él pero no nos esperábamos encontrarnos tan pronto. Estamos hablando del mismísimo DROELOE, que minutos antes de saltar al escenario estuvo fumándose un último cigarro rodeado de fans que aprovechaban para charlar con su ídolo.

Wololo Sound entrevista a DROELOE

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Créditos: Wololo Sound / Urioz

La noche empezaba muy bien, ya que sin si quiera haber reproducido la primera canción, ya tenía a parte del público en el bolsillo. Vincent devolvió anticipadamente el amor que le iba a dar el público en la pista de baile, y tan a gusto que se le veía. Tuvimos la oportunidad de charlar de nuevo con él 24 horas después de hacerlo en nuestra entrevista, y nos chivó algunos cotilleos. Entre ellos, lo difícil que resulta transportar tu propio escenario según en qué lugares –y por eso no lo pudimos ver dentro del inconfundible cubo de neones que todos esperábamos–, y también la mala suerte que tuvo su compañero Laxcity con los permisos de trabajo que le impidieron dar su primer show fuera de su Inglaterra natal.

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Créditos: Wololo Sound / Urioz

Ya dentro de la sala, con un ambiente familiar pero energético, se hizo el silencio. La música bajó por completo y empezaron a sonar los primeros acordes del invitado. DROELOE saltó a la cabina, cogió el micro y despertó los primeros halagos con un “Bona nit Barcelona”. A los catalanes, que somos muy simples, ya nos ganó con esa introducción. Acto seguido tocó bailar el primer drop con las decenas de personas que le fueron a ver a Razzmatazz. A partir de allí, el su set fue todo un viaje que empezó a base de momentos de dulzura musical con canciones como Lines Of The Broken junto a San Holo o su recién estrenado Strangers.

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Créditos: Wololo Sound / Urioz

Pese a la delicadeza de las melodías en sus producciones, DROELOE demostró que en directo se las gasta de otra forma, y para impedir que nadie bajara la guardia hizo un giro de 180 grados poniendo a prueba cómo funciona el drum and bass en Barcelona. Hasta a nosotros nos sorprendió la reacción, pero el neerlandés supo buscar el contraste en el momento adecuado para despertar la euforia y dar aire fresco a la hora y pico de sesión que tenía entre manos.

Y por si aún quedaban expectativas por romper, Vincent sacó de debajo de la cabina una trompeta. Con ella demostró que es más que un simple DJ y alardeó de talento musical acompañando con el instrumento de viento un par de sus propias composiciones. Todo ello entre canciones inéditas, mashups y edits que DROELOE había confeccionado exclusivamente para su nuevo tour, en lo que acabó siendo un set que hizo saltar lágrimas y sudar frentes.

Créditos: Wololo Sound / Urioz

Acabamos la noche sintiendo que podríamos haber estado muchas horas más bailando al ritmo del artista. DROELOE se ganó el cariño de los barceloneses dentro y fuera del escenario, pues si nos robó el corazón cantando al unísono sus grandes éxitos como BACKBONE‘, ‘Sunburn‘ o ‘Virtual Friends –este último demostrando ser uno de los favoritos del público–, también corroboró el amor que había en esa sala tras su sesión, quedándose un buen rato charlando con aquellos fans que querían felicitarle por la actuación y haciéndose fotos con todos y cada uno de ellos.

Muchas dudas había de traer un artista con un sonido tan concreto a una gran ciudad como Barcelona, pero está claro que DROELOE será a partir de ahora más que bienvenido en la capital catalana. Si tienes la suerte de poder verle, te recomendamos encarecidamente que no te lo pierdas, pues ha sido fácilmente uno de los shows con más “buen rollo” que hemos podido presenciar en vivo y en directo de los últimos años.

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Créditos: Wololo Sound / Urioz