La burbuja del EDM ha generado grandes desigualdades en la escena electrónica

En la última década hemos visto como la industria electrónica ha crecido considerablemente. Si en 2012 el IMS valoraba la industria electrónica en 4.000 millones de dólares, en 2018 el valor llegó a 7.000 millones. Por si fuera poco la música electrónica se ha convertido en el tercer estilo musical que más dinero genera en el mundo. Prueba de ello es que muchos DJs se codean con los más grandes de la música a nivel global. Obviamente todo esto ha repercutido en los cachés de los DJs. Estos han subido considerablemente hasta llegar a pagar cientos de miles de euros por una sesión de una hora. Con estos datos, muchos expertos hablan de la denominada “burbuja del EDM” donde los salarios de los artistas son más altos y se hace cada vez más insostenible contratar a los artistas más punteros del planeta.

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Quizás alguno piense que la solución sea contratar a artistas de menor nombre y obviar a los que cobren cifras desorbitadas. Desafortunadamente, este negocio no funciona así y los artistas más importantes siguen siendo contratados debida a su alta demanda por parte del público. Así es como los promotores se ven obligados a recurrir a estos headliners para garantizar el éxito de sus eventos ya que muchos artistas no consiguen atraer a suficiente público. Finalmente, lo que se consigue es que los promotores dediquen una gran cantidad de su presupuesto a los headliners. Esto deriva en que se tienda a hacer macroeventos donde el alto número de asistentes pague con el precio de los tickets el caché del artista que no sería posible en un evento menor con unos precios de entradas similares.

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La denominada “burbuja del EDM” me hace plantearme una cosa: ¿Están los grandes artistas y eventos acabando con el resto de la escena? Vayamos por partes. Primero: los artistas. Como hemos dicho, los promotores dedican gran parte del dinero a los headliners ya que son los DJs que consiguen vender más entradas. El resultado es que, dicho macroevento o festival estará enfocado a los artistas principales. En un mundo que se mueve por agencias, esto hace que el resto de DJs estén a merced de los artistas principales y compartir agencia con ellos es clave ya que muchas veces varios artistas van incluidos en packs junto al headliner. Como consecuencia, si no eres un artista que este ligado a una de estas agencias, tu presencia en los grandes eventos será más complicada y quedará limitada a casos esporádicos.

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En cuanto a los eventos, estamos lejos de la época donde la gente acudía semana tras semana a un club. Generalmente, los macroeventos han ganado mayor importancia y el cartel se vuelve clave para conseguir el éxito del evento. Esto hace que un evento con un aforo limitado tenga ciertas dificultades para contratar artistas que garanticen una buena entrada en el local. Por el contrario, los eventos con grandes aforos tienen mayor facilidad para contratar a los headliners y pagarles cifras mayores con las que los clubes más pequeños no pueden competir. Ya que, debido a su gran aforo, pueden ofrecer el mismo evento a un mayor número de personas y vender tickets a precio más reducido.

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Personalmente, aunque disfruto de los grandes eventos y artistas, esto me hace pensar en que somos un poco injustos con el resto de la escena. Nos movemos por grandes nombres y eventos mientras que un club más pequeño o un artista de menor popularidad muchas veces queda apartado de una escena en la que no es justa con gran parte de ella misma. Así es como las demandas del propio público y la lucha continua entre artistas, agencias y promotores han creado una desigualdad, donde, como en la vida misma, los grandes cada vez son menos y tienen más poder y el resto de la escena está a merced de ellos.

Kike Varela
Música electrónica como forma de vida. Aportando mi granito de arena para que la escena electrónica esté en el lugar donde se merece.