El chico inglés murió en el hospital tras “caer enfermo” en el festival
Sumamos otro doloroso acontecimiento a la lista de festivales celebrados este verano. El pasado mes ya ocurrió en Tomorrowland, y durante esta edición de Creamfields ha vuelto a suceder. El pasado sábado hubo otra muerte y fue, desafortunadamente, por causas similares a las que están dándose últimamente.
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En la madrugada del viernes al sábado, un adolescente de 19 años comenzó a encontrarse mal, y fue atendido por un médico en el festival antes de ser trasladado al hospital; donde murió. No obstante, esta no ha sido la única desgracia del fin de semana, y es que otra chica -incluso más joven todavía- también falleció en el Leeds Festival.
A través de redes sociales, la organización remarcó lo importante que es la seguridad para ellos, y ofrecieron visibilidad respecto a los riesgos del consumo de drogas. A pesar de ello, un portavoz del festival británico comunicó que había pastillas de MDMA extra-fuertes circulando por el festival; y varios asistentes confirmaron que la seguridad dentro del recinto podría haber sido más estricta.
Por tanto, son varias las hipótesis alrededor de la causa de la muerte. La sobredosis, la mezcla de diferentes drogas o la ingesta de sustancias desconocidas son prácticas irresponsablemente usuales en este tipo de fiestas. Los expertos aconsejan que los análisis de drogas aumenten en este tipo de celebraciones, pero parece casi inevitable que este tipo de cosas sucedan.
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Esta vez ha ocurrido en Creamfields, pero podría haber ocurrido en cualquier otro lugar. Debemos ser capaces de controlarnos; y sobre todo debemos ser conscientes de que para pasárselo bien y disfrutar de la música que nos llena, no hace falta nada más que ganas y pasión por el mundo de la electrónica.
