Desde que apareció la pandémia no nos sorprenden titulares como estos en los que promotoras deben recurrir a medidas extremas para conseguir la solvencia financiera. El nuevo caso es el del Burning Man, quien estos últimos días la organización detrás del legendario evento que se celebra en el Black Rock City, han organizado una subasta con el objetivo de recaudar dinero para su ONG hasta que las entradas de 2022 salgan a la venta en enero.
La subasta se esta llevando a cabo en la reconocida casa de subastas Sotheby’s bajo el nombre Boundless Space: Las posibilidades de Burning Man y donde se presentaron más de 100 obras de artistas internacionales (tanto dentro como fuera de la comunidad de Burning Man) con un lote en el que había desde pinturas, vehículos mutantes y esculturas hasta NFT y con precios que llegan a las decenas de miles de dólares.
La subasta cobró vida cuando Fab 5 Freddy, miembro de la junta de Burning Man, le comentó a Charles F. Stewart, director ejecutivo de Sotheby’s, que Burning Man necesitaba recaudar dinero de manera urgente después de que la pandemia de coronavirus lo obligara a cancelar dos ediciones seguidas. Aunque pueda parecer raro para algunos que una organización sin ánimo de lucro venda arte a elevados precios, el informe que ha presentado Billboard ‘Burning Man Strapped for Cash, Launches Auction to Help Stay Afloat’ muestra cómo la medida es necesaria para la supervivencia de la organización.
“Tendremos que empezar a vender entradas, de lo contrario no tendremos suficiente dinero. No tenemos dinero para llegar a fin de año apenas”, explica Marian Goodell, directora ejecutiva de Burning Man Project. “La subasta va a ser importante. Recaudamos dinero para sobrevivir, creemos que nuestra misión es continuar haciendo realidad el proyecto Burning Man. No se puede despedir a personas que han estado creando el festival durante 10, 15 o 20 años. Es estúpido. Así que es muy importante que reunamos el dinero y luego estemos ocupados”.
Habiendo generado casi 43 millones de dólares en su edición de 2019, los organizadores de Burning Man explican que perdieron el 90% de los ingresos anuales del evento por su cancelación el año siguiente. Como resultado, hicieron un llamado a los donantes en septiembre de 2020, lo que ha mantenido a flote a la empresa en gran medida hasta ahora y se ha asegurado de que no se despidiera al personal. A pesar de que la edición de 2021 de Burning Man se canceló a principios de este año, más de 10,000 personas aún se dirigieron a la base habitual del festival en Black Rock Desert, en Nevada, para un evento no oficial en septiembre.
