Toda una magnífica historieta narrada a través de una serie de videos cómicos en las redes de ambos para dar paso al primer álbum entre las dos caras del DJ y productor
Lo que empezó siendo una careta de Dillon Francis o uno de sus mejores personajes cómicos de tantos que ha ingeniado la mente del estadounidense en sus RRSS, ha acabado siendo un alias real desde hace un tiempo con sus últimos lanzamientos bajo el nombre de DJ Hanzel. Se ha hecho tan real que, en esta ocasión, el propio Dillon y el ya no tan personaje Hanzel, se han encarnado como dos personas distintas para crear una serie de clips en formato “mini serie” donde hemos podido ver a ambos enfrentados por discrepancias artísticas hasta el punto de llegar a un proceso judicial. ¿De qué trata todo esto?
Dillon Francis se convierte en DJ Hanzel para lanzar su nuevo tema
En clave humorística, o igual no tanta, Dillon Francis y DJ Hanzel han aparecido en la corte donde este último acusaba a Dillon de robar su álbum (y por tener el valor de combinar un blázer con camiseta de manga corta). Después de las apariciones de varios personajes y mostradas las pruebas conforme ambos eran realmente coautores, el juez declara: “(…) Dillon Francis es también autor del álbum y por tanto tiene derecho a sacarlo a la luz”. Y es que, a todo esto, DJ Hanzel se opone a lanzar su música, la concibe literalmente como “una simple teoría, escucharla en voz alta desvanece la luz de mi alma”.
Afortunadamente, Dillon Francis ha podido publicar el álbum además de merchandising en contra de DJ Hanzel. Nada mal la jugada, ¿no?
Bien, tras narrar esta introducción al álbum, entremos en materia y comencemos a escuchar qué nos trae la unión de estos dos individuos:
‘Be The Light’ estrena el conjunto con una vocal y bassline básicos pero pone cimientos sobre la esencia del estilo de DJ Hanzel: clase y profundidad ante todo. Misma fórmula para ‘Pull Up’ con algo más de dinamismo y elementos rítmicos. ‘Make Me Feel’ tiene un claro corte tech-house mainstream con un hook vocal y un lead arpegiado característico al romper el drop.
Con más seriedad llega ‘Take A Little Bit’, un track a medio camino entre el tech-house y una atmósfera propia del techno por su programación de rítmicas y sonidos oscuros. ‘Talking’ mantiene un atrayente bassline así como recursos sonoros que hacen el track muy resolutivo y bailable. Y cerramos esta historia con el último de los tracks: ‘I Lose My Mind’ es sin duda uno de los más interesantes por sus tintes modulares y su sonido analógico en clave progressive.
Todo surgió como un personaje más de Dillon Francis. Sin embargo, en esta ocasión, el americano ha sabido escoger hábilmente cómo seguir desarrollándolo para, primero, sacar rédito de su contenido y, segundo, tener el perfecto alias para sus producciones más underground que tan bien funcionan tanto en directo como en redes. Todo ello sin tener que construir un aka artístico paralelo desde cero como comúnmente vemos en otros muchos artistas de la escena. Bravo, Dillon.
Os dejamos aquí abajo el conjunto del álbum para que podáis escucharlo: