Volvemos con una entrevista más, esta vez, Claudia León. Desde la danza y las artes escénicas hasta llegar a pinchar en Tomorrowland y pasar de hacer su fiesta MOOTS en LuLa Club, en Madrid, a Cova Santa, en Ibiza. Gran enfocada en su género afro house, latin house y sonidos tribales, todo muy arraigado a sus raíces cubanas

Wololo Sound – ¿Cuándo y cómo empezaste a pinchar?

Claudia León – Mi primer contacto con la música fue desde la infancia, a través de la danza y las artes escénicas. Siempre tuve una conexión muy física con el sonido. Empecé a pinchar de forma profesional hace unos cuatro años. Todo fluyó de forma muy natural: no me marqué metas concretas ni objetivos a largo plazo. Simplemente dejé que el camino me llevara, pero desde el primer momento me lo tomé muy en serio. Sentí que era una forma de canalizar toda mi energía creativa, de contar historias desde otro lenguaje.

Recuerdo que, a los cinco meses de haber tocado una mesa de mezclas por primera vez, ya estaba pinchando en Brunch in the Park, compartiendo cartel con nombres como Adriatique y John Talabot. Estoy profundamente agradecida por el camino tan rápido y bonito que se ha abierto para mí.

claudia leon

WS – ¿Te ha ayudado el hecho de ser bailarina y modelo en tu carrera como DJ profesional? Si es así, ¿en qué?

CL – Sin duda, haber sido bailarina ha sido una base fundamental para mi carrera como DJ. Cuando trabajas con el cuerpo, aprendes a entender la música desde otro lugar: no solo la escuchas, sino que la sientes físicamente. Eso me ha dado una sensibilidad muy especial para identificar los tiempos, los matices del ritmo, las transiciones y la energía que transmite cada track. Al estar acostumbrada a interpretar la música con el cuerpo, tengo una percepción muy afinada de cómo se vive en la pista, y eso me permite conectar mejor con el público y saber exactamente qué necesita en cada momento.

Además, como bailarina y modelo, he pasado años enfrentándome al escenario, al público, a los nervios, así que cuando empecé a pinchar ya tenía superado ese miedo escénico. Todo eso suma cuando estás en cabina, porque no solo estás poniendo música, también estás transmitiendo una energía, una identidad.

WS – ¿Cómo es tu proceso creativo a la hora de empezar una canción o un proyecto desde cero?

CL – Normalmente, parto de una emoción o una imagen muy clara. A veces es un ritmo que se me queda en la cabeza después de un set, otras veces una frase vocal, una percusión, un sample… Me gusta empezar con elementos que tengan alma. A partir de ahí, desarrollo la base rítmica, el groove es fundamental para mí, y voy construyendo capas que refuercen esa intención.

También dejo que el proceso fluya según mi energía del momento. No siempre estoy en el mismo mood creativo, y me gusta respetar eso. Aunque mis raíces son afrocubanas, últimamente me están inspirando mucho los sonidos étnicos, especialmente los orientales. No tengo un vínculo directo con esos países, pero hay algo en esas sonoridades que me mueve profundamente ahora mismo. Así que, para mí, crear es una cuestión de conexión energética, tanto con lo que llevo dentro como con lo que vibra fuera, y eso se traduce directamente en el sonido.

WS – Para este último semestre del año, ¿tienes algún lanzamiento previsto? ¿Sería posible darnos un avance del mismo?

CL – Sí, este verano me he aventurado a lanzar más música de lo habitual. No es lo que suelo hacer porque normalmente me gusta dar espacio y reposo a cada producción, dejar que respire antes de lanzar la siguiente, pero ha sido un verano muy movido, con fechas importantes como Tomorrowland, mi residencia en Ibiza y otros eventos clave, así que sentí que era el momento de compartir más.

El 20 de junio lancé ‘Atençao” con el sello HOTL Records, el 11 de julio “Loco Morocco” con Redolent, el 18 de julio publiqué “Haneeni” con el sello Sacro Music, explorando nuevas texturas dentro del Afro house con influencias orientales y sonidos étnicos que como os conté anteriormente, últimamente me están inspirando muchísimo.

Y ahora se viene un lanzamiento muy especial: 29 de agosto “La Rumba”, junto a mi amigo Aarón Sevilla y la vocalista Nalaya, que sale bajo el sello Afrodise. Esta colaboración me hace mucha ilusión porque lleva muy presente mis raíces afrocubanas. Es un tema con fuerza, alma y una energía muy viva, muy nuestra. Para mí, hacer música con amigos con los que hay conexión real siempre aporta una historia más profunda al resultado.

WS – ¿Con quién te gustaría colaborar en un futuro cercano y cuál sería tu colaboración soñada?

CL – Quizás suene típico, pero una de mis colaboraciones soñadas sería con Black Coffee. Es el gran referente del género, sí, pero más allá de eso, admiro profundamente su elegancia, su visión musical y su capacidad de emocionar con muy poco. Tiene esa energía magnética que no se puede imitar.

También me encantaría colaborar con Pablo Fierro, y en su caso hay una historia muy personal: Fue gracias a él que conocí el género Afro house. La primera vez que lo vi en directo, sin siquiera saber quién era, conecté profundamente con ese sonido, y fue justo ahí cuando sentí por primera vez: “yo quiero ser DJ, y quiero hacerlo con este sonido”.

WS – ¿Cómo compaginas la vida familiar con las giras, los eventos y los horarios tan dispares?

CL – La verdad, no es fácil. Amo profundamente a mi familia, disfruto muchísimo pasar tiempo con ellos, y ese vínculo es algo que me da equilibrio y que me sostiene. Pero también reconozco que tengo muchísimo foco puesto en el trabajo, y que a veces me cuesta desconectar del todo cuando estoy con los míos.5

Justamente ahora estoy en un proceso de aprender a estar más presente, a no llevarme el ritmo del trabajo conmigo cuando estoy en modo familiar. Porque quiero estar de verdad, no solo físicamente, sino con la cabeza y el corazón ahí. Y no siempre lo consigo, pero lo estoy trabajando porque mi gente se lo merece y yo lo necesito.

WS – ¿Cuáles son los orígenes de MOOTS? ¿De dónde surge la idea y cómo llevaste a cabo sus primeros pasos?

CL – Curiosamente, su origen no fue algo planeado como tal. MOOTS empezó como una fiesta para la que se me propuso participar como cabeza de cartel de forma constante. Pero cuando esa colaboración se detuvo, me ofrecieron quedarme con la marca, ya que me había convertido en su imagen y alma, a pesar de que en ese momento no existía aún un concepto fuerte detrás. MOOTS era solo un nombre, sin visibilidad ni desarrollo, pero había algo en él que me resonaba.

Me comentaron que en maya “moots” significaba “raíces”. Más adelante descubrí que no era del todo preciso desde el punto de vista lingüístico, pero el concepto ya había calado en mí. La idea de raíces conectaba perfectamente con lo que quería construir: una experiencia que hablara de origen, identidad y comunidad. Así que decidí quedarme con ese nombre y hacerlo mío. Empecé a trabajar desde la intuición y la emoción, dándole dirección artística, sonido, estética, mensaje. Mucho trabajo, muchas pruebas, errores y aciertos… y, muy poco a poco, ese proyecto pequeño, casi invisible en sus inicios, empezó a crecer.

WS – Hablando de MOOTS, ¿cómo se consiguió la residencia en uno de los venues más importantes de Ibiza, como lo es Cova Santa?

CL – La residencia en Cova Santa surgió de una manera muy natural, pero también muy pensada. Desde hace tiempo tenía el deseo de llevar MOOTS a Ibiza, pero sabía que era un paso grande. Ibiza es una isla muy internacional, con un ritmo muy exigente, y aunque MOOTS ya tenía un reconocimiento consolidado en Madrid, sentía que este movimiento necesitaba algo más que intuición: necesitaba estructura, apoyo y una visión compartida.

Tenía la posibilidad de presentar la propuesta solo con MOOTS, pero hubo algo en mí que me dijo que este nuevo camino debía recorrerlo en compañía. Así que decidí unir fuerzas con mi amigo Aarón Sevilla, y su fiesta Afrodise, que tiene una proyección internacional más asentada. Nos conocemos bien, ya hemos trabajado juntos otras veces, y sabía que nuestra conexión artística y personal iba a dar lugar a algo potente, auténtico y bien equilibrado.

Presentamos la propuesta como una colaboración especial entre MOOTS & Afrodise, y la acogida fue muy positiva. Era un concepto nuevo para la isla, ya que ninguna de las dos fiestas había estado antes en Ibiza, y eso también generaba mucha ilusión por parte del venue.

Elegimos Cova Santa porque encaja a la perfección con el espíritu de ambos proyectos. Es un espacio natural, abierto, con alma, donde la música y la energía fluyen de una forma muy especial. Afortunadamente, la isla nos ha acogido con muchísimo cariño desde la primera fecha, y sentimos un gran apoyo, tanto de la industria como de nuestros amigos y comunidad. Está siendo una experiencia hermosa y muy significativa.

WS – ¿Tienes pensado llevarlo a más localizaciones después de Ibiza y el regreso a Madrid en septiembre?

CL – Sí, estoy trabajando intensamente para llevar MOOTS a nuevas localizaciones. El 22 de agosto estaremos por primera vez en Rumanía, y de cara al final del año ya tenemos varias fechas confirmadas en Madrid, concretamente en Lula Club, los días 1 de noviembre y 27 de diciembre. También hay otros proyectos en camino que aún no puedo anunciar, pero que me hacen muchísima ilusión. MOOTS sigue creciendo, y mi intención es expandirlo con sentido, conectando con nuevas culturas y comunidades.

WS – ¿Cuál ha sido tu mayor aprendizaje, tanto como promotora como DJ, a lo largo de tu carrera?

CL – Mi mayor aprendizaje ha sido entender que todo esto es un proceso que requiere paciencia, coherencia y mucho trabajo detrás de escena. He aprendido a confiar en mi intuición, a no compararme y a sostener un proyecto con visión a largo plazo. Detrás de cada fiesta y cada set hay mucho más de lo que se ve: organización, presión, emociones… y saber rodearte de las personas adecuadas es clave. Nada se construye sola, y crecer implica también saber delegar, escuchar y mantenerte fiel a tu esencia.

claudia leon

WS – Y continuando con ambas facetas, si tuvieras que dar un consejo a alguien que está empezando como DJ y otro a alguien que quiere ser promotor, ¿qué dos consejos darías?

CL – A quien empieza como DJ le diría: no tengas prisa. Encuentra tu sonido, tu identidad, y confía en tu proceso. Es muy fácil dejarse llevar por lo que funciona rápido o por la comparación, pero lo que realmente te sostiene es tener algo propio que contar. Y eso lleva tiempo.

Y a quien quiere ser promotor: ten muy claro por qué lo haces. No basta con querer montar una fiesta; necesitas visión, constancia y capacidad de resolver bajo presión. Rodéate de un buen equipo, cuida los detalles y no pierdas de vista la esencia. Si el proyecto nace desde un lugar auténtico, eso se nota en cada edición.

WS – ¿Existe alguna diferencia entre pinchar en un club de Madrid o de la península frente a hacerlo en Ibiza? Si es así, ¿cuál o cuáles?

CL – Sí, hay una diferencia fundamental, y tiene que ver con el tipo de público. Ibiza es un lugar profundamente cosmopolita, donde coinciden personas de todas partes del mundo, con culturas y sensibilidades musicales muy distintas. Eso te obliga a tener una mirada más amplia a la hora de construir un set: pensar en la diversidad, en cómo conectar con distintos lenguajes sin perder tu esencia.En cambio, en Madrid o en otras ciudades concretas de la península, el público suele ser más local, más familiar, y muchas veces ya conoce tu propuesta o ha seguido tu recorrido. Eso genera una conexión diferente, más emocional, casi de casa.

WS – ¿Qué supone para ti pinchar en Tomorrowland?

CL – Es difícil ponerlo en palabras. Para cualquier DJ, Tomorrowland es uno de los mayores sueños.

En mi caso, además, ser la primera DJ cubana en ese escenario lo convierte en un momento histórico, personal y colectivo.

Todavía lo estoy procesando. Estoy profundamente agradecida con el universo por este regalo, por esta oportunidad y por el camino que me ha llevado hasta aquí.Es un momento de celebración, de compromiso y de inspiración para seguir creando.