El techno más eléctrico se apodera de Razzmatazz gracias a dos de sus máximos exponentes

Hay lugares que están hechos para ciertos artistas. A veces, las vibras que transmiten algunos clubes piden un tipo de música concreto. Eso mismo pasa con The Loft, la galería superior de la sala barcelonesa Razzmatazz, que se está convirtiendo en el punto de congregación de los amantes catalanes del clubbing. Si bien el largo historial que lleva a las espaldas la sala es mítico, el hecho de que sigan trayendo a los referentes del panorama electrónico hace que se reitere ese título. La noche del pasado viernes fue una prueba más de ello, con The Hacker y Kris Baha tomando el control de Razzmatazz con sus respectivos arsenales musicales.

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Caldeando el ambiente, el encargado de quitar el polvo a los platos fue el residente Undo. Su gran cultura musical se plasmó en los platos, donde alardeó de tal catálogo escondido en su USB que no solo convenció a aquellos que tímidamente empezaban a entrar a la sala The Loft. The Hacker parece que también apreció su buen gusto, y tal fue su respeto que incluso compartieron cabina durante el comienzo de la sesión del francés. Esa toma de relevo fue tan suave y sutil que los pies de la gente ni lo notaron. Con un aforo que dejaba aún mucho que desear -puede que por haber empezado su actuación alrededor de las 2:30am, un poco más temprano de lo que muchos intuían-, el artista galo empezó a rellenar los huecos que brotaban en la pista de baile con ese techno con toques de electro que tan bien le define.

Si bien puede que empezara un poco demasiado suave para lo que la gente necesitaba, poco a poco fue virando el timón hacia buen puerto. The Hacker leyó lo que Razzmatazz pedía y no se lo dió: se lo construyó. Trazando una sesión con una progresión in crescendo que derrocha veteranía, Michel acabó hipnotizando a los transeúntes que se acercaban a la sala cual flautista de Hamelín, siendo el tramo final de su sesión el más concurrido de la noche. Se hizo de rogar, pero acabó disparando temas más eléctricos y energéticos, y la gente lo agradeció en forma de aplauso unánime al acabar su set. Aún así, pese a que le tocó desconectar justo cuando dió con la clave, su compañero estuvo atento y empezó con el pie derecho.

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Con ese toque industrial y electro, Kris Baha dejó claras sus intenciones desde el minuto uno. Sabía que la gente tenía ganas de bailar y le quedaban muchas energías aún por gastar, así que su hora y media bajo los focos la exprimió al máximo. Con una velocidad e intensidad más alta que la de su antecesor, el australiano demostró por qué está siendo una de las sensaciones del underground. Su elección para esta fecha fue el mayor acierto de la noche, y visto cómo supo adaptarse al público de Razzmatazz, dudamos que sea la última vez que le veamos por tierras barcelonesas.

En resumen: la elección de The Hacker, Kris Baha y Undo para la noche del viernes fue como anillo al dedo. Mención especial a Razzmatazz, que comparándolo con nuestra última visita, han mejorado la calidad del sonido de la sala, cosa que se agradece en veladas tan largas. ¿Quieres vivirlo en primera persona? Pues durante las próximas semanas podrás hacerlo con invitados de lujo como I Hate Models, Horse Meat Disco o la aclamada Amelie Lens -si tienes ya tu entrada, porque ya se ha colgado el cartel de sold out para la noche de la belga.