El trío sueco ha vuelto para quedarse 12 años después de su último afincamiento en la isla pitiusa, provocando uno de los bombazos de la temporada

Hablar de Swedish House Mafia es hablar de relevancia, de impacto, de marketing, y de historia viva de la música electrónica. Hay pocos artistas que causen el revuelo que provoca el grupo allá por donde pasa, y el famoso club open air Ushuaïa Ibiza ha hecho historia al firmar su contratación para una residencia de 6 fechas, acompañados cada domingo de artistas de primer nivel.

Los primeros beats de la jornada de apertura corrieron a cargo del mítico Paul Reynolds, parte del trío Melon Bomb, quien pudo apreciar desde su privilegiado spot como la pista se iba llenando de forma más acelerada de lo habitual en un evento que rozó el cartel de sold out. A pesar de tener un slot complicado nos regaló, como suele ser frecuente en él, un set cargado de un funky house y disco bastante veraniego y divertido.

El testigo lo cogió entonces Zulan, artista revelación cuyo gig fue, con total seguridad, uno de los más importantes y especiales en su trayectoria musical, pillando por sorpresa a un público receptivo con una actuación que fusionó vocales de grandes éxitos en español con un groove intenso. Para suceder a la joven artista teníamos a Gordo, quien acaba de presentar Diamante, su álbum de estudio debut que verá la luz el próximo 26 de julio. El guatemalteco llevó los ritmos latinos a la piscina de Ushuaïa Ibiza, con múltiples vocales de reggaeton en su performance acompañados de drops de house y algo de techno, unido a su habitual, efusivo y a veces excesivo uso del micrófono. Cabe destacar que este set fue muy celebrado por gran parte del público extranjero.

Pero no nos engañemos, todos estábamos en ese momento y lugar por 3 personas en particular. En concreto, el legendario (adjetivo calificativo que se le queda corto) trío formado por Axwell, Sebastian Ingrosso y Steve Angello, artistas que por separado encabezan los carteles de multitud de fiestas y festivales del mundo. Tras tu etapa como solistas y su posterior reunión en 2018, 5 años después de separarse, han seguido sacando música y llenando estadios. Múltiplemente galardonados, se hicieron eco de su veteranía tras los platos, y supieron jugar con nuestros sentimientos, poniéndolos a flor de piel.

Su set fue un homenaje al EDM y el progressive house con sus habituales influencias y variantes de pop, hip hop o techno en el que, junto a la meticulosa producción de Ushuaïa Ibiza, que contaba con una pantalla enorme que reproducía la actuación en vivo de los chicos mezclada con escenas pixeladas y coloreadas, banderas negras, 3 aros de fuego, o bailarinas que se mimetizaban en el ambiente, nos hizo disfrutar de muchos de sus éxitos más clásicos y sonados: ‘Leave The World Behind’, ‘Greyhound’, ‘Miami 2 Ibiza’, ‘Calling’, ‘Payback’, ‘In My Mind’, ‘More Than You Know’, ‘Save The World’, ‘Reload’, o la joya de la corona, el incombustible ‘Don’t Your Worry Child’.

La sensación de comunidad, hermandad y amor por la música fue realmente ostensible en este set. Swedish House Mafia nos ha acompañado en el viaje musical de nuestra infancia, adolescencia, y edad adulta. Sentir el calor del fuego, cantar sus icónicas vocales y saltar bajo las estrellas abrazados a desconocidos es algo que se debe experimentar, pues no se puede transmitir con palabras. Si es tu intención ver este espectáculo en vivo (ni que decir tiene que te lo recomendamos) corre, porque las entradas vuelan. ¡Larga vida al trío sueco!