Las altas temperaturas y algunos problemas logísticos ensombrecieron una primera edición que a pesar de todo salvó los muebles gracias al impresionante cartel

Desde luego que no ha sido un fin de semana fácil para elrow. Su debut en Marbella estaba marcado desde hace meses en el calendario como uno de los grandes eventos de la marca en este 2024. Tras la celebración de varios eventos en Torre Del Mar, la provincia de Málaga y el mes de agosto volvían a acoger a la sesión del confeti. El estupendo line-up conformado por elrow para esta fecha disipó cualquier duda que pudiéramos tener con respecto a nuestra asistencia. Y desde luego que a nivel musical, este festival fue de lo más variado e interesante, pero sin embargo la organización tuvo bastantes problemas (algunos propios y otros ajenos) en otros aspectos que también vamos a comentar.

El recinto elegido por elrow para este festival parecía a simple vista de lo más amplio y atractivo. Los seis escenarios con el que contaría esta edición andaluza de elrow Town prometían emociones fuertes desde bien temprano. Quizá la idea de arrancar un festival en Marbella y en agosto a las 16:00h fue la primera que comenzó a complicar las cosas, pero bien es cierto que las limitaciones de la hora de cierre obligaban a ello. Pese a los constantes mensajes en redes por parte de elrow para que la gente accediera con tiempo al recinto, el público (que es soberano) acudió en masa al atardecer, y esto, junto a la dichosa Ley de Murphy y una inoportuna caída de la red de internet, provocó un enorme tapón en los accesos en torno a las 20:00h. Los accesos se interrumpieron en ese momento ante la imposibilidad de poder validar las entradas y este problema y el nerviosismo que provocó, marco el devenir del evento para muchos.

Tampoco ayudaron más tarde las evidentes colas, por el mismo motivo, a la hora de la recarga cashless (para las que también elrow había insistido en la recarga previa de la pulsera para evitar colas y aglomeraciones) u otros errores como la falta de diferentes tipo de alcohol, e incluso de agua, en las barras cuando todavía restaban 4 horas de festival. La explicación a estos hechos cuesta más encontrarla para una promotora tan importante, y sin duda es un aspecto a mejorar por elrow de cara a siguientes eventos.


En el aspecto musical los DJs lo dieron todo para que el festival estuviera a la altura de lo esperado, y en nuestra experiencia personal hemos de decir que encontramos todo lo que buscábamos y mucho más. El main stage estuvo marcado por los ritmos más comerciales del panorama tech house. Vivimos bien de cerca los primeros compases del festival con Miane y George Privatti, dos artistas realmente infravalorados en nuestro país y que saben hacer bailar maravillosamente al respetable pese a los más de 30 grados que todavía marcaba el termómetro.

En este espectacular y psicodélico stage pudimos más tarde disfrutar de Cloonee y Wade, dos DJs que congenian a la perfección y que nos regalaron 3 horas de ritmos latinos y deep tech perfectamente acompasados con los hits que ambos han creado (en solitario y en conjunto) y que tanto gustan en nuestro país. Durante el set del británico elrow se encontró ante otro escollo inesperado cuando un apagón dejó durante varios minutos sin energía, y por tanto sin música, el escenario, provocando la incertidumbre en un público que si bien no entendía bien lo que ocurría aguantó con paciencia hasta que sonó ‘Mi Amor’ como vuelta al ruedo. El broche de oro del escenario fue el esperado e inédito B2B de Andres Campo y Adam Beyer, para muchos el set más esperado del festival y que cumplió con todas las pretensiones. Una sesión cargada de ritmo y que no dio tregua a los amantes de Drumcode y del particular estilo de Andrés (estilo del que hablamos con el aragonés en nuestra última entrevista). Tini Gessler fue la encargada de un cierre del main stage que se vio afectado por las limitaciones horarios del recinto y finalizó bastante antes de lo esperado.

En el escenario NOWMADS, la temática futurista de aliens encajaba a la perfección con los ritmos más house que la marca tenía preparados para el festival. Pudimos disfrutar de sets impresionantes como Joshwa y Chris Lake, quienes nos obsequiaron con una hora y media de puro baile cada uno, y con mucha música nueva que verá la luz en los próximos meses y que el público recibió con energía. Debido a la distribución del recinto, se trataba de un escenario que quedaba de paso hacia Rowsmic Carnival y en el que no paraba de aparecer gente nueva que se veía encandilada por los brutales ritmos y la energía que desprendía el stage. Sin duda el espacio más divertido y apacible en todos los sentidos del festival.


En cuanto a El Rowcío, la apuesta del festival por lo patrio, pudimos disfrutar de sets totalmente diferentes y más alejados de la electrónica. Mención especial merece que el escenario hacía uso de algunos de los elementos físicos construidos en el Recinto Ferial de San Pedro Alcántara, con lo que la sensación de estar en una feria andaluza era total. Tuvimos ocasión de disfrutar de actuaciones totalmente diferentes como un concierto de los Gipsy Kings en el que sonaron todos sus grandes éxitos entre palmas y bailes de los presentes, o los sets de Pablo Maes y Jony el Navajas (primero por separado y al cierre en formato B2B) en el que los hits más comerciales del pop se intercalaban con remixes de electrónica y un clima de feria y diversión muy conseguido. Este espacio siempre causa opiniones de todo tipo, pero a nosotros nos encanta. Aporta el toque desenfadado, acoge a otros tipos de música no necesariamente electrónica, y sirve como respiro o cambio de aires para los que diez u once horas te tech-house y techno es demasiado.

En las antípodas (musicalmente hablando) apenas pudimos darnos un garbeo en esta ocasión por el escenario Industry City. El espacio dedicado a los ritmos techno, hard techno e industriales volvía a destacar por los containers (ya muy ligados al estilo rave) y una imponente calavera que coronaba la cabina del dj. Sin demasiadas excentricidades a mayores de esto, pero con un sonido muy correcto, este escenario fue el punto de encuentro para los amantes de los ritmos más agresivos y djs como Kobosil, FJAAK e Indira Paganotto dieron el todo por el todo para que de nuevo elrow también se bailara a más de 140 bpms. En los otros dos escenarios, COCOA y Pink Cathedral la protagonista fue la música techno y el calor en un día que definitivamente se daba más a bailar al aire libre.

Resumiendo, y tras haber acudido a unos quince eventos de elrow desde 2018 y hasta hoy, no cabe duda de que no ha sido el show inolvidable que seguro la organización había imaginado y al que nos suelen tener acostumbrados. Al igual que hace unos meses nos derretimos en elogios ante la edición de elrow Town de Madrid, seguramente la mejor de su historia, esta vez la promotora debe analizar los fallos e intentar mejorarlos. Pese a las críticas, también corresponde decir que organizar un evento de estas características no siempre es fácil y que la producción de este festival no correspondía tan solo a elrow. Y tampoco podemos perder en foco en lo importante, y es que estamos seguros de que un alto porcentaje de los asistentes lo disfrutaron igualmente pese a todo lo mencionado.

Wololo Sound volverá a bailar en elrow este mismo fin de semana en su edición en Mallorca. Así mismo, también hemos echado el ojo ya al closing de Amnesia con nueva temática y a todo lo que pueda presentar la increíble marca estas próximas semanas. Y es que por si no había quedado claro, en esta casa somos muy de elrow.

Adrian Oller
Cofundador y redactor. Melómano, leonés y obseso de las cosas bien hechas. Imposible encasillarme en un sólo género. “Si quieres llegar rápido, camina solo. Si quieres llegar lejos, camina en grupo”