La segunda edición del festival contó con artistas de la talla de Laidback Luke, Ummet Ozcan, Danny Avila, Moksi, Shapov y muchos más
Por segundo año consecutivo, viajamos hasta la capital de la región occitana para contribuir a una buena causa a base de música. Para ello, el Hipódromo de Toulouse dejó entrar a todo amante de la música electrónica, incluidos algunos de los DJs más conocidos del planeta, quienes se encargaron de poner banda sonora a dos magníficas veladas. Así fue nuestro paso por el Hope Music Festival 2019 en Toulouse.
Llegando al recinto el primer día, en una fiesta que andaba activa desde las cinco de la tarde, vemos la primera diferencia respecto al año anterior: los asistentes estaban listos desde primera hora para la acción. Pasadas las seis, momento en el que empieza nuestra experiencia, nos encontramos ya engullidos por una muchedumbre – en el buen sentido de la expresión – que ya suponía un pequeño spoiler de lo que nos esperaría una vez cruzados los controles de seguridad: un público entregado, con la garganta a prueba de cánticos y con las piernas descansadas.
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Pasada la frontera que separa a los bienvenidos de los que se quedaron con las ganas, las buenas vibras invaden nuestro cuerpo. Lo primero que vemos entre árboles y algunos stands de merchandising y pintura facial es la novedad de este año: el segundo escenario. Una acogedora cabina ambientada con plantas y una gran pantalla de leds casi a pie de pista de baile, de la cual tomarían el control algunos de los DJs más esperados del festival. Pero para bailar ahí ya tendríamos tiempo más adelante, y por eso nos dirigimos directos a ver como se luce el mainstage – del cual fue anfitrión Spinnin Records el primer día – para llevarnos la segunda sorpresa de la jornada.
Una gran pantalla enmarcada por un corazón gigante – logo del Hope Music Festival Toulouse -, nos daba la bienvenida al escenario principal la leyenda holandesa Gregor Salto. A base de house y otros ritmos adictivos como su ‘Para Voce‘ arrancó los motores de todo aquel que entraba al recinto. Muy buen primer sabor de boca, al que le siguió otro nombre muy familiar para los amantes del sello holandés.
Swanky Tunes tomaban el control de los platos y hicieron que los ocupantes de la pista de baile pasaran de bailar a saltar. Los rusos usaron todas sus armas, y entre originales, mashups y los temas más conocidos del momento llenaron esa larga pista de carreras. Todo “al dente” para nuestro amigo Danny Avila, que en lo que a festivales se refiere está más que curtido. Ya con el cielo oscuro y con las pirotecnias en primer plano, el español puso patas arriba ese mainstage. Lo hizo parecer cosa fácil, y los gritos y cánticos entre drops mostraban la gratitud del público hacia su set.
Momento para cambiar de aires, y el motivo fue un DJ al que rara vez se le ve por el viejo continente. El americano Wax Motif, referente del House más potente al otro lado del charco, se apoderó del otro escenario hipnotizando a todo aquel que se encontraba ante los altavoces a base de adictivos ritmos y rompepistas como ‘Concentrate‘ de Anti Up, ‘Stop It‘ de Fisher o sus propios trabajos como su remezcla a ‘Fly Kicks‘ o su recién estrenado trabajo con el mítico rapero Diddy llamado ‘Divided Souls‘. Sin duda uno de los sets más únicos del festival, pero el listón no bajó con su relevo: Magnificence, esos dos chicos apadrinados por Axwell a los que Swedish House Mafia les pinchan sus producciones – y a quienes por cierto tendremos en Madrid este próximo mes – demostraron por qué están confiando en ellos a base de potencia y criterio musical.
Compitiendo en el escenario principal estaban dos de los creadores de muchos de los himnos del Big Room, Ummet Ozcan y Tujamo. Y cerrando el pequeño escenario hasta medianoche, otro conocido de la casa que llevó a cabo la actuación más intensa de lo que llevábamos de festival: nuestro querido Cesqeaux, que desafió géneros y ritmos para cansar a los amantes del Bass.
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Segundo día del Hope Music Festival en Toulouse y, antes de llegar al recinto, pasamos por el primer Axtone Workshop de la historia. Los artistas del sello de Axwell se reunieron en Opium Club – lugar donde se celebraron las afterparties – y abrieron sus portátiles para escuchar los trabajos de aquellos jóvenes productores que aspiran a seguir los pasos de sus referentes. D.O.D, Shapov, Magnificence, Deniz Koyu y un A&R del sello estuvieron dos horas escuchando música de sus seguidores y dando feedback al instante, apurando hasta el último instante antes de partir hacia el evento.
Ahora ya en el Hipódromo y con unas colas más fluidas, arrancamos temprana la última velada del festival. Entramos al ritmo de D.O.D, a quien cada vez vemos más cómodo con los sonidos club, dejando en perfectas condiciones la pista de baile para su compatriota Tom Staar. Se nota que el inglés viene de pasar un buen verano en Ibiza, y lo demostró con dominando las buenas vibras que el Tech House desprende con una elegante ejecución.
Los horarios nos empezaban a descuadrar, ya que los sets estaban acabando más tarde de lo previsto. Tras curiosear descubrimos que uno de los principales reclamos y encargado de cerrar el festival, Benny Benassi, fue baja de última hora. El italiano perdió el avión, pero con ello ganamos más rato de sorprendentes sesiones como la de Chocolate Puma. Los holandeses nos dejaron anonadados con su perfecta mezcla de sonidos club con armas de festival. Dominaron el mainstage – representado esa jornada por Axtone y sus artistas – como pocos otros, llegando a intercalar Techno ante un público de todo menos underground. Para quitarse el sombrero.
A partir de las 20:00h, ya con el sol escondido tras el horizonte tolosano, empezaba a dominar el Progressive en el escenario principal con Shapov como protagonista. El ruso, quien ya participó en la pasada edición del Hope Music Festival Toulouse, se encontró con una pista de baile abarrotada. Su sesión fue todo lo que se esperaba de él, y satisfecho, el público recibió con los brazos bien abiertos a Deniz Koyu.
Los amantes de la potencia ya se acumulaban en el escenario secundario, y es que Barong Family reunió a sus mejores artistas para representarles en el festival francés. Bellorum, Dolf y The Galaxy no se andaron con rodeos, y desde el minuto uno fueron muy fuertes. En el prime time, a las 22:00h, Moksi tomaron el relevo e hicieron lo que mejor saben hacer: montar una fiesta. Los sonidos Bass House, algunos recién salidos de su nuevo álbum ‘The Return Of House Music‘, fueron su llave maestra para encender a un público que les esperaba con ansias. Y para rematar, Mike Cervello demostró por qué este año le volvieron a llamar a base de una ecléctica sesión apta para todos los públicos.
En el mainstage, Laidback Luke gastaba los últimos restos de pólvora de los lanzallamas, con un épico cierre del Hope Music Festival en Toulouse. Una nueva edición en la que se ha visto una gran mejoría respecto a la anterior. El público: más numeroso, tempranero y entregado. La organización: más efectiva y especializada. Los escenarios: más variados y con mejores infraestructuras. El objetivo, el mismo: hacer bailar a la gente de Toulouse y contribuir a una causa solidaria con los beneficios obtenidos. Toda la evolución ha sido hacia mejor, lo que nos deja con unas expectativas muy altas para 2020. Confiamos en ello, y para dejar constancia volveremos otra vez, bailaremos otra vez y os lo contaremos otra vez. ¡Gracias Hope Music Festival Toulouse!