Martin Garrix, Don Diablo, David Guetta u Oliver Heldens son algunos de los DJ’s que han empezado proyectos paralelos con un nuevo alias para alejarse de su marca personal. ¿Por qué se adentran en estos proyectos si ya han alcanzado el estrellato mundial?
En un mundo en el que cada vez estamos más conectados e intercomunicados gracias a la tecnología, las redes sociales se han convertido en algo diario para nosotros. Gastamos mucho tiempo en Instagram, Twitter, TikTok, viendo contenido de nuestro círculo cercano, de algo que nos entretiene o nos apasiona, y de los famosos de los distintos campos a los que tenemos más aprecio o nos atrae lo que hacen. Por supuesto una de las figuras que tiene más relevancia en redes sociales es la de un disc-jockey/productor que esté en la élite, con seguidores a lo largo de todo el planeta que te siguen, les gusta su música e incluso son una parte importante de su vida debido a una canción en particular que le haya podido marcar para siempre, ya que cada persona es una historia.
Lo bonito de esta parte evolutiva de nuestra sociedad es que el poder mantener un intercambio comunicativo, aunque sea a través de una pantalla, con una persona a la que admiras y que te encanta su música te da una satisfacción y una felicidad momentánea, y más si el comentario que tu escribes a esa persona tiene respuesta por parte del DJ al que se lo has escrito, ya sea en forma de me gusta, retweet o una respuesta a un comentario. Por otra parte, lo malo de esta falsa cercanía es que mucha gente se puede tomar demasiadas confianzas con estos artistas a través de las redes sociales, sin tener en cuenta por supuesto a los denominados haters, que son caso aparte.
La cantidad de comentarios y menciones que deben de recibir los artistas a diario seguramente sea ingente, muchos buenos, algunos de ellos malos, pero la presión que deben de sentir al ser figura pública es muy grande. A la presión que se autoimponen para sacar música con los estándares de calidad que se esperan de un productor de talla mundial, se le suma esta presión social para contentar a tus seguidores. Es por ello que muchos relegan este cargo en algún community manager que se encargue de las redes sociales, pero otros muchos prefieren manejar ellos mismos sus cuentas. Esta necesidad de contentar a tu público sobre todo musicalmente (ya que es su trabajo y la razón por la que tienen esos seguidores) provoca que tal vez los grandes artistas no puedan saciar su sed creativa y explorar otros géneros porque tienen miedo a que sus seguidores no lo reciban de buen gusto.
Don Diablo trae de vuelta el sonido de los 80 con su nuevo proyecto Camp Kubrick
Ante la posible exigencia de estos seguidores de que el artista esté obligado a crear la música por la que le han empezado a seguir, muchos DJ’s deciden crear alias, alter egos, pseudónimos, en donde puedan experimentar con todo lo que quieran, los géneros que más le llamen la atención y que no casen con su línea musical principal a la que están atados por sus seguidores. De esta manera vuelven a estar libres de esa autoexigencia que se imponen de contentar a sus seguidores, ya que lo hacen por pasión y gusto.
David Guetta tiene su alias Jack Back para crear esos sonidos más house y underground con los que empezó su carrera musical antes de convertirse en probablemente el artista electrónico mainstream más importante de la historia. Mixmag recogió una entrevista con Pete Tong, el famoso DJ de la BBC Radio 1, donde dijo esto acerca de la creación de Jack Back: “Originalmente empecé en la escena underground de la música house, pinchando en todas las raves y clubs underground de París. Quería hacer música solo para divertirme, sin absolutamente ningún fin comercial. Quiero hacer todos los tipos de música que me gustan, lo hago por amor a la música”. Martin Garrix tiene su alias Ytram, con el que hace unas semanas se coronó como nuestro ‘Track of the Week’ con ‘Fire’ junto a Elderbrook, con el que se codea con sonidos más house y deep house, alejado del electro house que le he la llevado a coronarse como mejor DJ del mundo. Oliver Heldens, otro de los DJ’s con más apoyo en redes del panorama actual, posee su alias HI-LO donde aparece su lado más oscuro musicalmente hablando. En una entrevista con UKF explicó el por qué de este alter ego: “La gente espera un cierto sonido cuando escucha a un artista. Crear HI-LO me dio la libertad de trabajar en un sonido completamente nuevo. Esto me da la oportunidad de mostrar otro lado de mí sin tener que dejar ir el sonido de Oliver Heldens”. Don Diablo ha sido el último en subirse a este barco creando Camp Kubrick, un proyecto para satisfacer sus ganas de crear música con el toque retro al más puro estilo de los ochenta.
Ellos solo son algunos ejemplos de las decenas de DJ’s que deciden tener proyectos paralelos para crear distintos tipos de música. Por ejemplo Dillon Francis utiliza a DJ Hanzel como un alter ego en todas sus dimensiones, aportándole un carácter único para que además de música distinta a la que suele crear, tenga un lado más cómico. Hay que destacar también a Diplo y a Skrillex, dos de los mejores productores del panorama y probablemente de los más curiosos, amantes de muchísimos géneros de música y que no se han privado de crear distintos proyectos para expandir sus fronteras musicales. Además de la unión entre ellos dos con Jack Ü, Diplo es parte de LSD, Silk City y por supuesto Major Lazer. Por su parte Skrillex tiene su experiencia en grupos pop rock y punk, y su dúo junto a Boyz Noize llamado Dog Blood. Junto a estos hay una infinidad de nombres como Porter Robinson, Ferry Corsten, Deadmau5, Eric Prydz, Steve Angello, A-Trak, que tienen varios proyectos a la par, pero con la diferencia de que algunos ya se crearon tiempo atrás cuando el boom de las redes sociales y la capacidad de opinar fácilmente de todo todavía no existía, o que han ido creciendo varios de sus proyectos a la par para tener la libertad de hacer la música que uno quiere sin tener que complacer a nadie.
Major Lazer nos muestra las raíces del Afrobeat en su documental ‘Chasing the Sound’
Una vez alcanzan cierta fama y crean una base de seguidores que les conocen por un género específico de música, los DJ’s siguen esa línea musical porque aparte de que es un género que les gusta, han encontrado la fórmula del éxito. Debido a esto tienen miedo de abrirse a otros géneros con su principal proyecto musical por si su público se le echa encima a causa de no darles lo que esperan musicalmente hablando. Por lo que cada vez más DJ’s en vez de privarse de su amor hacia distintos estilos musicales y centrarse solo en un camino, crean distintos alias para explorar, atreverse a hacer esa música que no pueden con su alias principal, y a veces incluso recuperar la ilusión por este oficio tan bonito, alejándose de los focos y la fama y centrándose en la sustancia pura que les enamoró desde un principio, que es la música.