La artista londinense saca todo el jugo de la música urbana y electrónica y vuelve a asombrar al mundo
Dos años han pasado desde que Shygirl irrumpiera de manera estelar con su EP debut, ‘Cruel Practice’, que llamó enormemente la atención en los círculos más alternativos del hip-hop y la electrónica. Excéntrico, industrial, con letras directas y actuales. Un cóctel más que apetecible. Cuenta para este nuevo trabajo con la producción de artistas muy afines y habituales colaboradoras de la londinense, como Sega Bodega o Khai Whinston.
En ‘ALIAS’, la exacerbada y experimental producción se queda un poco en segundo lugar, dando más protagonismo a la voz de la artista y sus letras explícitas y crudas, que retratan sin pelos en la lengua experiencias sexuales. Buen ejemplo es ‘TWELVE’, en el que Shygirl se retrata a sí misma con doce años, cantándose desde la perspectiva agresiva e incómoda de una persona que le observa de manera lasciva.
En ‘ALIAS’, Shygirl recibe influencias de múltiples estilos de la electrónica de baile que reinterpreta a su antojo
‘SLIME’ nos deja un auténtico banger hip-hop futurista con una letra absolutamente ardiente y sin rodeos. Seguimos con ‘FREAK’, quizá el tema que mas peso da a la producción y ritmos y menos a la voz de la artista, yendo desde ritmos eléctricos y rave-friendly a una bajada de BPM a mitad de la pista que la convierte en una bomba dubstep.
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La energía y la temperatura no hacen más que subir en ‘TASTY’, para un servidor el mejor tema del EP, que fusiona con un éxito demoledor el “breakbeat-house” que tan de moda se ha puesto con la voz distorsionada al máximo de Shygirl. Futuro himno clubber sin duda.
‘LENG’ nos muestra una fuerte influencia del grime en ritmo y forma de rapear, sobre una producción frenética y menos recargada que en temas anteriores. La producción industrial vuelve en ‘BAWDY’ y deja paso a un colosal cierre en ‘SIREN’, que nos lleva de vuelta al dance y trance de los 90 y lo trae al futuro de la mano del grandísimo trabajo de Happa.
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