El dúo formado por Nicolás Jaar y Dave Harrington demuestra que el tiempo no ha afectado a su creatividad y originalidad con una pieza singular y ágil
Tras fascinar a la comunidad con su aclamado debut ‘Psychic‘ (2013), el dúo conformado por el DJ, cantante y compositor Nicolás Jaar y el multi-instrumentalista Dave Harrington anunció brevemente su dramática separación, que ha mantenido a los dos músicos al margen hasta finales del año pasado, cuando publicaban ‘Liberty Bell‘ y anunciaban su segundo álbum de estudio. La noticia provocó gran revuelo y expectación entre la mayoría de la crítica, y nos ha tenido en ascuas esperando este lanzamiento.
Si bien ‘Psychic’ fue todo un bombazo en su momento, esperábamos de antemano una palpable evolución en ‘Spiral‘, fruto de la enorme versatilidad sonora de ambos artistas. Pese a no ser demasiado dados a crear expectactivas, lo cierto es que los tres singles que han lanzado en los últimos meses daban ya una idea de que el disco iba a diferir mucho de lo visto en su debut. Algo que se agradece, puesto que el sonido que defendían antaño se ha popularizado bastante y rizar el rizo sería algo bastante decepcionante para casi cualquiera.
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Los artistas dieron a conocer que el proceso de grabación de ‘Spiral’ fue casi en su totalidad en una semana en la que ambos coincidieron en 2018. Estos fructíferos días acabarían por dar forma a lo que ha sido el disco en su totalidad. Una pieza de apenas ocho cortes y 40 minutos de duración.
El disco tiene importantes similitudes con las bases asentadas en ‘Psychic’, pero renueva completamente la forma de trabajar del dúo. Mucho más impredecible y ágil y menos hipnótico y rítmico. ‘Narrow Road’ es el comienzo idóneo. Una atmósfera expectante y misteriosa creada en los primeros minutos desemboca en una base rítmica agresiva y una melodía desgarradora, liderada por los riffs guitarreros que tanto protagonismo tuvieron en su primer LP. El single ‘The Limit’ es el track más pegadizo y accesible del disco, y da paso a ‘The Question Is To See It All’, mucho más reflexivo y pausado.
El aura del disco se mueve constantemente entre la belleza de lo orgánico y lo sintético, jugando con arreglos electrónicos muy notorios a la par que con melodías sencillas y poco recargadas instrumentalmente. Tras los vaivenes estilísticos que vemos al inicio del disco, Darkside nos meten de lleno en ese estado de ánimo tan difícil de definir que evocan sus canciones. Los siguientes tracks fluyen como uno, con un clímax en ‘I’m The Echo‘, llegando hasta el track que da nombre al disco, que nos introduce en un “mood” más reflexivo y menos psicodélico. Esta parte final del disco es la más orgánica y en la que el dúo saca a relucir su lado más sentimental.
‘Spiral’ funciona muy bien a modo de segundo álbum, puesto que consolida el estilo tan particular que defendieron en su primer LP, pero sin estancarse en un sonido. Hay una evolución en cuanto a ideas y composición, pero quizá el haber tenido que esperar ocho años hace que, por un lado se enfríe la imagen de Darkside, y que, por otro lado, siempre se tienda a ver como continuista de su fórmula. El disco ya está disponible para su adquisicíón física o digital en BandCamp.