El veterano artista alcanza ese punto en el que no tiene nada que demostrar. El disco suena auténtico pero a veces falto de determinación y coherencia

Pocos artistas como Simon Green representan mejor la variante más universal y enriquecida de la electrónica. El británico residente en Los Ángeles se ganó un nombre en la industria con unos primeros trabajos (‘Animal Magic‘, ‘Dial M For Monkey‘ y ‘Days To Come‘) puramente instrumentales, en los que proponía una versión melódica, ambiental y muy rica en texturas del trip-hop. ‘Black Sands‘ (2010) supone un cambio hacia el Bonobo que vendría después, incluyendo ritmos tribales mucho más marcados , así como orientando ciertas partes de su música hacia el club. ‘The North Borders‘ (2013) y ‘Migration‘ (2017) giraron la música de Bonobo hacia esa vertiente orgánica y ambiental, pero también radiofónica y carne de festival indie que tanto triunfa en Norteamérica junto con artistas como ODESZA o Tycho.

Tras haber hecho una carrera importante como DJ y acercarse mucho a la escena club, especialmente en los últimos 4-5 años, podría presumirse que Green plantearía este nuevo trabajo orientándolo hacia las pistas de baile. Lo sorprendente ha sido que no. Al menos de manera parcial. Lo cierto es que es difícil definir con claridad la dirección que ha tomado. Vemos rastros del Bonobo más cercano al breaks y downtempo en ‘Otomo‘, ‘Rosewood‘ o ‘Age of Phase‘. También lo que parece un retorno a sus raíces del trip-hop influenciado por el soul, jazz o ambient en ‘Elysian‘ o ‘Tides‘. Incluso encontramos dejes de melodías más sencillas en colaboraciones poperas con Joji, Jordan Rakei o Kadjha Bonet.

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Y esa falta de determinación y de hilo conductor es quizá el mayor problema de ‘Fragments‘. ¿O la mayor virtud? Reconocemos distintas facetas de la carrera de Bonobo, y el álbum es plenamente disfrutable por la capacidad de Green de dejarnos una atmósfera muy satisfactoria y desenfadada. No tiene nada que demostrar ni tiene por qué traer cambios drásticos en su sonido. Suena sin complejos y con una producción magistral.

Pese a que, seguramente, no llegue a ser el disco más memorable en su carrera, Bonobo tiene nunca pierde el toque y siempre nos deja emocionantes partes instrumentales, y ahora también momentos de euforia pistera. El disco está disponible en las principales plataformas de streaming. Es posible adquirir una copia en formato físico o digital en el perfil de BandCamp del artista.

Adri Rodriguez
Vivimos con toda la música del mundo a nuestro alcance. Mi objetivo es haceros descubrir y disfrutar con mi gran pasión.