La talentosa artista belga marcó un antes y un después en su carrera exponiendo su nombre real

Es una realidad que las mujeres tienen más dificultades que los hombres en el mundo laboral y la escena de la música electrónica no es una excepción. Una de las artistas que tuvo que lidiar con esta desigualdad fue Charlotte de Witte, antes conocida como Raving George. La situación es clara: Un panorama claramente liderado por varones, pero con muchas féminas talentosas que poco a poco asoman la cabeza. La DJ y productora belga decidió marcar un antes y un después en su carrera, abandonando este alias masculino que le impedía ser quien realmente es. Lo que ha pasado desde 2015 hasta el día de hoy es un paso de gigante.

“Comencé con el nombre masculino Raving George porque no quería que me contratasen por ser una mujer. Quería poner énfasis en lo que más me gustaba: la música. Con este nombre artístico tenía la sensación de que evitaba los clichés de la gente. O, al menos, es lo que trataba de conseguir.

Hoy estoy en otro lugar. Sé en qué dirección voy y, más importante, sé adónde quiero ir. Así que he decidido continuar mi aventura con mi nombre real: Charlotte de Witte. Honestamente, creo que es la decisión correcta y espero poder seguir contando con vuestro amor y apoyo, con los que estoy muy agradecida.

Es hora de dejar de esconderse; esta soy yo” — Charlotte de Witte, 28 de octubre de 2015.

Su propio sello discográfico

A día de hoy, Charlotte cuenta con numerosas actuaciones cada mes en diferentes rincones del mundo, ha tocado en los mejores clubs y festivales que puede haber y ha lanzado su propio sello. KNTXT es la nueva plataforma de la artista de Gante para compartir su música y llevar la dirección artística en el sentido que ella desee, en la que ha lanzado hasta diez temas propios en sus menos de dos meses de vida. Se dice rápido, pero no es tan fácil asimilarlo. ¿Hasta dónde podrá llegar su proyección?

Escucha: ‘Pressure’ y ‘Selected’, el elegante doblete de EPs de Charlotte de Witte

Gorka Hernández
Soy el Asier Villalibre de este percal, pero no tengo ni idea de tocar la trompeta; solo sé un poco de música electrónica.