El DJ proveniente de Países Bajos se ha convertido en un favorito dentro de la casa del murciélago. Su energía, habilidad para conectar con el público y amor por la sala valenciana resultaron en la receta perfecta para uno de los mejores viernes que presenciamos en Spook esta temporada. Por si fuera poco, la residente y reina de la sala, Lucía Gea celebraba su cumpleaños, asegurando una noche de vuelos movidita e intensa.
La primera sesión de la noche que presenciamos corrió a cargo de uno de los talentos ascendentes que sin a lugar a dudas se están labrando un lugar con letras grandes en la escena local y nacional. Stroc, uno de los artistas más jóvenes y talentosos del panorama valenciano. Actual residente de la casa del murciélago, el DJ pinchó un warmup impecable. Destacaron tracks como ‘Idade das Perguntas’ de DJ Dextro, ‘Searching’ de Iglo y ‘Don’t Touch My Monkey’ de Filtrack.

El siguiente turno fue el de Esilise. Procedente de París, la DJ elevo los bpms y entro de lleno en una sesión de Hard Techno sumamente potente. Un excelente puente entre la primera y la tercera sesión de la noche, la del invitado estelar. Una sesión de aquellas que, además, te deja dudando quién disfruto más, si el DJ, o el público.
Terminado el turno de esilise, llegó el momento estelar de la noche. Imponiendo con su enorme tamaño y una energía igual de grande, Dyen se apoderó por completo de la sala principal de Spook. Sin lugar a dudas, uno de los artistas más destacados de la escena global actual. Dyen pinchó con la comodidad de un residente que se siente en casa, y mantuvo al público encendido y a tope durante toda su sesión. En nuestra humilde opinión, un verdadero ejemplo de un DJ de hard techno.

Por último, y como no podía faltar en tan especial ocasión, llegó la sesión de celebración de cumpleaños de la residente más querida de Spook. Otra de las representantes de la escena valenciana actual, el cierre de Lucía, al igual que todas las sesiones que disfrutamos de ella este año, fue fuego puro. Toques de Psytrance, drops dobles y mucha energía dieron fin a otra inolvidable noche de vuelos en una sala que, año tras año continúa haciendo historia en Valencia.