El mundo de la prensa musical es, para muchos artistas, ese gran desconocido. Las redes sociales y los medios de promoción habituales parecen hoy en día valerle al artista medio para promocionar su carrera, y lamentablemente la figura de un medio de prensa está en declive y en serio peligro de extinción. Tampoco las promotoras, agencias o festivales ayudan, salvo contadas excepciones, a que esta solución de un vuelco. Una persona que sabe mucho de prensa musical, su historia y su importancia, es Pat Quinteiro, directora de PAT Comunicaciones y actual directora también del ecléctico festival MUTEK Barcelona.

En esta entrevista nos hablará sobre su dilatada carrera, comienzos, cambios y mimetismo con el mundo y la escena que nos rodea. Os lo aseguramos: cuando acabéis esta entrevista sabréis cosas que en este momento ni si quiera sabéis que necesitáis aprender.


Wololo Sound – ¡Hola Pat! En primer lugar, muchísimas gracias por atender en exclusiva a Wololo Sound en tu primera entrevista como Directora del Festival MUTEK Barcelona. Llevas casi 20 años trabajando en la industria cultural y musical, 12 de ellos trabajando como Responsable de Prensa y Relaciones Públicas con las marcas e instituciones de MUTEK ES. Tanto en este proyecto, como en otros, este papel suele quedar “en segundo plano” de cara al gran público, por lo que lo primero es lo primero: ¿quién es Pat Quinteiro y cuál ha sido su rol hasta ahora en la industria musical?

Pat Quinteiro – Tras licenciarme en Historia del Arte, comencé desde el ámbito de la gestión cultural, y llegué a la música en un contexto donde arrancaban en España los festivales de gran formato especializados, y un nuevo consumo ’cultural’ de la electrónica – y disciplinas artísticas convergentes-, que hasta ese momento solo existía en un formato de “entretenimiento” en los clubes.

Con todo por organizar, al principio ni existía este rol profesional del PR de Prensa en la electrónica, ni tan siquiera medios especializados en ella. Poco a poco, estos formatos comenzaron a requerir ya de su propio equipo para gestionar la comunicación y lxs que estábamos gestionando hasta entonces estas tareas más comercial con los medios, comenzamos a sentar las bases de los actuales departamentos de comunicación interna y externa -offline y online-, como había ya en otras industrias (deporte, política…). Vamos, que lo mío es de oficio.

Me dedico a contar con mucho mimo, proyectos culturales “hechos con alma”. Y lo hago escuchando al cliente, descubriendo cuál sería su gran “big picture”, ese momento donde sentiría que su proyecto llega al éxito (notoriedad, venta de entradas, valor social…)

A partir de ahí, analizo las ideas y los highlights que me destacan los diferentes equipos (booking, management, comunicación, sponsoring…), cojo aquello que hace que ese lineup sea exclusivo, o que esa experiencia sea única, lo vinculo a los valores y objetivos del proyecto, y creo las estrategias para posicionar estos mensajes e ideas clave en los medios de comunicación.

Intento lograr la atención de los medios, y lo más difícil, lograr que luego ellos lo transmitan con el brillo y la magia que el proyecto creo que merece. ¿Con qué finalidad? llegar a sus públicos objetivo, generar posicionamiento, y por ende, una visibilización positiva – directa o indirecta- entre la actividad artística y las marcas e instituciones patrocinadoras, mediante la conversión de esa información, en noticia.

Y si, es curioso lo que comentas, porque es verdad que para el público generalmente no soy tan visible, pero por el contrario para los medios de comunicación y las marcas, soy la portavoz de esos proyectos; en especial los que están vinculados hace mucho a mi y mi agencia, como es el caso de MUTEK.


WS – Ciertamente compartimos sector, el de la prensa musical… un sector que vive momentos muy difíciles. ¿Cuál es la razón principal de que se ponga tan poco valor en la prensa musical? ¿Cómo de imposible ves vivir de este mundo hoy en día?

Pat – Yo he vivido – y vivo – de ello, pero soy consciente de que mi realidad es fruto de una trayectoria y un momento del sector, muy distinto al que se enfrentan lxs Jefes de Prensa, los medios y los periodistas actualmente.

Recuerdo que en mis primeros proyectos reproducíamos fórmulas heredadas del mundo del deporte o de la comunicación institucional y/o política con los medios. Era habitual, por ejemplo, hacer comidas con lxs periodistas, donde se les avanzaba el lineup y se buscaba cierta complicidad, y donde a la vez, con sus reacciones, se preveía por donde iría su crítica. En ese momento ahí residía la clave, en la crítica. Si bien era una relación de demasiada pleitesía -para mi gusto- con los medios generalistas, lo que si estaba bien, es que esa fórmula no te eximía de una mala crónica.

Pero claro, en ese primer auge de festivales y nuevos formatos de eventos de electrónica, tanto de géneros más mainstream, como de vanguardia, no había periodistas especializados, ni espacios de crítica tan enfocados en ellos como si tenía tradicionalmente el rock o como comenzaban a tener nuevas músicas más populares.

En una segunda fase, fue al revés, los equipos de comunicación de los festivales veíamos como la crítica a través de nuevas voces (bloggers, locutores de radios locales, críticos freelance de secciones en revistas especializadas,..) eran más relevantes para nuestra audiencia que muchos de los impactos en medios generalistas, así que comenzamos a acreditar a estos nuevos ‘influencers’ a nuestros eventos, que con la llegada de un uso de internet más doméstico, comenzaron crear sus propios blogs y redes para cubrirlos. Estos motivados por la electrónica, fueron los precursores de los medios de comunicación especializados, y desde los departamentos de comunicación empezamos a invertir en campañas específicas en esos nuevos canales, algunos de ellos aún en activo desde hace más de 10-15 años.

Eso generó que la relación de los promotores de eventos de electrónica con los medios generalistas quedara más enfocada a buscar notoriedad y generar una conversión ‘de prestigio’ y para visibilizar marcas y sponsors, que para atraer al público o impulsar la venta de entradas.

Actualmente, la estrategia e inversión para atraer al público (ventas), reside en los múltiples canales de social media y las propias plataformas de las tiqueteras. De repente era más barato y no dependias de la opinión de nadie para crear tu propia visibilidad y promoción. Eso generó que gran parte del presupuesto para la estrategia y comunicación digital enfocada a la venta de entradas, se enfocara a las RRSS. Esta pérdida de inversión ha producido en los últimos 5-6 años un efecto negativo -que arrastramos actualmente- en el que los medios especializados se han visto obligados a desaparecer y/o reducir equipos, perdiéndose por el camino el expertise, la crítica y el conocimiento del sector por parte de profesionales que llevaban más de una década cubriendo exclusivamente eventos de música electrónica.

Y eso nos lleva al momento actual, en el que los medios nicho, para que los promotores inviertan campañas, están generando una conversión mediática de los eventos siendo menos críticos, potenciando titulares llenos de una positividad impostada , dimensionando la noticia o crónica, y volviendo por tanto a esos “roles de pleitesía”, pero esta vez de los medios para con los clientes/promotores. Es la única manera que tienen de sobrevivir y ser competitivos con el alcance -que por muy poco- logran las redes sociales. Pero claro, esto es la pescadilla que se muerde la cola. Si solo hay ventas, pero no hay notoriedad y posicionamiento de marca, los sponsors tampoco se interesan tanto por involucrarse en este tipo de eventos, como sí pasa en otros sectores lúdicos, como el de los videojuegos por ejemplo.

Así que ahora estamos ante un nuevo capítulo en el que hacen falta medios para crear escena y generar crítica, pero en el que la industria no termina de entender que para que existan es necesaria una inversión potente que les permita ser competitivos y sostenibles. ¿Cómo será el próximo capítulo? Aún no se sabe, pero se siente un cambio inminente. Lo que es ya real, es que la situación en nuestro país de los medios especializados en la electrónica, así, es insostenible.

¿Si creo que es posible vivir de esto? si, yo lo hago desde hace casi dos décadas como decía. Pero lo que es menos fácil es que sea muy lucrativo. Considero que en mi nicho, soy una profesional respetada; pero también soy consciente, de que ese éxito no es equiparable a nivel económico al de colegas PR de otras industrias con un rango equiparable. Y no lo sería, ni si en lugar de a la electrónica “menos mainstream” me dedicara a algo más comercial y masivo.

Una fórmula que me ha servido durante mucho tiempo para equilibrar esa balanza económica, ha sido trabajar para marcas muy grandes -por ejemplo en Ibiza- y mucho mejor remuneradas por su modelo de negocio, para poder así trabajar el resto del año en propuestas más de valor cultural (no tan puro entertainment), que impulsen nuevos discursos y contenidos más disruptivos, y qué aporten y generen impacto a nivel social y a nivel de comunidad creativa y profesional. Si trabajara exclusivamente con un enfoque más empresarial, más de “Big Music Bussines”, ganaría más dinero, pero creo que sería muy infeliz.


WS – De hecho, varios medios han cerrado en los últimos meses, siendo el caso de Clubbingspain el más destacado. ¿Cómo viviste esta baja?

Pat – Como el golpe en la mesa que los profesionales y el sector veníamos acusando. La gota que colmó el vaso y que dejó claro que se había acabado el momento dulce de la comunicación especializada en la electrónica. Clubbingspain ha sido, es y será parte de la historia de la electrónica en nuestro país; el primer medio nacional que tuvo además relevancia real desde nuestro país, para la comunidad internacional.

Tengo un vínculo muy personal con su equipo; bueno, todos los que amamos la electrónica en este país, lo tenemos. Y su cierre ha supuesto un punto de inflexión, que por un lado nos hizo pensar a muchos compañeros y compañeras, en sí era hora de abandonar o no. Pero por otro lado, la rabia también está generando que periodistas y comunicadores nos estemos poniendo firmes con los promotores y marcas, para hacerles entender que “que exista una red de prensa especializada y de valor” es responsabilidad de todos. Si ellos no invierten, los medios no pueden ser sostenibles, y que si no se generan impactos y crítica, se resentirá su capacidad de atracción para marcas e inversores.

Es más peligroso de lo que imaginamos, porque además hay toda una generación que está creciendo musicalmente, en un ecosistema musical totalmente diferente; una relación consumo algorítmica, que no necesita de crítica o referencias para comercializar música o posicionar artistas. Cada uno alimenta su propia inteligencia artificial a través de la información que mueve y consume en sus dispositivos, plataformas musicales y audiovisuales on demand. Y claro, siempre te gusta lo que te ofrecen. ¿Pero es posible entonces descubrir algo nuevo?

Pienso que sí, que es posible encontrar un equilibrio entre ser noticia y pagar por visibilizar tu trabajo a los medios; pero para ello, debemos dar de nuevo libertad de información a periodistas, motivadxs y críticos, y hacerlo, haciendo sostenible su trabajo. Pero los medios también deben/debemos reinventarnos para ser competitivos con la conversión que ofrecen con su alcance las redes sociales, los influencers, y los algoritmos, y adaptarse/nos a los nuevos códigos de comunicación y consumo musical.

Vamos, que entre aquellas “paellas para periodistas” y ruedas de prensa que convocaba vía fax a finales de los 90, y comunicar ahora un festival solo a través de un canal de telegram, hay muchos matices. Y por tanto, hay muchas posibilidades.


WS – No todos son malas noticias, y es que desde hace poco podemos disfrutar de MixMag en España con extensión propia, revista de la que has sido su directora. ¿Cómo fue la creación de esta “sede nacional” y cuáles son sus pilares y principios?

Nunca me hubiera imaginado dirigiendo una revista y menos una Mixmag, editorial de referencia, sí, pero en un formato (papel) y para una audiencia muy concreta. Pero a la semanas de arrancar nos llegó la pandemia; y bueno, si ya era un desafío lograr la credibilidad y atractivo que se espera de una Mixmag, centrándonos en la escena nacional, en un formato impreso y en español, pues con el parón del sector, imagínate.

Aún así, me siento orgullosa de lo que hemos hecho en estos casi dos años, y me da pena que esta etapa finalice, aunque estoy emocionada con el nuevo reto de dirigir MUTEK ES, el proyecto con el que sin duda, más me he identificado en mi vida profesional. Y por supuesto, seguiré vinculada y colaborando con la revista.

Con Mixmag Spain, he aprendido muchísimo estando al otro lado, no como cliente/promotor, sino como medio. Y he entendido el esfuerzo que eso requiere, y que nuestra industria tiene una necesidad real de tener canales propios, reviews, y de creación de contenidos nuevos donde se genere análisis y reflexión sobre la cultura y la creación musical electrónica, las escenas creativas y la cultura de club.

Cuando me puse al frente, pensé mucho en que atraer a las nuevas generaciones, y ser un medio competitivo para marcas/anunciantes, no debía alejarme de su esencia y en su labor de seguir acompañando a aquellas generaciones que crecieron a la par que la escena electrónica underground durante los 30 años de vida de la revista en UK. Los de 40 en adelante seguimos queriendo descubrir música, y sí, también seguimos valorando el formato en papel, el placer de leer con calma un artículo, coleccionar revistas y participar de una reflexión colectiva sobre la industria, y de poner en valor su legado. ¿Tanto se aleja de lo que quieren los de menos de 30? Sinceramente, no lo creo.

Hace poco leí una entrevista a Adele en la que decía -“¿Si todo el mundo está haciendo música para TikTok, quién está haciendo música para mi generación? ¿Quién hace música para los de mi edad? Yo lo haré con mucho gusto.”- Y mira, récord de ventas.

Para mí, testimonios como el de Garnier el su documental “Laurent Garnier: off the record”, documentales como el de” Woodstock 99: Peace, Love and Rage”, o el de “Billy Eilish, The World’s a Little Blurry” pero también libros de artistas como la biografía de Carl Cox, o de promotores como Pepe Roselló (Space Ibiza) o Ricard Urgell (Pachá), nos recuerdan, la lucha con la que promotores y DJs lograron desestigmatizar una visión de la música electrónica asociada a la cultura del desmadre, las drogas y la “perdición”, logrando su espacio como motor económico e industria cultural, y no solo del entretenimiento. Y que no solo de algoritmo vive la industria, que siempre hubo y habrá reglas cambiantes para la música. Que hay que alejarse de la radicalidad, lo decimonónico y de esa idea casposa de que “lo pasado siempre fue mejor”, y abrazar la transversalidad en todo lo que cabe bajo el paraguas de la palabra “Clubber”; y que la música – como cualquier disciplina artística- es un reflejo de la sociedad de su momento. Que para entendernos en el presente, debemos entendernos en el pasado. Y para eso, los medios de comunicación son clave.


WS – Lo que algunos todavía no saben es que los medios de prensa vivimos de la confianza del artista, sala, promotora o festival en nosotros a la hora de dar a conocer, “publicitar” su contenido. ¿Por qué cuesta que nos tomen en serio? ¿Cuál es tu argumento estrella para que confíen en la prensa a la hora de la promoción?

Pat – Es algo muy “made in spain” lo de no confiar en lo nuestro; y en cambio sí hacerlo en medios internacionales, y eso que a veces son muy endémicos. Como que tenemos interiorizado que “los de fuera” si son un radar fiable para descubrir artistas, como si nosotros no tuviéramos potestad para hacerlo.

Está claro que en lo que respecta a la electrónica nacional, tenemos la prensa que nos merecemos, porque no hemos sabido sostenerla. Es así, y hay que aceptarlo y tomar nota para saber que nos trae el futuro y si queremos cambiarlo. Por suerte, yo confío mucho en el cambio que están generando las nuevas generaciones.

A través de las últimas ediciones de MUTEK me doy cuenta de cómo hay un nueva generación de artistas y profesionales de la música electrónica que está muy alineada con la sociedad, que es reivindicativa, y que ya no entienden sus pistas de baile sino es desde la diversidad, el empoderamiento y la igualdad; desde la libertad de ser y disfrutar de la música como experiencia creativa. Se atreven a mezclar géneros de una manera genuina, porque acceden fácilmente en internet y plataformas on demand a los más de 40 años de historia musical electrónica; son menos canónicos que lo éramos los de mi generación al principio. Nosotros tuvimos que crear etiquetas para estos nuevos sonidos, ellxs exploran y mezclan géneros y épocas a priori imposibles de casar entre ellas. Gente joven que revisiona su folkore y reivindicando su tradición territorial, están generando nuevas escenas y nuevos ritmos hasta en los géneros más estrictos, como el techno..

También hay un cambio de actitud en el público, que es capaz de ser parte de una escena, consumiendo propuestas de calidad en formatos boutique, y ser a la vez un público que quiere consumir macro-escenarios y festivales de gran formato.

Y también observo – con emoción- como hay una nueva ola de productorxs y artistas que saben que son altavoz, y hacen uso de su alcance para promover la necesidad de hablar de temas como la salud mental o el acoso, por ejemplo.

El público evoluciona como evoluciona la sociedad a la que representa, y con ello, también evolucionan sus reglas, los roles y expertises profesionales, y por supuesto también los de la cultura de la música electrónica. Por eso, en este futuro-presente ya no se entienden eventos insostenibles a nivel ambiental, proyectos que no generen impacto económico equilibrado para el entorno y la comunidad local de la que consumen recursos, que no reflejen la diversidad o la igualdad de género. Y las marcas e instituciones culturales, comienzan a darse cuenta de esto. El público exige marcas que comulguen con sus/estos valores. Un ejemplo fácil sería el productor gallego Baiuca, protagonizando una campaña de Estrella Galicia. Más nicho que Baiuca, imposible, pero muy representativo de toda esa nueva generación de la que te hablaba.

Y ahí es donde creo que está surgiendo una oportunidad para los nuevos medios especializados como Wololo Sound, que tras años de presencia, estáis pasando a primera línea. Y podéis hacerlo porque la sostenibilidad de vuestra estructura no depende – de momento.- solo de lo que genera económicamente vuestro medio. Ahora hay que ver si sabremos – como industria – estar a vuestra altura, apoyándoos con inversión e impulsando así una nueva generación de críticos y expertos en música electrónica; y de si sabremos alejarnos de esa idea de “trabajar por amor al arte”, bueno, a la música.


WS – Los medios audiovisuales (podcast, formato vídeo, Twitch…) están ganando todo el terreno posible a la prensa escrita. ¿Estamos condenados a desaparecer? ¿Adaptarse, morir, o un poco de ambas?

Pat – Yo siempre le digo a mis clientes que yo (cuando me pongo el traje de responsable de prensa) no vendo tickets; lo que yo vendo es prestigio y repercusión de marca, y que eso también tiene un retorno que se traduce en valor económico.

Por eso, como decía antes, para mi hay espacio para todos, pero los medios han de ser de calidad, tener un target bien definido, y han de saber adaptarse de manera orgánica a los hábitos de consumo actuales.

Medios como el vuestro o como cuando empezamos con Mixmag Spain, tenemos una oportunidad, porque estamos resistiendo y cubriendo el hueco editorial que han dejado los grandes medios especializados desaparecidos, con los que quizás nos era imposible competir. El reto, creo, está en ser capaces de diversificar y hablar de muchas escenas a la vez; no existe ya lo de ser solo un medio de House o de Techno.

De momento hay esa oportunidad, porque están (estáis) gestionados por redactores jóvenes, sin contaminar por la época de catástrofe. Nuevos prescriptores que saben adaptarse y comunicar nuevos discursos, pero reivindicando su espacio y calidad como medio de comunicación especializado. El alcance a lo mejor es menor en número, pero el impacto, al menos desde el punto de vista de PR de Prensa, es infinitamente mayor.

En definitiva “existir” es responsabilidad de todos. La industria tiene que invertir, pero los medios nacionales también deben tener capacidad de generar la reputación y alcance que otros medios homólogos internacionales generan; y/o ser capaces de adaptarse a comunicar en esas nuevas plataformas. Las brands ya están en ese proceso de adaptarse también, y es el momento de captar su atención, como lo hicieron en su momento los “Clubbingspain” de referencia en esos momentos de sorpasso entre ellos y los medios generalistas..


WS – También trabajas como directora de Comunicación y en temas de prensa con diversos festivales. ¿Qué vivencias o experiencias adquieres estando a “ese lado” de la barrera?

Pat – Con los años he creado una marca y una identidad propia; los clientes que me llegan, suelen hacerlo porque alguien o algo les hace referencia a que su proyecto es muy PAT Comunicaciones.

Para mi, la clave como jefa de prensa, es creerte lo que estás vendiendo. La comunicación no es solo convencer/vender, es afianzar y crear vínculos a largo plazo. Las pocas veces que he hecho algo muy “poco PAT” los resultados han sido desastrosos. Y tras tropezar unas cuantas veces en el mismo tipo de piedra aprendes.

Yo con mi parcelita de “proyectos hechos con alma” he creado una red de contactos (medios, artistas, promotores , marcas,…) que esperan de mí un tipo de contenidos, y que gracias a que siempre he intentado ser fiel a mi misma, he logrado su credibilidad.

Lo que más me gusta es ver como fruto de ese vínculo, se va creando un relato continuado y único, con cada cobertura, con cada edición de un mismo proyecto.


WS – Tu carrera se ha relacionado de una manera o de otra siempre con la música electrónica, un género que tampoco vive su mejor momento en cuanto a consumo (streaming, compras…). ¿Cómo ves ahora mismo este apartado del sector?

Pat – No creo que el sector viva sistemáticamente “un mal momento”; creo que, una parte del sector así lo está sintiendo porque o “no ha sabido” o por su enorme dimensión “no ha podido” adaptarse a los retos de la pandemia. El directo nunca suplirá al streaming, pero una buena plataforma de streaming puede multiplicar y amplificar significativamente el consumo de un evento en directo.

En este sentido, por ejemplo desde la Red Internacional de MUTEK, impulsamos durante la pandemia un proceso en el que ya veníamos trabajando desde hacía tiempo: MUTEK Connect. Una plataforma propia de “stream” que nos está permitiendo compartir las audiencias entre los diferentes Festivales MUTEK en el mundo (Montréal, Tokyo, México, Buenos Aires, San Francisco, Dubai..)

Primero surgió como respuesta a la necesidad que nuestras comunidades creativas globales tenían para seguir teniendo un espacio de exhibición (remunerado) y que a la vez les permitiera seguir amplificando audiencias, tanto de público como conectando con profesionales de todo el mundo, para paliar el parón del sector. Y en el caso de MUTEK ES, nos ha permitido combinar lo presencial y lo físico en todo momento; somos uno de los pocos festivales que incluso en el núcleo duro de las restricciones, ha podido llevar a cabo todas sus ediciones.

Pero estaba claro que hacer esto, requería adaptarnos para ser capaces de generar lo que se espera de una “experiencia MUTEK“ en un nuevo entorno audiovisual, para consumirse en TV, tablet, móvil u ordenador. Creo que ahí reside el auténtico desafío de la música en directo en estos formatos de pantalla y streaming, en entender que no tienes que seguir haciendo lo mismo, sino en saber cómo adaptarlo a este nuevo formato de consumo.

No se trata de grabar un show sin más y emitirlo, sino de grabarlo (como promotor) y crearlo (como artista) pensando en cuál es la manera de generar la mejor experiencia para tu audiencia. Salir del formato público-escenario y entenderlo desde lo cinematográfico, por ejemplo. Igual que se busca el mejor equipo de sonido en una sala para asegurar el mejor disfrute la gente desde la pista, deben buscarse las mejores herramientas que generen esa experiencia cuando lo grabas y emites en plataformas.


WS – Sin movernos del sector de la música electrónica, me gustaría centrar ahora la atención en el papel de la mujer: en 2020, solo 13 de los 100 mejores DJs del mundo eran mujeres, según el ranking elaborado por la revista DJ Mag. Una desigualdad real para la que trabajáis desde el MUTEK ES Simposio que este año celebrará su tercera edición en CASA SEAT el 3 y 4 de marzo bajo el título “Ciencia y Tecnología para un Futuro sin Género”.

Pat – Ya no se trata solo de hablar del “papel de la mujer”, se trata de crear espacios donde se priorice urgentemente que nuestra industria sea sostenible, diversa, equitativa, inclusiva y sobre todo justa. Mientras la casilla de salida profesional no sea la misma para todos, todas y todes, debemos tomar medidas, no solo de sensibilización, sino correctivas. Y algo para mi muy importante, es dejar de tomarle el pulso “equal” a los proyectos, teniendo únicamente en cuenta la diversidad de su lineup.

Fíjate, solo un 37 por ciento de las empresas de la industria musical en España están lideradas por mujeres, según un estudio reciente de la Asociación MIM (Mujeres de la Industria de la Música), en la que analizaron más de 90 compañías; y apenas un 14% de las discográficas independientes cuentan con figuras femeninas en la dirección, mientras que las tres grandes multinacionales (Sony, Universal y Warner) tienen a hombres como presidentes. El estudio expone también que casi el 70% de las mujeres cobra menos del sueldo medio español masculino, a pesar de su preparación: más de un 70% accedió a su primer puesto en esta industria con formación universitaria o formación profesional de grado superior y con conocimiento de idiomas. Casi el 40%, además, ha cursado un máster, curso o formación especializada, y apenas se han encontrado mujeres del sector que no tengan algún tipo de cualificación.

Con este escenario, compartirás conmigo lo urgente de emprender esas medidas correctivas que mencionaba anteriormente. ¿Cómo? Desde el ámbito público, por ejemplo, deberían impulsarse prioritariamente aquellos proyectos que tengan impacto real en materia de igualdad de oportunidades, que contribuyan a la internacionalización de escenas y audiencias y que tengan siempre la mirada puesta en ser aliados, desde la formación, y como espacios para compartir conocimiento que sirvan para generar profesionalización.

Desde lo privado, también es urgente que los grandes lobbies musicales cominencen la implementación de planes para su adaptación a la agenda 2030, que de repente – por cierto- está a la vuelta de la esquina.

Además, por un lado se están generando nuevas economías creativas, que heredan ya mucho análisis y reflexión de las economías feministas y movimientos y políticas culturales transversales de los últimos años. Y por otro, se están abriendo nuevos espacios, metaversos, mercados y monedas que surgen como alternativa a los roles y sistemas tradicionales. Ambos puntos solo serán una oportunidad real de cambio, si sirven como medidas correctivas de lo que ha venido sucediendo en el mundo real.

Por tanto, es más necesaria que nunca una reflexión y reacción con perspectiva de género, sino, simplemente estaremos replicando los roles de desigualdad e injusticia en ese nuevo ecosistema virtual y mundo futuro.

En ese sentido desde el MUTEK ES Simposio, llevamos 3 años trabajando en cómo crear “una hoja de ruta” para lograr “un Futuro sin desigualdad por razones de Género”. Este año haremos dos jornadas en CASA SEAT (3-4 de marzo) donde nos centraremos en el papel que la Ciencia y la Tecnología han tenido, tienen y tendrán para lograr ese objetivo.


WS – ¿Qué piensas del papel que tienen iniciativas como la #WeAreEquals Music Academy del British Council, para revertir esta situación?

Pat – Justo acabamos de cerrar la nueva convocatoria para talentos emergentes que quieran participar en la 5ª edición de la Music Academy impulsada por el British Council con la que trabajamos mano a mano desde MUTEK ES.

Tengo/tenemos un enorme cariño por la #WeAreEquals. Es uno de esos proyectos con los que compartimos al 100% su valores para la construcción de una industria más equitativa, como herramienta clave en ese “Futuro sin Género”; por eso, además de apoyar su realización, los mejores en cada edición participan mostrando su talento en directo en el festival.

WeAreEquals es un reflejo del trabajo que desde la industria musical llevamos más de una década realizando de una manera más activista. Un trabajo que está generando un cambio social y estructural en el sector, que primero derivó de poner el foco en la visibilización real de la desigualdad, y que en los últimos años se genera mediante proyectos que tienen un impacto real para la inclusión y firma firme de compromisos impulsados gracias al trabajo asociativo y colaborativo entre diferentes redes con perspectiva de género.

Dichos cambios son la consecuencia de los datos concretos generados por los estudios de la Asociación MIM; por la contribución a la profesionalización de toda una generación de futuras líderes en la industria musical con el programa de Keychange, o a nivel de creadoras digitales con el programa de AMPLIFY D.A.I. Y como no, gracias a globalidad y sentimiento de comunidad y sororidad, generado por las redes conexión y networking entre mujeres y disidencias de shesaid.so y sus programas de mentorización como she.grows Spain. O gracias a la proactividad y el desarollo tecnológico impulsado desde Femnøise, y al impulso al talento emergente que están suponiendo para toda una generación de artistas, proyectos como #WeAreEquals.


WS – Por último, háblanos de tu reciente nombramiento como directora de MUTEK Barcelona. No hay muchas mujeres digiriendo en España festivales de música y menos relacionada con la electrónica y la creatividad digital. ¿Cómo te sientes? ¿Qué tienes ya planteado?


Pat – Ha sido todo muy inesperado y la vez está siendo una transición muy natural. Hace tiempo que mi trabajo en MUTEK ES va más allá de la comunicación, gracias a la complicidad y confianza que Alberto Nerone, impulsor del proyecto MUTEK en Barcelona, siempre ha depositado en mí. Y si te soy sincera, lo que más orgullo me ha dado de este nombramiento, es que ni él, ni mis homólogos en el resto de Festivales MUTEK en el mundo, lo han dudado. Creo que me ha costado más creérmelo, que a ellos proponermelo.

Es un reto heredar y continuar el gran trabajo realizado en España por Nerone durante estos años. Ahora a corto plazo me toca hacer realidad esta 13ª edición (7-13 de marzo), y para el resto del año me gustaría llevar el modelo #MUTEKConnect a otras ciudades, pero de nuestro país, creando alianzas con festivales hermanos del resto del territorio y compartiendo valores, talentos y audiencias. Y por supuesto, seguir afianzando la red de aliados institucionales que caminan a nuestro lado, y fomentando espacios de formación y exhibición, siempre teniendo claro el compromiso de MUTEK ES de seguir siendo una herramienta de acompañamiento para el desarrollo de nuestra comunidad creativa, la formación de creadorxs emergentes, y para ser ese empujón final hacia la profesionalización definitiva, de nuestros artistas más consolidados. Casi nada ^^

Adrian Oller
Cofundador y redactor. Melómano, leonés y obseso de las cosas bien hechas. Imposible encasillarme en un sólo género. “Si quieres llegar rápido, camina solo. Si quieres llegar lejos, camina en grupo”