El festival gallego volvió al ruedo tras su parón en 2024 y nos dejó una gran 8ª edición
Qué gusto da moverte por tu país y encontrar propuestas que te llenen. El pasado viernes 12 de septiembre conocimos por primera vez a WOS Festival y debemos de confirmar que nuestro debut fue encantador. Un evento que, al conocerlo, se nota que está hecho con cariño y con el objetivo de proporcionarle a su comunidad y a su público un lugar donde conectar y vivir experiencias musicales fuera de la norma. Aquí te dejamos nuestra experiencia.
Por si aún no lo conocías, haz click aquí para visitar el perfil de Instagram de WOS Festival
Decidimos alojarnos en un bonito apartamento muy cercano al centro de Santiago de Compostela, lo cual os recomendamos si decidís venir al festival ya que la mayoría de sus actividades tienen lugar en diferentes ubicaciones del centro. En nuestro caso no asistimos a su primera jornada, y directamente disfrutamos de la propuesta nocturna del viernes, que se celebraba en la sala Capitol. La noche mostraba el cartel de sold out, y tras tomar algo por las bonitas calles de la ciudad gallega decidimos adentrarnos en la sala, para disfrutar del trío americano Purelink, que nos acunó con una actuación en formato live en tono de ambient, estando centrado en su último álbum, ‘Faith’.
Así comenzó una jornada que estuvo marcada por la intensidad y la gran puesta en escena del británico Rainy Miller. Una gran forma de presentarse en nuestro país, con su último álbum ‘Joseph, What Have You Done?’, con un directo de esos de sentir y dejarse sorprender por el enfoque creativo de este artista, que combinó a la perfección su apuesta musical con las visuales, iluminación y el humo de la sala Capitol, dando mucho juego con la luz que tenía en la frente. Charlamos con él tras su directo, en cual repetía de vez en cuando «para ti, para mi, para ti, para mi», siendo lo único que sabía decir en español, que era lo que quería transmitir con su música.

Tras la emotividad y lo atmosférico del inglés vivimos una nueva exclusiva en nuestro país, Los Thuthanaka, el dúo boliviano americano que literalmente nos deleitó con un directo nada común en España y que pudimos definir como noise industrial cumbia, siendo un ejemplo de que vivimos en una escena llena de influencias. Nos pareció interesante, aunque a parte del público le dejó algo frío. Lo que sí que nos dejó fríos fue el live de Carrier, que apostó por un híbrido entre el techno y el drum and bass a un tempo lento que desencadenó el palique entre el público.

Debemos de comentar que estos lives son dignos de ver y que aplaudimos que se puedan realizar, pero es verdad que experimentarlos es una sensación algo agridulce debido a su corta duración, al ser de 45 minutos, y al haber entre ellos una pausa de unos 10-15 minutos debido al montaje de cada set up. Tras Carrier llegó el único DJ set de la noche, Djrum, que técnicamente fue increíble, a 3 platos, pero que consideramos, tras el tono de las 4 actuaciones vividas anteriormente, que tuvieron un tono tranquilo, que fue muy caótico. Drum and bass, breaks, techno, noise o grime para acabar la segunda jornada.
Comentar que los precios de la sala son populares, 3.50€ por cervezas, 3 por refrescos y 8 por combinados, sumando esto al euro que te cuesta el ropero. También es verdad que todo lo que sea comparado con Madrid nos parece barato. El sonido de la sala nos pareció bastante correcto.
El sábado vivimos la experiencia WOS al completo, visitando la bonita Igrexa da Universidade para disfrutar del intenso directo de Heinali & Saienko, siendo esta una forma peculiar de empezar nuestra jornada, con aires medievales e hipnóticos. Es una gran sensación el poder vivir estas actuaciones en lugares públicos y culturales. Fue el perfecto calentamiento para el show A/V de Zuli en el Auditorío ABANCA, que fue por primera vez presentado en nuestro país, una delicia sonora y visual.

Siguiendo con el Auditorío ABANCA debemos decir que este venue nos dio una de las mejores actuaciones del festival, lo que fue muy comentado por parte del público. Sabíamos que el live A/V de Eomac junto a Saint Abdullah iba a ser bueno, pero salimos totalmente encantados. Noise, experimental hip hop, electrónica, jazz, música tradicional iraní, espectacular y muy evocador, acompañada la actuación musical con un corto que mostraba la infancia en Irán de Saint Abdullah y más elementos tradicionales. Perfectamente finalizado con ‘Victorian All- Rounder’

Tuvimos suerte de que no lloviera mucho, a nuestros oídos llegó que la edición de 2023 fue complicada por las fuertes lluvias que hubo, pero la pequeña llovizna que comenzó tras la última actuación hizo que nuestros ánimos decayeran un poco. Fue sólo un momento, estábamos listos para la noche y para disfrutar de otro de sus recintos icónicos, la Fundación Laboral de la Construcción, que se usa habitualmente para impartir cursos de prevención de riesgos laborales. Quedamos gratamente sorprendidos por el lugar, su estética y espacios usados para desarrollar las actuaciones, aunque la falta de ventilación fue el único punto negativo.
Aquí Beatrice Dillon deleitó a los asistentes con su propuesta ambient, mientras Lord Spikeheart realizaba su vanguardista directo. Nosotros escuchamos a Nazar, que nos dejó algo fríos, un live con intención, electrónica de vanguardia, experimental con el belga al micrófono. Nuestro cuerpo pedía más, eran las 00:00 y sentíamos ya la necesidad de querer movernos. Llegaron las 00:30, llegó CCL. Esperamos un set soft, con toques breaks y house. Dios santo. La americana hizo, en nuestra opinión, el mejor DJ set de todo el festival, que mantuvo a la Room 1 en continuo movimiento, consiguiendo la exclamación del público. Dub, techno, breaks, bass, breakbeat. Espectacular. Qué gusto salir tan sorprendido de un set.

A las 02:00 comenzaba otra de las actuaciones más esperadas. El alemán Objekt es conocido por introducir al oyente en trance y en un viaje musical, y eso es lo que hizo en WOS Festival. Un set de dos horas que comenzó con ambient y que acabó con hardcore, pasando por diferentes géneros en su transcurso, como house, techno o breakbeat. Ejemplo perfecto de lo que es un DJ.
La Room 1 nos deleitó con la premiere en España del live de Simo Cell. Genial, estuvo perfectamente ejecutado. Muy divertido, interesante y variado. Downtempo, batucada, bass, footwork, a un tempo de unos 140 BPMs, que mantuvo al público en continuo movimiento. De los sets más interesantes del festival. De una alegría a una decepción. El inglés Batu era uno de los artistas que más hype nos generaba y no entendimos su set. ¿Cómo un artista que posee el sello Timedance y que acostumbra al oyente a ofrecerle una visión musical enfocada al bass, ritmos rotos y percusiones experimentales realiza un set enfocado al club latin en un festival como este? Ojo, no tenemos nada contra el club latin, al revés, pero teniendo en cuenta el contexto, el festival que es y después de los sets que vivimos, no le vimos sentido.
El festival acabó el domingo, en el Teatro Principal con las actuaciones en formato live de Masayoshi Fuyita y Grand River junto a Abul Mogard. No estuvimos presentes, pero quienes lo hicieron comentan que fue de lo mejor del festival. A destacar también esa progresión que presenta WOS, comenzando con ambient, introduciendo vanguardia y ritmos, para llegar al sábado con más vanguardia y baile y dar el broche final con ambient, chapó.

WOS Festival es una propuesta para aquellos oídos que ya han experimentando diferentes estilos y para aquellas personas que buscan actuaciones que vayan más allá de lo convencional, mezclando experiencias de escucha con baile. Encontramos a un público adulto y alternativo, mayoritariamente local, de una media de 35 años. Como comentamos anteriormente, buen sonido, buenos precios, buenas localizaciones. Sin duda es un festival que recomendamos.
¡Gracinhas Santiago!