La mayor fiesta de drum and bass y dubstep del mundo volvió a su coliseo el pasado fin de semana en una edición que llevábamos esperando más de dos años y que por fin tuvo lugar tras numerosas cancelaciones debido a la pandemia

El pasado viernes y sábado pudimos volver a la mayor fiesta de dubstep y drum and bass del mundo en una de sus ediciones más esperadas. Rampage Weekend 2022 ya era, por fin, una realidad y tan solo podíamos pensar en las dos intensas noches de más de 20 horas de bass music que se avecinaban. Pusimos rumbo a Amberes (Bélgica) para asistir a una nueva edición de Rampage de la cual teníamos incontables ganas.

Vayamos al grano y seamos claros: no hay mucho que debatir de Rampage más allá de lo musical. La marca se ha colocado en lo más alto del panorama europeo a base de una apuesta variada en cuanto a artistas y por tener algunos de los mayores despliegues audiovisuales que hemos visto en escenarios indoor jamás. Y en este caso, siguió siendo así.

Pese a que las pantallas LED eran algo menores que en otras ediciones (entendible teniendo en cuenta el castigo económico a la marca durante los dos últimos años), formaron un escenario digno de un evento de este calibre y con un sinfín de luces y láseres que nos hicieron recordar lo espectacular que luce el Sportpaleis de Amberes en noches así.

Y pese a este pequeño declive en cuanto a pantallas, Rampage logró dejarnos boquiabiertos igualmente. El aspecto más llamativo de esta edición en cuanto a lo audiovisual es, sin ningún atisbo de duda, el escenario flotante. Sí, habéis leido bien: escenario flotante. Rampage contó con un escenario fijo y con otro que bajaba de lo más alto del estadio y que podía incluso moverse hacia el centro de la pista, como fue el caso en las sesiones de Pendulum, Murdock y Used. Algo fuera de lo común y que solo pueden verse en eventos cerrados de este calibre.

En cuanto a organización, no tuvimos ningún tipo de problema: entradas fluidas, disponibilidad de taquillas, fácil uso de tarjetas de pago y fácil movilidad por el recinto, que en esta ocasión contaba con una segunda sala de la que hablaremos a continuación. También debemos destacar el meet & greet que muchos artistas junto a Rampage ofrecieron a la entrada del estadio, un gesto que muestra la cercanía de Rampage con su público.

Pero vamos a lo importante… ¿Cómo fue Rampage Weekend 2022 en lo musical? El primer día comenzaba de la mano del drum and bass de Alora, CaitC & Jessee y el showcase del colectivo holandés Nox. Lo siguió el joven emergente AC13 con una sesión cargada de drum and bass comercial y muy enfocada a la pista de baile y, acto seguido, una sesión que hizo la boca agua de los amantes del dubstep melódico con el triple b2b de Chime, Franky Nuts y Oliverse.

En una línea similar a la que seguíamos hasta ahora llegaban Matrix & Futurebound: drum and bass pistero, elegante y con ligeros toques de jungle en los que poco a poco se subía la intensidad para una de las actuaciones más esperadas de la edición. Virtual Riot trajo su Audiovisual Show (hubieron varios más), en el que nos dejó una hora plagada de sus trabajos casi al completo y que fue un balance perfecto de riddim dubstep, toques melódicos y dubstep algo más genérico. Lo audiovisual fue algo decepcionante, pero lució igual de bien siendo en el Sportpaleis y con tal despliegue de luces y láseres.

Otro de los AV Show fue el de Koven, que nos volvió a presentar una sesión similar (por no decir igual) a las que hemos oído por su parte en los últimos meses. Muchos de sus temas con vocal en directo, un derroche de energía en la selección de temas y con 50 minutos de sesión que llegaron a ser algo lineales.

Tras Katie, llegaba uno de los momentos más emotivos y esperados de toda la edición. Noisia nos dio una hora del mejor sonido tech y neurofunk actual en el que pudimos escuchar tanto muchos de sus temas míticos como las remezclas que hemos recibido en ‘The Resonance‘, que reemplazaron a los temas originales de una manera poética, pasando el testigo a las nuevas generaciones de artistas. Una hora cargada de frenesí y emociones que culminaron con una despedida que aún nos sigue haciendo saltar una lagrimilla.

Tras el trío holandés, Dirtyphonics nos trajo su set “Liive“, que no era más que un DJ set con visuales personalizadas (exactamente tal y como el resto de artistas). Una sesión cargada de dubstep y algunos minutos de drum and bass pero durante la que fuimos a visitar la segunda sala para oír el jump up de Captain Bass b2b Primate, que actuaron sin Woodlock por motivos que desconocemos. Dieron lo que prometieron: jump up por doquier, algún toque de riddim dubstep y una sala repleta de sudor y calor humano, lo que más nos gusta.

Volvimos al mainstage para vivir la magia de una sesión que, en nuestra experencia personal, ya vivimos antes con Camo & Krooked en Rebels Fest en Sevilla y con Mefjus en el Winter Festival de Granada. Una sesión maravillosa que fusionó el estilo de estos tres artistas a la perfección pero que nos supo a poco tras haber vivido dos sesiones similares en los dos fin de semanas anteriores.

El final de la noche se aproximaba y quedaban dos sesiones que fueron absolutamente devastadoras. Tanto Midnight Tyrannosaurus como Black Sun Empire desataron un arsenal de lo más bestia en dubstep y drum and bass, respectivamente, cerrando una noche que fue de lo más progresiva que podemos imaginar. Algo que no se cumpliría del todo en el segundo día.

El sábado comenzaba con el triple b2b de Bare Up, Danger y D-Nasty, que estuvo repleto de sonido jump up de principio a fin, y con el b2b de P0gman y Point.Blank, dos artistas ya consolidados con la marca Rampage y que ofrecieron una hora de dubstep bastante decente y que dieron paso a una de las horas de dubstep más esperadas de la edición. El sello de FuntCase, DPMO, tenía su propia hora para traer de mano de SweetTooth y Definitive una hora de dubstep y riddim dubstep de lo más animal. El propio FuntCase hizo acto de presencia y se llevó una enorme ovación del público.

Llegó el turno de Murdock, con el que vimos el escenario flotante moverse al centro de la pista por primera vez en una sesión cargada de drum and bass cañero y enfocado a dejarlo todo en la pista. Sin embargo, una sesión algo genérica y similar a lo que hemos visto en otras ocasiones.

Una de las mejores actuaciones fue, sin duda alguna, el live de Modestep. Un auténtico live con batería, teclado, guitarras y voces en directo en el que Josh, Pat y dos guitarristas nos regalaron 50 minutos absolutamente fantásticos en los que repasaron tanto sus temas míticos como los más contemporáneos, hubo tiempo para algo de drum and bass e incluso para temas en acústico.

El otro plato fuerte de la edición junto a Noisia era Pendulum, que por desgracia pasó de ser Trinity junto a Rob Swire y Gareth McGrillen a un DJ set que, al igual que en todas las ocasiones que lo hemos visto, no decepcionó. Una hora que fue una masterclass de cómo hacer una sesión para que la gente baile drum and bass.

A continuación lo siguió una de las sesiones más divertidas fue la de Eptic, que nos dio un recital de cómo hacer una sesión cargada de todos los estilos posibles de la manera más llevadera y sin bajar la intensidad ni un solo minuto. Nos encanta Eptic por el hecho de que, pese a su evolución, sigue sonando igual de original que el primer día y en directo siempre significa espectáculo asegurado.

Una de las sesiones que también dejó momentos emotivos fue la de SASASAS. Skibadee, uno de sus miembros, falleció apenas hace dos semanas y el grupo dedicó toda su sesión tanto a él como a su también compañero difunto Stormin‘. Musicalmente, lo de siempre: jump up, algo de sonido roller, más jump up y temas comerciales.

Se aproximaba el cierre y con ello llegaba Delta Heavy. El dúo nos dio la sesión que esperábamos: sonido comercial a más no poder, enfocado a la pista y al drum and bass dancefloor y en líneas generales una hora de drum and bass demasiado lineal. Esta sesión habría sido muchísimo más adecuada a primeras horas de la noche.

Justo después y sin ningún tipo de progresión llegaban Infekt, MVRDA y Samplifire a traernos una hora de absoluta destrucción en forma de riddim dubstep. Los tres titanes de Disciple nos dieron la sesión que esperábamos, sin sorprender en gran medida, y viviendo un poco en la sombra de la barbaridad de sesión que fue el Infekt B2B MVRDA en la edición de 2019.

Por último, y para el colofón final, tuvimos media hora de Used. Una sesión variada que, pese a ser bastante buena e incluso demasiado corta, no llegaba a encajar del todo en un cierre. Pero al tener en cuenta que es un artista belga, podemos entender que recibiera uno de los slots más importantes en el horario.

Rampage volverá al Sportpaleis el próximo 7 y 8 de octubre para su edición Renegade

Y eso fue Rampage 2022 ante nuestros ojos. La próxima edición que se celebrará en el Sportpaleis tendrá lugar el 7 y 8 de octubre, aunque Rampage ya mira hacia verano con una edición Open Air el próximo 1, 2 y 3 de julio que pretende ser su mayor festival hasta la fecha.


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David Vázquez
Drum and bass en todas sus vertientes como plato principal. En este perfil se aceptan todo tipo de géneros musicales.