No cabe duda de que la última década ha significado algo así como la época de oro de la música en directo en nuestro país. Con un futuro algo incierto en lo que a macro festivales se refiere, Medusa Festival no tendrá problemas, visto lo visto, para lograr otros diez años de éxitos si se lo proponen. Una edición casi redonda, con una producción que destacó por motivos diferentes a los de anteriores ediciones, logrando un buen equilibrio entre espectacularidad y tecnología. Y una edición con un elenco de djs tan variado como increíble. Y desde luego, un festival que logra el más sencillo de los objetivos de un show de tales características: Divertir y contentar en la mayoría de los aspectos a la mayoría de los asistentes. Y cuando hablamos de 180.000 almas, esto no moco de pavo.
Queda claro a estas alturas que para tener un buen festival hay que tener una buena ubicación y un buen recinto. Y aquí, Medusa empieza bien. El recinto de Medusa Festival funciona a la perfección para un aforo de estas características. Escenarios bien ubicados y orientados para que no se produzcan solapes entre la música de unos y de otros. Barras numerosas, así como baños. Servicios, sponsors (sin abusar) y en definitiva un reloj suizo donde todo funciona notablemente bien, repito, para la dimensión del festival del que estamos hablando. Todo esto durante jueves, viernes, sábado y domingo, más de 45 horas de música.
El jueves, en la pre-party oficial en el Beach Club, tuvimos a la estupenda y simpática Amelie Lens. Nosotros no pudimos llegar a esta primera velada, pero los que allí estuvieron salieron desde luego muy satisfechos. La manera perfecta de comenzar un festival.
El viernes era el primer plato fuerte de Medusa Festival 2024, primeros instantes para acercarnos a comprobar los detalles y el sonido de todos los stages. Por partes. El escenario principal, sin ser tan grande y visualmente espectacular como en alguna edición anterior, cumplía muy bien en los detalles y en el objetivo de lograr crear una experiencia inmersiva. El tamaño del espacio reservado para el main stage era perfecto, ya que nunca se vio totalmente abarrotado y era muy sencillo entrar y salir con comodidad.
El stage RESONANCE también nos sorprendió gratamente. Su gran altura, el juego de las visuales y el sonido, cumplieron durante todo el festival, así como la gran mayoría del resto de escenarios. En el caso del RESONANCE son varias las voces que reclamaban un mayor nivel de sonido (volumen) y sí es verdad que en los momentos máximo aforo en esta zona no se escuchaba demasiado alto. Medusa sufrió un poco también en el Warehouse dado al gran calor que vivimos en Cullera durante este fin de semana, este escenario se quedó pequeño y agobiante en algunos compases del festival y de hecho el domingo los djs previstos para este espacio fueron trasladados al beach club.
El viernes arrancamos el festival con los sets de Nuke, que en eso de templar los nervios del personal sabe un poco, Klangkuenstler y Gordo, que curiosamente chocaron bastante en el estilo de la sesión… Y es que el set del segundo fue realmente agresivo y contundente. Quien también fue una sorpresa fue la presencia de otra que sabe mucho de eso de poner ritmo a la sesión: Fatima Hajji, que fue confirmada apenas 7 horas antes de su set por la baja de última hora de I Hate Models en una voltereta casi milagrosa, la de encontrar un recambio de tal altura y nivel, en pleno agosto, con tan poco margen.
En este escenario también nos dejó grandes momentos el viernes Richie Hawtin y el apoteósico cierre de Nico Moreno. En el main stage, a las 00:00h vivimos la primera ‘opening ceremony’ del fin de semana, sin duda uno de los primeros grandes momentos del evento. Esta intro mostró todo el potencial de Medusa Festival con un breve pero interesante show de drones y pirotecnia que destacó por lo acompasado del mismo. Tras este gran momento bailamos un gran b2b de Steve Angello y Sebastian Ingrosso, un regetonero Dj Snake y Morten, uno de esos djs que nunca nos cansamos de ver. Para finalizar la jornada del viernes, como no hablar del stage Oro Viejo de DJ Nano, por el que desfilaron djs como Dj Marta, Raúl Ortiz o el propio Nano que nos hicieron vivir alguno de los momentos más emocionantes de los primeros compases de Medusa Festival.
La jornada del sábado fue la más calurosa del fin de semana, y esto se notó en la afluencia de público a primeras horas. Sin embargo, si hay un artista con un excelente poder de convocatoria en nuestro país es Andrés Campo, el dj encargado de regalarnos los primeros bailes de la jornada del sábado y con el que unos minutos después hablaríamos sobre este set y mucho más. Otros artistas que teníamos muchas ganas de ver en directo en este festival fueron Showtek, que realizaron un set tal y como esperábamos a caballo entre los sonidos electro de su época más reciente y el hardstyle que les dio la fama hace ya 15 años y al que poco a poco están volviendo. Muy curioso también, cambiando totalmente de tercio, el b2b de Jamie Jones y The Martinez Brothers, en mi opinión el plato fuerte del sábado en el stage underground dada la alta exclusividad que significa ver a estos tres en cabina al mismo tiempo. El set, sin ser para llevarse las manos a la cabeza, cumplió con lo esperado. Adam Beyer, Marco Carola y Joseph Capriati (en un orden de aparición cuestionable) cerraban este escenario mientras nos dábamos cuenta de lo que significa el line-up de Medusa Festival 2024: Cinco artistas líderes en cualquier club del mundo y/o grandes reclamos de la escena ibicenca, juntos en un mismo escenario y un mismo día.
De vuelta al main stage era momento de ponernos nostálgicos con artistas de otro tiempo como NERVO, Steve Aoki, Dimitri Vegas y Like Mike y y Nicky Romero, a los que desde luego guardamos un gran cariño y que demostraron que siguen teniendo miles de seguidores en España. El cierre, a cargo de Sub Zero Project, una oda al hardstyle y el raw del dúo que seguramente es, actualmente, los números uno de su género. Tampoco podemos dejar de hablar, antes de dar carpetazo de salida a este gran sábado en Medusa Festival, del reventón que provocí el hard-techno SNTS y Basswell en las últimas cuatro horas del Warehouse y que de alguna manera sirvieron para que la organización decidiera cambiar este estilo al Beach Club el día siguiente.
Nos quedaba aún toparnos con muchas sorpresas en la jornada del domingo. Medusa Festival se guardaba muchas cartas para este día, donde sin duda nos quedamos con el takeover de Masters Of Hardcore. 12 horas de música uptempo y hardcore con la marca número uno del mundo. Un stage al alcance de muy pocos festivales y países y que podemos decir que tuvo un excelente aspecto y aceptación desde el minuto uno y donde destacaron los nacionales Broken Minds, Anime, Angerfist y el trepidante cierre de Lil Texas. Y donde destacó la gigantesca calavera que coronó este stage, realmente increíble.
Entre kick y kick a 180 bpms, de fondo escuchamos algo diferente y tuvimos que acudir de inmediato. El himno de la Comunidad Valenciana sonó de nuevo en Medusa gracias a Wade, sevillano de nacimiento y valenciano de adopción, pero esta vez en riguroso live gracias a la actuación por sorpresa de Francisco, que sin duda alguna regaló uno de los momentos más bonitos e inesperados del festival. El main stage dejó después paso a las increíbles Mëstiza (que si bien es verdad que suenan mucho mejor en formato íntimo poco a poco se van haciendo a estas grandes y muy merecidas plazas), la vuelta de Hardwell, para muchos una de las actuaciones más esperadas del Medusa y un cierre de Da Tweekaz que fue, seguramente, de lo más divertido del domingo y del festival, dejando claro que en lo que se refiere a hardstyle melódico no hay otros como ellos. En el apartado underground toca destacar, como no puede ser de otra manera, el hybrid live de Carl Cox, un set que está levantando pasiones en medio mundo y que el histórico británico plasma a la perfección leyendo el estado actual del público en cada momento. Podremos verlo 50 veces más que no va a cansarnos.
Quedan muchas valoraciones que hacer acerca de este festival, pero ya en frío no nos cabe duda de que estamos ante un festival casi perfecto y que plasma maravillosamente todo lo que debe ser un macro-evento orientado a público nacional. Ha habido quejas, pero totalmente dispersas y sobre temas muy puntuales, una demostración más del buen hacer de la organización de Medusa Festival, a la que toca felicitar y a la que toca agradecer, como no puede ser de otra manera, el excelente trato recibido desde el jueves y hasta el domingo. ¡Larga vida a Medusa Festival!