El pasado fin de semana Wololo Sound debutó en el que es uno de los festivales outdoor más importantes del territorio germano, que contaba con temática de nuestro país. ¡Te contamos nuestra experiencia!
En una escena tan saturada donde cada vez hay más actores en escena (más promotoras, más eventos, más artistas…) se complica poder destacar por encima del resto. Desde luego, si un gran festival lleva más de dos décadas de éxito a sus espaldas, por algo será. Es el caso de Airbeat One, uno de los festivales de más renombre de Alemania y de Europa.
Desde luego, lo que más llama la atención de Airbeat One desde fuera es lo inmersiva que parece su temática. Cada año, cientos de hectáreas en la localidad de Neustadt-Glewe se visten de gala en honor a un país diferente. Italia, Estados Unidos, Francia… todos habían tenido ya su homenaje en forma de temática en Airbeat One y este año nos ha tocado a nosotros, este año le ha tocado a España. Es por ello que, hace unos meses, la organización llevó a cabo una campaña especial en nuestro país en la cual nos invitaban a asistir de forma completamente gratuita. Por ello, hemos visto un festival plagado de españoles allá donde fueras.
Además de en un cierto porcentaje del público, el aura de nuestra tierra se respiraba por todo el festival. Casetas rojas y amarillas, espectáculos de flamenco, pulseras cashless con la rojigualda, puestos de paella y otras comidas típicas de España… y, por supuesto, la joya de la corona: los escenarios. Ya pudisteis ver en nuestras historias algunos detalles muy interesantes de todos ellos, pero vamos a representarlos de forma gráfica para que podáis visualizarlos.
Para que se llegue a entender la magnitud del lugar, más 100.000 personas por día pasaron por el festival provenientes de más de 50 países distintos. 250 DJs pusieron un total de más de 225 horas de música de gran variedad de géneros divididos en 6 stages de los que ahora os daremos más detalles. En definitiva, un fin de semana increíble y cuidado hasta el más mínimo detalle.



Como podéis ver, el mainstage (primera imagen) estaba compuesto por un collage entre la Sagrada Familia de Barcelona y la Plaza de España de Sevilla en un escenario que medía 180 metros de ancho y 40 metros de alto y contaba con muchos efectos especiales: pantallas, láseres, LEDs, humo, fuegos, pirotecnia… Por otro lado, el otro gran escenario outdoor era el Harder Stage (segunda imagen), representado por un toro y otros guiños a la tauromaquia. El Second Stage (tercera imagen) era semiindoor, pues el escenario estaba al aire libre y tenía referencias a la arquitectura de Gaudí.
Como veis, los escenarios lucieron de forma espectacular, así como la producción que los rodeaba. Que el festival fuese principalmente nocturno (al menos en sus horas pico) hacía que en casi todos los sets del mainstage se contase con fuegos de artificio e incluso alguna que otra traca final para despedir a algunos de los pesos pesados que desfilaron por allí, que no fueron pocos.

Hablando de lo más puramente musical, Airbeat One 2025 lo tenía todo. Notamos que el público estaba muy disgregado entre los escenarios, pues la ocasión invitaba a ello. Los del techno, al Arena Stage, la gran carpa que yacía justo al lado del mainstage y que contaba, también, con una producción impresionante. Los del hard, al Harder Stage que contó con artistas de primerísimo nivel de primera a última hora, de jueves a sábado. Los del trance, que en Alemania son muchos, al Second Stage. Si querías una amalgama de géneros, al Terminal Stage o al Butterfly Stage. Y, por supuesto, si lo tuyo es lo mainstream, en el escenario principal tenías mucha tela que cortar.
Si bien muchos pensamos que el EDM está de capa caída y que los que hace más de un lustro eran headliners ya no tienen la solera que tenían antaño, cuando visitas un festival como este te das cuenta de que estás muy equivocado. En el mainstage pincharon Alok, Afrojack, Armin Van Buuren, W&W, Steve Aoki o Dimitri Vegas & Like Mike, y la pista no podía estar más a reventar en todos estos sets. Lo que sí es cierto es que todos estos artistas tiraron de un repertorio muy plano e incluso repetitivo, con tracklists que hacían difícil diferenciar quién estaba pinchando si no mirabas hacia la cabina.
De entre todos estos shows, destacamos principalmente dos de ellos: una divertidísima actuación de Timmy Trumpet, que tocó absolutamente todos los palos, y un Hardwell que nos sorprendió con media hora de hardstyle, mucho más de a lo que nos tiene acostumbrados. También pudimos escuchar algunas trazas de techno con la presencia de Amelie Lens o Deborah de Luca, así como el hardstyle de Brennan Heart.
Por el Arena Stage, como decíamos, pasaron algunos nombres que están muy de moda en el panorama techno y hard techno (y algunos sucedáneos). El combo de alemanes Klangkuenstler y Kobosil abarrotaron la pista la noche del viernes ofreciéndonos el schranz de más alta calidad acompañados, como decíamos, de una producción bestial. El primero hizo su clásico cierre con la canción ‘Toter Schmetterling‘, que ya se ha convertido en un himno dentro del género. Por parte del dueño de 44 Label Group, no pudo faltar uno de sus temas más icónicos como lo es ‘Cryptic‘ o una repetida en sus sets últimamente; ‘Master at Work‘.
999999999, Basswell, I Hate Models, HI-LO o Lilly Palmer también pasaron por esta cabina que, por cierto, estaba acondicionada en formato boiler room, con libertad de acceso para cualquier asistente, pues no era necesaria una pulsera especial para subir y disfrutar desde el backstage pegado al DJ. Otro puntazo más para la organización.

Por su parte, en el Harder Stage también pasamos gran parte de nuestro tiempo en el festival (como suelen decir, la cabra tira al monte…). Unos sets impolutos por parte de D-Block & S-te-Fan, D-Sturb o Sickmode, entre otros, brillaron sobre otros artistas como Sub Zero Project o Sound Rush B2B Atmozfears que apostaron por una tracklist mucho más mainstream, repleta de bootlegs y edits que, quizá, casaban más con el tipo de público que allí se encontraba.
Dos de los momentos más memorables de todo el festival fueron los dos shows de fuegos artificiales que sucedieron durante el fin de semana. El primero de ellos fue el viernes en el Harder Stage y en él pudimos disfrutar de una gran selección de temas (‘It Will Be OK’, ‘HIGHER POWER’ o ‘Symphony Of Life’) acompañada de fuegos de artificio. Como si fuera un endshow, pero a mitad de la noche. El segundo sucedió momentos antes de finalizar el festival el sábado en el mainstage. Unas visuales acordes a cada tema y unos juegos de luces muy bien trabajados nos dieron el último gran sabor de boca antes de marcharnos de Airbeat One 2025.
Para finalizar, queremos destacar la gran organización que presenciamos en este festival. Diez de diez. Aparte de todo lo ya comentado referente a escenarios y producción, notamos que en todo momento nos encontrábamos en un evento genialmente organizado. Pocas colas en barras, baños limpios, muchos puestos de comida muy variados, un montón de atracciones y otras ofertas de ocio… Un festivalazo de los pies a la cabeza.
Por último, agradecer enormemente al equipo del festival por el brillante trato que hemos recibido. Tenemos muchas ganas de volver por Airbeat One. Quién sabe si lo haremos el próximo año, con una edición tematizada en Países Bajos. ¡Qué ganas de ver cómo representan el país!