La música es una forma de arte y actividad cultural que se transmite a través de la organización del sonido en el tiempo. Las definiciones tradicionales de música hablan de elementos clave como el tono, el ritmo, la dinámica y el timbre, pero diferentes estilos u obras enfatizan, desenfatizan u omiten algunos de estos elementos en favor de otros, por lo que cualquier definición específica de la música limita la creación y falla estrepitosamente.

Realmente, la música empieza con un sonido y algo ocurre en el cerebro que la transforma. La repetición es uno de los sucesos que puede activar esta transformación. Un sonido puede no ser percibido como música en sí pero al organizarlo en el tiempo la experiencia cambia radicalmente. Es algo que tiene una conexión estrecha con el homo sapiens, con su cultura, con su naturaleza social y con su evolución.

¿Es la música humana o animal? ¿Cómo nos afecta la música?

La música es tan intrínseca a los humanos que es difícil imaginar un ser vivo que sea incapaz de percibirla como nosotros. Hay muchos casos de animales capaces de identificar aspectos de la música, tal vez un pájaro silbando o un loro moviendo la cabeza al ritmo de una canción, pero encajar todas las piezas que componen el puzle que es la música requiere un cerebro con conexiones muy desarrolladas. Esto es algo muy raro en el mundo animal y solo los humanos sabemos resolver este puzle y conseguir que la música nos provoque sentimientos.

¿Es la música cultural o universal?

A priori, la música no es un lenguaje universal, no puede transmitir cualquier pensamiento a cualquier persona del planeta, pero sí tiene el poder de despertar sentimientos profundos y muy primitivos, en el corazón de la experiencia humana.

Culturalmente, hemos llenado de significado ciertas escalas, tonalidades, instrumentos y melodías por lo que lo que resulta alegre, triste o eufórico a una persona occidental no tendrá la misma interpretación para una persona con un bagaje cultural diferente. Pero aunque una escala concreta no tenga significado intrínseco, la asociación de significado a la música en base a nuestra cultura si es algo universal, y esta asociación se construye a lo largo de los siglos.

Monteverdi escribió el “Lamento della Ninfa” en 1638 con una línea de bajo descendiendo una escala menor, algo que se sigue usando hasta día de hoy en canción tras canción para expresar lamento. Y con cada repetición su significado se amplifica por lo que cada vez que lo oyes, el efecto es más poderoso.

La música no solo cruza culturas si no que también se remonta a nuestro pasado evolutivo y en ese sentido la música si que es un lenguaje universal.

La función social de la música

Darwin pasó bastante tiempo estudiando el aspecto biológico de la música y estaba ansioso por entender el rol de la canción en este contexto: “Es probable que antes de que nuestros ancestros lograran expresar afecto a través de la palabra se esforzaran en transmitir estos sentimientos a través del tono y el ritmo. La música está repleta de contacto social”

La sensibilidad musical es tan fundamental a la especie humana como el lenguaje. Emerge con forma de expresión en todas las culturas y está ligada a la agrupación social. La música es compartida, a veces cantamos en la ducha o cuando estamos solos, pero la mayoría de veces es comunicativa, expresiva y social, orientada a los demás. Como animales sociales, estamos orientados hacia comportamientos que nos arraigan en el mundo social, un mundo de aceptación y rechazo que presenta objetos y fenómenos ricos en sentido y significado.

El contexto tiene enorme importancia tanto en la música como en su desarrollo. A parte de sus características técnicas, los géneros musicales son emergentes de la cultura de regiones, grupos sociales, factores económicos, políticos e históricos. El origen del punk o del hip hop son ejemplos perfectos de la importancia del contexto social, económico y geográfico en el nacimiento y desarrollo de la música.

La música es fundamental en nuestras raíces sociales, el Síndrome de Williams es una tendencia genética que propicia a una orientación prosocial hacia el mundo. Como ejemplo de la interrelación de la música y la socialización, las personas con síndrome de Williams suelen tener un coeficiente intelectual bajo, dificultad con los números y las matemáticas y baja capacidad espacial, pero la hipersocialidad es su característica más marcada.

Los individuos con síndrome de Williams suelen ser muy alegres, se juntan fácilmente con desconocidos y son socialmente proactivos. Pese a tener dificultades en ciertos campos y limitaciones intelectuales están muy desarrollados en el campo de la expresión humana y el lenguaje, tienen una conexión más profunda hacia la música que el resto de la gente y mayor tendencia a tener oído absoluto.

Es fácil olvidar que tenemos un superpoder con la música. Compártela.

Autor: VLVT


Referencias:
Tan, S.-L., Pfordresher, P. & Harré, R.(2010).​ Psychology of music: from sound to significance. New York, NY: Psychology Press.
Patel, A. D. (2008). ​Music, language, and the brain. Oxford, UK: Oxford University Press.
TedX – Victor Wooten
Schulkin J and Raglan GB (2014) The evolution of music and human social capability.
Cultural evolution of music – Patrick E. Savage