La leyenda neerlandesa del trance está sabiendo leer a la perfección los movimientos de la escena electrónica para aportar su perspectiva a las nuevas tendencias

Todos a estas alturas deberíamos conocer a Ferry Corsten, una de las mayores leyendas que ha dado la música trance. A lo largo y ancho de sus 30 años de carrera, el DJ y productor neerlandés ha cultivado un sonido con un claro predominio de las melodías, ya sean de carácter más festivalero y bajo su pseudónimo principal o, por el contrario, más tirando a pinceladas deep y tiernas con el alias FERR. Pero él tiene mucho más que ofrecernos y el trance es tan solo la base, la identidad.

A sus 47 años, a Ferry le ha dado tiempo a experimentar con todo tipo de influencias. Son también conocidos otros nombres artísticos que ha usado, como System F, Moonman, su inigualable dúo Gouryella formado junto a Tiësto y actualmente llevado en solitario… Pero hoy hemos venido a hablar del breaks. Los ritmos rotos han estado presentes en la música desde hace décadas y en los últimos dos años especialmente han tenido un resurgir especial.


En este artículo no quiero realizar un análisis profundo del breakbeat y su historia, sino poner en valor la osadía del artista nacido en Róterdam para salirse de los estándares sin dejarse caer en la fórmula fácil para alcanzar el éxito. Dicen que las comparaciones son odiosas, pero en este aspecto tengo que romper una lanza a su favor y tirarle la pullita a su compañero Armin van Buuren, quien está atravesando una etapa comercial un tanto confusa desde hace ya varios años.

Cerrado este paréntesis, creo que es digno de admirar que Ferry Corsten haya tratado de entender cómo el breaks vuelve a ser una tendencia al alza y que puede adaptarlo perfectamente a su estilo. Los ejemplos son escasos, pero claros. No quiero arriesgarme a decir que fuera el primer caso porque no es de los artistas que más sigo, pero diría que ‘Black Lion’ fue uno de los detonantes, de las primeras piedras de este afluente.


Este tema lanzado en verano del año pasado me sorprendió gratamente y me hizo estudiar sus intenciones como artista. No es un secreto para nadie que el trance ha llegado a un punto en el que no tiene más frescura que aportar por sí mismo; de hecho, hay muchos estilos que no la tienen. Pero la cosa cambia cuando mezclas dos géneros. Puede salirte un arroz con cosas malo o dar con la clave, y yo diría que esto último es lo que ha sucedido con Ferry y el breaks.

Más tarde han llegado otras dos maravillosas piezas de este mismo corte, como son ‘High On You’ y ‘Poison (Breaks Mix)’, que han certificado esta… ¿etapa? Yo creo que de momento es mejor decir que son excursiones esporádicas para salirse de su zona de confort y son más que bienvenidas. Os recomiendo no perderle de vista si es que le teníais algo abandonado. Además, contar con un sello propio le permite esta libertad creativa que tanto se agradece. ¡Disfrutad!

Gorka Hernández
Soy el Asier Villalibre de este percal, pero no tengo ni idea de tocar la trompeta; solo sé un poco de música electrónica.