Tendríamos que crear un medio de prensa alternativo para hablar exclusivamente de música techno y todo el movimiento que le ha rodeado y le rodea. Para muchos toda la música electrónica es techno y para otros el techno es el único género válido dentro de la electrónica, y, evidentemente, ninguno de los dos grupos está en lo cierto. Es por ese motivo que nos hemos animado a poner todo este jaleo de géneros en orden intentando explicar la historia, los por qués y el nacimiento de este conocidísimo género. Uno de los estilos pioneros de la música electrónica junto a la música disco o el house tiene, como todo en esta vida, su origen. La ciudad de Detroit, al norte de EEUU, está considerada como la cuna del techno. ¿Por qué?
La historia de Detroit como ciudad es única. Una ciudad grandiosa y decadente. Detroit era y es una de las urbes más importantes de los Estados Unidos por su gran valor industrial, una zona donde se encuentran la gran mayoría de marcas automovilísticas. Una ciudad obrera, de clase media-baja y con una temperatura y un aspecto que no llama la atención a los turistas.
En los años 60 la historia de Detroit cambiaría para siempre. El miedo constante de la Guerra Fría hizo que el gobierno estadounidense intentara distribuir la población en pequeñas ciudades. Estos grandes núcleos como Detroit fueron a menos, y esto derrumbó totalmente la ciudad. Detroit tenía unas características muy concretas y no disponía de sector servicios ni de turismo, por lo que estas medidas convirtieron la ciudad en algo cercano a una sombra de lo que fue. Aún a día de hoy es normal ver cientos de edificios y centros comerciales abandonados en el centro de Detroit.
El poco más de millón de personas que permanecieron en su interior fueron familias afroamericanas humildes. Una generación perdida también a causa de la robotización y la escasa o nula formación de los niños de esas décadas de los 60 y los 70. Estas generaciones empezaron a sentir una curiosa relación amor odio hacia esas máquinas que habían robado sus sueños y su pan. Estas generaciones comenzaron a crear música con viejas máquinas de segunda mano y tres jóvenes adolescentes lideraron un pequeño movimiento al que aún, en ese momento, no sabían que llamarían techno. Juan Atkins, Kevin Saunderson y Derrick May formaron el que se llamó The Belleville Three. Las nuevas (y baratas) cajas de ritmo programables y las influencias de la música disco americana, el house de su ciudad vecina Chicago y de la cultura alemana con artistas como Kraftwerk ya en auge, hicieron el resto.
La música techno nace de los suburbios y de la pobreza y rápido se convierte en algo más que una manera de hacer música. La tendencia que crea este género musical, la nueva esperanza que significa para los jóvenes de la época lo convierte en una nueva manera de entender la música de baile mundial. Por primera vez los sonidos graves y los ritmos hipnóticos son los protagonistas de la pista de baile, pistas de baile siempre improvisadas en locales abandonados, centros comerciales y fábricas casi derruidas. Los escasos recursos de los asistentes a estos eventos los convertían en un lugar sin presencia de alcohol o drogas, lo cual choca considerablemente con la visión que se tiene hoy en día de la música techno.
Juan Atkins está considerado el padre del techno. El techno de este artista y en general el techno de los años 1980 no tenía nada que ver, tampoco musicalmente hablando, con lo que conocemos hoy. Aquel techno sería más cercano a lo que hoy entendemos como house, más melódico, menos monótono. Con la creación de la discográfica Metroplex, primer label de música techno del mundo, Atkins se aupó como un creador en la sombra del que quizá ha sido el movimiento más importante de la historia de la electrónica. Su carácter disimulado y retraído y su negativa ante que ese género rompiera fronteras hacia Europa, de lo que hablaremos más adelante, hacen de Atkins el pionero no del todo reconocido de toda esta nueva escena.
Kevin Saunderson sería el segundo gran nombre del movimiento. El papel de Saunderson fue más de transición entre la primera generación, la primera idea original de Atkins, hacia una segunda generación de sonido más depurado. Con un mayor nivel creativo y más ímpetu a la hora de alcanzar diferentes metas, este dj consiguió que todo el contenido de estas líneas comenzara a sonar más allá de las fronteras de la ciudad industrial de Detroit.
Por último, llegó Derrick May. Si hoy tenemos música techno en Europa y en España, si el techno hoy forma parte de nuestras vidas, es seguramente gracias a Derrick May. El hombre que sacó el techno de Detroit. Sin las ideas de Atkins ni la creatividad musical de Saunderson pero con una gran visión empresarial, Derrick May hizo internacional este movimiento a finales de la década de los ochenta, entre otras cosas, con el lanzamiento de ‘Rhythm Is Rhythm’ en 1987. La primera gran súper producción de música techno del mundo.
El movimiento residual y la falta de inversores en Detroit quedó atrás. El techno explotó al llegar a Europa gracias en gran medida al prodcutor londinense Neil Rushton. Este productor vio en el mencionado disco el futuro de la música electrónica y tras la insistente negativa de Juan Atkins, fue May quien cogió el relevo del interés del británico decidiendo ir a Londres, pagándose su propio billete y con ninguna garantía de éxito. Ese vuelo fue el que verdaderamente crearía el techno europeo tal y como lo conocemos. Europa en aquel momento ya bailaba la canción de May y el movimiento estaba más avanzado de lo que el artista pudo imaginar, pese a haber mucho trabajo por hacer. En 1988 Rushton creó el primer recopilatorio de música techno de la historia de un género que todavía no tenía nombre y que aquél oficialmente lanzado álbum ‘Techno: The New Sound of Detrot’ significaría el bautizo oficial del género y del movimiento.
En esa mismo año se crea en Detroit la discoteca The Music Institute, primera gran sala especializada en techno del mundo con el propio Derrick May como dj residente, donde ni siquiera se vendía alcohol ni cerveza y la entrada era gratuita. Jeff Mills o Richie Hawtin fueron alguno de los asistentes ilustres a esta sala que significaría una consolidación del género hacia una segunda gran generación de artistas capitaneada por, entre otros, esos dos nombres.
El techno ya había explotado y concretamente en ciudades como Berlín comenzaba a ser un estilo predominante en las calles y en las salas. El género había pasado de ser algo residual y clandestino a una industria que facturaba miles de millones, en gran parte gracias al mencionado visionario Rushton. Esta primera gran expansión de la industria del techno fue la causa de los primeros grandes conflictos entre los tres padres del techno previamente mencionados. ‘No Ufo’s‘ de Juan Atkins alcanzaba los cinco millones de copias vendidas y el artista se dio cuenta de que el camino que el británico Rushton había marcado para la música de su ciudad se orientaba más hacia el marketing que hacia el sentimiento que en un primer momento significó la música techno. El espíritu underground del techno comenzaba a morir antes de haber nacido.
Por este motivo, en 1989 aparece UR (underground resistance). Un grupo de djs y productores cargado de ideas se dan cuenta de que las grandes discográficas se están adueñando del movimiento techno e intentarán retomar el tinte underground de este estilo. Richie Hawtin, Mike Banks y Jeff Mills están a la cabeza de este nuevo movimiento que se caracteriza sobre todo por el anonimato de sus pertenecientes, los cuales solíamos ver encapuchados. Un recordatorio a los inicios sinceros y fuera de los grandes focos.
Este grupo de artistas convierten el techno del momento, cercano al house, en algo más minimalista, puro, denso y ácido. Intentando recuperar el verdadero sentimiento de trance del asistente a un evento de música techno, lograron crear canciones más contundentes y menos rítmicas. Lo que conocemos hoy como techno se parece y es fruto mucho más de esta nueva generación de artistas rebeldes que de la primera ola de sonidos provenientes de Detroit. UR estaba tan concienciado de su índole underground que estuvo asociado a movimientos de la defensa de los derechos de los afroamericanos (recordando en ocasiones a los agresivos y conocidos panteras negras), movimientos de guerrilla contra el capitalismo, etc… Robert Hood, DJ Rolando y los mencionados Hawtin, Banks y Mills fueron los principales impulsores de este nuevo movimiento.
“Underground Resistance es un sello para un movimiento. Un movimiento que quiere el cambio a través de la revolución sónica. Urgimos a unirse a la resistencia y a ayudarnos a combatir la mediocre programación visual y sonora con la que se está alimentando a los habitantes de la Tierra, esta programación está estancando las mentes de la gente, construye un muro entre razas e impide la paz mundial. Es este muro el que queremos derribar. Mediante el uso de toda la energía aun por liberar del sonido vamos a destruir este muro igual que ciertas frecuencias pueden quebrar el cristal. Techno es una música basada en la experimentación; es la música para el futuro de la raza humana. Sin esta música no habrá paz, no habrá amor, no habrá visión. Mediante la simple comunicación a través del sonido, el techno ha unido a las gentes de diferentes nacionalidades bajo un mismo techo para disfrutar. ¿Es que no es obvio que la música y el baile son las claves del universo? ¡Los llamados animales primitivos y las tribus humanas conocen esto desde hace miles de años! Urgimos a todos los hermanos y hermanas del underground a crear y trasmitir los tonos y las frecuencias sin importar cuan primitivos son sus medios. ¡Transmite este sonido y causa estragos en los programadores!
Larga vida al underground…”
En este momento se crean dos caminos del techno que no se han vuelto a separar hasta hoy en día. El movimiento del techno más bailable y mainstream y el techno más oscuro, más crudo y underground. En la década de los 90 se crearían en Europa más de 200 subestilos y movimientos relacionados con la música techno, sobre todo en la ciudad de Berlín, que acogió el techno de UR y su estilo puro con suma facilidad aupándose a una posición envidiable en cuanto a lo que se refiere a este género que en pleno 2021 sigue manteniendo.
Podemos resumir toda esta gran historia como un constante y sucesivo movimiento de inconformismo, de denuncia social y de innovación musical. Un estilo que ha marcado la vida de muchos de nosotros y que hoy en día da de comer en el mundo a millones de personas. ¿Conocíais la historia del techno de Detroit? ¿Qué os ha parecido este artículo? ¡Leemos vuestras opiniones en redes sociales!