No defrauda el Resonate año tras año, es una gloria. Un placer volver de nuevo y esta edición, en esta nueva fecha, mucho mejor incluso. Se notó que la gente había hecho un poco de parón tras las Navidades y todos la cogieron con ganas e ilusión.
Además, las mejoras en la venue son palpables, y marcaron mucha diferencia. Es muy inteligente organizar el Origins y el Resonate uno detrás del otro, porque les permite ir más allá a nivel producción y sobre todo, este año, iluminación. Aquí, el salto respecto a años anteriores fue muy notable, el show de luces fue absolutamente fantástico. Luego, mejor sonido, buena ventilación (que venimos de varios eventos muy caldeados, no miro a nadie) y claro, buena música… Lo mínimo que esperar, pero a la vez tan difícil de conseguir. Así que si, gracias Resonate por esta edición.

Antes de hablar de música vamos a hablar del cambio de fecha, porque me parece lo más destacado, y una decisión acertadísima. No es que la anterior estuviera mal, pero hacerlo en octubre, coincidiendo con el sábado de ADE en Amsterdam puede no ser lo más óptimo. Bien es cierto que los públicos de ambos no son los mismos, el hardcore va su bola, pero nos entendemos. La frescura y las ganas con la que el público cogió este evento, para muchos el primero del año (y para mí) le dio unas vibraciones incomparables. Apoyo total a este cambio de fecha, el último finde de enero pasa a ser propiedad del Resonate.
Ahora, musiquita. Irónicamente, puso ser la edición con menos millennium de todas (entendiendo millennium como a lo que suena ‘The Voice of Mayhem’). Solo en Endymion, en el Ruffneck vs The Viper y en la última media hora de Nosferatu predominó ese sonido (y fueron de las mejores sesiones del día). Y es que cuantas buenas canciones tiene Endymion dios mío, aunque pongan la playlist no defraudan.
Luego, sesión algo extraña de Mad Dog y Anime, aunque interesante y entendible por el contexto. Y es que aquí quiero hacer un inciso. La importancia de unos horarios. Aquí la foto.

Como veis, estos dos venían después de Ruffneck vs The viper y Endymion, sets de millenium melodías, así que variaron su estilo, con algo más oscuro, contundente, incluso monótono a ratos. Y, ¿quién tenían después? Neophyte y Catscan VS Predator. Se entiende, ¿no? Algo similar le pasó a Nosferatu, con una primera media hora algo más oscura, tras estos dos sets, para pasar a las cantaditas solo en la segunda parte de su set. Muy interesante el intento de llevar al público en un viaje con algo de sentido y construcción a través de todo el día, un detalle que se agradece.
Y dos sorpresas. Primero, Paul Elstak. La última media hora puso su playlist de típicas, pero la primera fue un escándalo. Sonidos early hardcore, animados pero contundentes, con una calidad enorme y mezclados como nunca había le visto mezclar. Se tomó en serio esa primera media hora y fue un gusto ver una sesión con buen ritmo y buena mezcla.
Sorpresón también Furyan, que adaptó su set al estilo Resonate y fue un cierre perfecto (con respeto a Day-mar, había que coger el tren). Esperaba que metieran early uptempo con calzador, pero nada más lejos. Una mezcla perfecta entre early, millenium y sonidos de todo tipo, con una de las mejores mezclas de la noche, propositiva y rápida, y el tracklist más interesante de todos.

Así que sí, buena música en general, aunque tengo un pero por poner. El Resonate es un festival de millennium. Hardcore Classics, sí, vale, pero del 2000 al 2012. Vale que el early ahora mismo venda mucho y que guste a la gente (a mí el primero, agradecí esos ratitos de ritmos más altos y mezcla más dinámicas), pero no puede ser que escucháramos ‘Jiiiieehaaaa’ 3 veces y me quedará sin oír algunas de las más clásicas. Pocos festivales como el Resonate llevaron con orgullo el enfoque al millennium hardcore desde su nacimiento y esperamos que siga así.
Y bueno, ya hemos comentado las mejoras en la venue y en la producción, pero dejadme hacer hincapié. El salto de calidad es muy notable. El sonido, aunque se sigue encontrando con el problema del techo bajo, ha mejorado considerablemente y desde luego ya no es una nota negativa. No pensé en ello en todo el día, lo cual ya dice mucho. Y luego lo de las luces. Increíbles es poco. En un escenario con un diseño increíble y que aprovechaba perfectamente el espacio hay que quitarse el sombrero con la producción a nivel visuales este año. Y una temperatura perfecta durante todo el día (a destacar, porque se pasó calor en alguna edición anterior).
En fin, todo bien, la verdad. Así da gusto salir. Es uno de mis festivales favoritos del año, y ahora con esta buena fecha, más. Un getaway perfecto de España. Vuelos baratos, muy bien conectado tanto con Ámsterdam como Eindhoven y un ambiente ideal. Ah, y música de la mejor época del hardcore. Repetimos en 2026 seguro, la verdad.
