El pasado viernes tuvimos ocasión de acudir por primera vez a SACRO by Mëstiza. Se trata de un evento completamente diferente a lo que estamos acostumbrados, con una mezcla de sonidos entre flamenco y electrónica (especialmente house) muy originales, castizos y diferentes marca de la casa, y en los que Pitty Bernad y Belah (integrantes de Mëstiza) fluyen creando una atmósfera única.

Accedimos a Agua Bendita (la sala en el que se celebraba el evento, con un impresionante sonido firmado por Funktion-One) en torno a la una de la mañana, durante el set de las cubanas PAUZA (Zahira Sánchez y Paula Fernández). Se trata de dos auténticos exponentes que han reinterpretado la música house añadiendo ritmos típicos de latinoamérica y del folklore cubano. Sin duda, nuestra visita a SACRO se produjo en una noche en la que las invitadas eran de altos vuelos. El dúo realizó un set energético y divertido, incorporando algunas vocales muy conocidas de temas actuales de reggaeton y algunos de sus hits más conocidos como ‘Tomaza’ o ‘Muy Bien’ a su repertorio de sonidos house y afrohouse característicos y étnicos.

La ambientación de la sala es increíblemente inmersiva, con una lograda iluminación tenue a base de velas y luces en tonos ocre y rojo, y el staff del evento (el conocido como cuerpo de baile SACRO) realizando performances por toda la sala tales como bailes flamencos, o algunas interactivas como la limpieza de palo santo. Esta animación se mantiene durante toda la duración del evento, lo cual hace que la producción de la fiesta sea única y extremadamente novedosa.

En torno a las dos de la madrugada era el turno de Mëstiza, quienes llegaron dispuestas a hacer sentir el pellizco a todos los asistentes, algo que sin duda consiguieron. El dúo, caracterizado en esta ocasión de de ‘Manolas’ (siempre acuden a los shows vestidas con trajes típicos del folklore español) mostró su esencia: la mezcla resultante del embrujo del flamenco y la magia de la electrónica así como la búsqueda en sus raíces para lograr encontrar e imaginar nuevos sonidos con personalidad y herencia. Haciendo uso de instrumentos de percusión tanto analógicos como electrónicos y llevando el ritmo a base de palmas, las españolas encandilaron al público desde el principio al final de su set demostrando mucho estilo, arte y duende.

Por último llegaba el turno de Pomboklap, quién cerraba la noche con ritmos más movidos y atrevidos, teniendo en cuenta el horario, pero manteniendo muy bien la tónica general de la fiesta. El set fue algo más intenso, incorporando algunos temas de house y tech house más contundentes, e incluso algo de techno suave. Sin duda, un colofón final ideal para una noche en la que se demostró que aunque parezca que no, en la electrónica aún hay mucha posibilidad de innovación.

Alberto Cortés
uno de los peores DJ del panorama nacional.