El pasado sábado 22 de Octubre Fabrik volvía a engalanarse con tanques, motivos militares y un olor a los primeros años del dance en España. Un ambiente nostálgico y cautivador y una fecha marcada en rojo para los veteranos y amantes del remember. La Resistencia es ya una fiesta histórica en Madrid, y su segunda edición del año no dejó a nadie indiferente. Este evento consigue reunir en Fabrik a tanto a amantes de la buena música de “antaño” como a generaciones más jóvenes, que con una mezcla entre curiosidad e ignorancia sobre qué evento van a encontrarse, acuden a la sala madrileña cada vez más a esta sesión. Y es que, ¿Qué mejor manera de iniciarse en el mundo de la electrónica si no es a través de sus raíces? Juntando todos estos ingredientes, público de todas las edades y muchas ganas de fiesta empezó nuestra enésima aventura del año en Fabrik.

Una emocionante intro y un mensaje desde el futuro nos ponía rapidamente las pilas en la main room a nuestra llegada sobre la bocina. La intro de La Resistencia es un momento especial, unos minutos que como si de las campanadas de Nochevieja se trataran, tienen su propio ritual: Ojos abiertos, oídos atentos, manos arriba y cada vez más móviles inmortalizando el momento. La temática de ‘Hypnosis‘ protagonizó estos casi diez minutos de vídeo tan emocionantes como bien trabajados. Cuando escuchamos eso de “¡Bienvenidos a La Resistencia!”, los pelos ya llevaban varios minutos de punta. En ese momento de trance, con la expectación por las nubes y las mentes controladas por la música de nuestras vidas, entró en escena el creador de esta maravillosa fiesta. Raúl Ortiz estaba en cabina y tenía ganas de poner a quemar suela a los allí presentes.

Comenzó atacando los bombos, agresivo pero concentrado. En su salsa. Al finl y al cabo Raúl Ortiz tiene seis meses para preparar cada evento de La Resistencia, y eso se nota. Imaginamos que los nervios, con solo dos eventos al año, tienen que ser enormes, pero la verdad que no parece un dj con temor ante las grandes plazas. Y eso también se nota. El artista consiguió mantener durante toda la noche el ritmo perfectamente entre jaleos al público con el micro (pero sin abusar), hits de toda la vida, diferentes estilos y ritmos, y también algún mashup más actual pero sobradamente reconocible. El remember como tal también va avanzando años, y cada vez es menos extraño escuchar en estas sesiones temas de 2008-2012. Y eso también nos gusta. La sesión de Raúl Ortiz se dividió en pequeños “bloques”, y todos ellos fueron casi redondos. Las mejores cantaditas y melodías de la historia de la música en España se dieron cita una vez más bajo el frío aire del megatrón de Fabrik. La sensación de estar ante una de las grandes noches del templo madrileño estuvo patente track a track, temazo tras temazo.

Le acompañaron en cabina figuras como Rubén Morán y en el escenario las cantaditas de Orión Too y Dee Dee (la que hizo subir las manos de toda la sala con su “Forever”) que hicieron que siguiera la fiesta a ritmo de los 80 y 90. Pero, sin duda la guinda del pastel en la main room fue la esperadísima Dj Marta, una de las figuras más importantes de la electrónica de los 2000 en España y uno de los ratos que más disfrutamos el sábado. Su entrada fue triunfal: Un saxofón iluminado, un juego de luces increíbles y un último drop final que vislumbraba la famosa gorra de la dj, que sonreía antes de ponerse a los mandos de la nave. La ex residente del radical demostró que aún le queda mucha fiesta. Convirtió la main room en lo que en el pasado fue ese templo de la música electrónica toledano. Mezclando en su sesión ritmos duros con sonidos alegres e incluso alguna “cantadita”. Aparecieron sorpresas como unos violines que hicieron que la gente sacará sus móviles (otra vez) para inmortalizar el momento y el buen rollo impregnaba la pista de baile. La sesión fue muy animada con canciones que te hacían sonreír y te llenaban el alma.

Y si hablamos de ritmo y de sonrisas en los rostros, la Satélite no se quedó corta. En los ratitos que nos acercamos a este área pudimos disfrutar del sonido que cautivó a los madrileños en los años 90, el techno que para muchos fue el inicio de su affair con la electrónica. Cristian Varela y Dj Pepo protagonizaron seis horas de baile, de EMB, de industrial y de techno de época perfectamente mezclado con sonidos más actuales. Seis horas de puro ritmo sin apenas descanso y que nos evocó a la mejor época de sesiones como Attica u Overdrive. De una manera diferente, pero la emoción también quedó patente en cada segundo en esta sala.

Pero último pero no por ello menos importante, también pasamos buenos y divertidos ratos este sábado en el área Crystal. Los sonidos más “makineros” fueron los protagonistas de este apartado, con grandes momentos como el sonido early de Yeyo, evocando los mejores momentos de discotecas como IN (Alcorcón) o, por supuesto, la sesión de Buenri (que asistió sin Pastis, que no viajó por motivos médicos). Este set, que sería el cierre de esta zona, fue uno de los shows con más desparpajo de la noche. Buenri, líder de todo un movimiento en España junto a su mencionado compañero, completó una sesión muy divertida en la mezcla y con hits como ‘Every breath you take’ o ‘La línea de la vida’, así como con un montón de recursos de lo más inesperados. La Ruta volvió a nuestras vidas durante unos instantes y las preocupaciones pasaron a un segundo plano.

El momento de HYPNOSIS en el que nos introdujo Raúl Ortiz y compañía no pudo ser eterno, y tras una noche memorable salimos de nuestro letargo para volver a la realidad. Una realidad, eso sí, que en Fabrik nos llevará en las próximas semanas a ver en directo sesiones como elrow, Masters Of Hardcore o CODE 19 Aniversario y a artistas como Angerfist, Miss K8, The Chemical Brothers, Oscar Mulero, SNTS, Adam Beyer, Reinier Zonneveld, Trym o Klangkuenstler. Un catálogo impresionante para las próximas semanas que seguro presenciaremos en primera fila de nuevo. Por su parte, la sesión de Raúl Ortiz volverá a nuestras vidas en marzo. ¡Larga vida La Resistencia!


Adrian Oller
Cofundador y redactor. Melómano, leonés y obseso de las cosas bien hechas. Imposible encasillarme en un sólo género. “Si quieres llegar rápido, camina solo. Si quieres llegar lejos, camina en grupo”