El evento de Terrazzza confirma el crecimiento de Suiza como destino en Europa para los amantes del tech house, el techno melódico y el afro house

Quizá no sea uno de los epicentros del circuito internacional de la música electrónica, pero Suiza gana terreno año tras año, y el Horse Park Festival es prueba de ello. Terrazzza —la promotora líder del país helvético— firmó la octava edición de su festival insignia con un cartel a la altura de los grandes eventos europeos y una organización y producción técnica de primer nivel.

El evento toma su nombre del hipódromo donde se celebra, ubicado en Dielsdorf, un tranquilo distrito residencial a las afueras de Zúrich. Esta localización, que a priori podría ser un obstáculo por su lejanía, no supuso inconveniente alguno para los miles de asistentes, que pudieron hacer uso del servicio reforzado de trenes con el billete incluido en su entrada. Sin duda, un punto fuerte a favor de la organización y un detalle cada vez más valorado en festivales que requieren cierto desplazamiento.

Nuestras primeras impresiones del viernes

El recinto contó con dos escenarios, ambos situados en pabellones cerrados dentro del hipódromo: el Arena Stage, un espacio más oscuro donde primaron las pantallas con visuales y un show de luces intenso; y el Field Stage, con un line-up claramente enfocado a los sonidos tech house y un carácter más sobrio y luminoso, acorde al horario predominantemente diurno del festival —de 13:00 a 01:00—. Lo que ambos escenarios tuvieron en común fue una notable presión sonora combinada con una alta fidelidad, tanto en primera fila como al fondo de los pabellones, gracias a los sistemas L-Acoustics.

Y la música dio la talla. Ambos días del festival arrancaron con artistas locales de la escena suiza para los warm-ups, entre las 13:00 y las 17:00. Nos gustó particularmente el set del dúo Kantarik el viernes, por su capacidad de construir una atmósfera llena de groove y dejar con ganas al público del Field Stage de escuchar a Chelina Manuhutu. Las dos horas de la holandesa estuvieron cargadas de ritmo y energía, y la pista fue llenándose a lo largo de su set, en parte también por la expectación ante los artistas de gran renombre que fueron a continuación: nada más y nada menos que Cloonee, GORDO, quien estuvo a cargo del cierre del Field Stage, y el español Wade

Este no fue nuestro único representante nacional: Arodes ofreció al mismo tiempo un B2B de cuatro horas con Mahmut Orhan en un abarrotado Arena Stage. Sin duda, uno de los momentos más destacados del festival. El set no solo fue el más largo del evento, sino también una propuesta singular para los amantes de los sonidos melódicos y profundos, matizados con el toque oriental propio del DJ y productor turco. Ambos artistas ya venían colaborando en citas recientes como Tulum y Estambul, y su química en cabina se hizo notar.

El cierre del primer día del festival en el Arena Stage corrió a cargo de Adriatique. Los suizos regresaron al país y a la ciudad que vio su proyecto conjunto nacer. Lo hicieron con un set de dos horas que comenzó con la contundencia del techno melódico que les ha definido en los últimos años, y hacia el final fue derivando a un sonido más emotivo y conmovedor, en la línea de sus lanzamientos más recientes. Finalmente, pusieron el broche de oro al viernes con su éxito ‘Home’; nada mejor para celebrar que el dúo estaba de vuelta en casa.

Los grandes protagonistas del sábado

Y tras una gran primera mitad de festival, llegó el sábado. Un día aún más caluroso que el anterior —aunque ello no impidió colgar el cartel de sold out—. Los primeros headliners del día fueron Calussa en el Field Stage, y Samm & Ajna en el Arena Stage. Este dúo belga, que viene pisando fuerte con su sello Magnifik, desplegó su característico sonido: un afro house profundo, salpicado de sintetizadores y matices melódicos. Sin duda, uno de nuestros sets favoritos de todo el festival. 

Los siguientes artistas del Field Stage fueron la leyenda del tech house y el techno, Loco Dice, seguido de la británica Fleur Shore y el cierre del italiano Andrea Oliva.

Mientras tanto, en el Arena Stage asistimos al set de BLOND:ISH. La canadiense se movió por diferentes vertientes del house en una sesión muy divertida que cerró con la colaboración de su último álbum junto a Black Circle, la eufórica ‘Higher’. No obstante, el inicio de dicho set estuvo marcado por una breve interrupción a causa de un problema técnico con uno de los CDJs. Uno de los pocos fallos destacables del evento.

Tras ello, llegó la hora del que seguramente fue el artista que más expectación generó en todo el festival: Argy. El griego se hizo notar con su poderosa presencia en cabina y su techno melódico característico en una hora y media de set que se hizo corta y en un escenario completamente lleno. También aprovechó para presentar su último lanzamiento, ‘WIND’, con el que comenzó su actuación.

El encargado de tomarle el relevo y así cerrar el festival fue Vintage Culture. Conocido por su versatilidad y la singularidad que imprime a cada uno de sus sets, el brasileño apostó esta vez por un sonido contundente, oscilando entre los 125 y 130 BPMs aproximadamente, y mezclando tech house y techno con numerosos tracks y remixes aún no lanzados oficialmente, además de su ya archiconocido remix de ‘Lost’ de Frank Ocean junto a su compatriota Gabss.

Un festival de referencia en Suiza

En cuanto al ambiente, Terrazzza logró reunir a un público mayoritariamente suizo —si bien también existía una cierta porción del público de procedencia extranjera—, de edad y estilo muy variados, dada la presencia tanto de artistas underground —quizá no tan conocidos para el público joven que comienza a introducirse en la música electrónica— como de artistas más mainstream, consiguiendo un buen equilibrio.

También destacar que el festival contó con la colaboración oficial junto al influencer y amante de la música electrónica Luca Dea como parte de su estrategia de promoción en redes sociales.

En definitiva, el Horse Park Festival se postula como una excelente opción para quienes recorren Europa en busca de buena música electrónica durante el verano. Un cartel potente, una organización eficaz y una producción más que notable: todo lo que un buen festival debe ofrecer.

Gabriel Jaime González
DJ, viajero y recién graduado, pero sobre todo amante de la música electrónica :)