La vertiente más oscura de Oliver Heldens vuelve a Barcelona para demostrar lo mucho que tiene que decir en la escena underground

Ha pasado menos de medio año para que Oliver Heldens ya haya querido volver a la capital catalana de la mano de Nitsa después de su última noche de éxito el pasado agosto. Y es que no es para menos; Nitsa Club se ha ganado a pulso ser una de las firmes candidatas a mejor fiesta no sólo por su emblemática ubicación y su buen ojo a la hora de fichar a artistas, si no también por el mismo público que cada viernes y sábado apuesta por la famosa sala del Paralelo. No nos queríamos perder esta noche ya que la ocasión lo merecía: Barcelona tenia la primicia de contar con la primera fiesta de inauguración del nuevo sello del holandés ‘HILOMATIK’.

HI-LO y Layton Giordani lanzan ‘Rabbit Hole’, un single melódico teñido de techno

Eran las primeras horas de la noche y decidimos aventurarnos a recorrer los pasillos del teatro condal para encontrarnos con la sala hermana de Nitsa, donde Marc Piñol puso banda sonora a los primeros fieles que ya se acumulaban en Astin. Bailando a ritmos clásicos y house con tintes oscuros, pudimos dar con la mejor forma para empezar a calentar cuerpo y oídos.

Era turno de subir las escaleras rojas que nos llevarían a la sala principal. Un sonido mucho más travieso se empezó a sentir recorriendo la gran amplitud de la planta superior; Nico estaba a los mandos de la cabina para dar la bienvenida a los asistentes. Desde una selección de house e indie dance más melódicos y animados en los primeros minutos, le siguieron géneros más industriales con espacio hasta para algo de hard trance clásico de los 90. El DJ residente acabó su estupenda tarea cerrando con el remix de Âme al ‘Phuture Bound’ y dejar la pista con ganas de más para el cabeza de cartel de la noche.

Unos momentos de silencio y las visuales del de Róterdam se hicieron presentes para empezar su set con una intro de ‘Kronos‘ que hizo saltar hasta el último de la sala. Seguidamente, el set se hizo muy ameno con muchos de los temas del repertorio propio del DJ con tracks como Wanna Go Bang, Hypnos o Pura Vida; este último, precisamente, se lanzaba ese mismo día por HILOMATIK siendo el estreno y punto de partida del sello.

Pero esto no es todo, y es que la noche nos daría mucho más de sí puesto que en los carteles de fuera del club ya pudimos ver anunciado que HI-LO iba a deleitarnos con 3 horas de set (sí, habéis leído bien). Esto hizo que todo tomara una progresión mucho más orgánica para que Oliver pudiera presentarnos otros tracks con mucha influencia Acid Techno así como los de otros artistas con los que ya ha colaborado anteriormente; ‘Believe‘ de Eli Brown, el ya mítico The Age Of Love‘ de Charlotte de Witte, su reversión no oficial a Rebūke o incluso uno de los highlights de la noche con Consciousness’ de Anyma fueron, entre muchas otras, las que hicieron las delicias del público y tornaron el resto del set de un aura mucho más interesante y satisfactoria para los allí presentes.

Desarrollar una sesión con mucho más metraje de lo normal suele dar mejores resultados y esta vez no fue una excepción. Un casi infinito número de subgéneros de techno, IDs muy prometedoras, sumado a mashups editados por el holandés (como su sorprendente ‘Balearic Mornings‘ junto a la vocal del ‘Don’t Stop The Music‘ de Rihanna) marcaron la noche como una sensacional experiencia.

El mismo hecho de poder escuchar extensamente a HI-LO, nos permitió tener momentos también para ir visitando la sala vecina donde la headliner Dr Rubinstein nos sorprendió con un cambio de paradigma mucho más atractivo de lo esperado. Con el sonido acid como marca de la casa, la berlinesa puso a surcar la aguja por sus vinilos con sonidos más apretados, breakbeat y techno de la mano en una constante con BPMs más elevados de lo que veníamos acostumbrados. Un llenazo en Astin a esas horas que compartió su espacio también con DJ Tool, otra de las figuras que realizó su set en formato vinilo a golpe de compases acelerados, sonidos modulares y una interesante selección musical con el que pudo mover a la sala como si del mismo headliner se tratase.

Nos acabamos despidiendo con un cierre más extenso aún en la sala principal y es que HI-LO  no decidió parar motores hasta pasadas las 6:20 de la madrugada. Un buen índice de lo que significó la noche tanto para él como para el público que aún pedía una más. Un grato final para la que esperamos no sea la última visita del DJ en cualquiera de sus formas.

¿Quieres saber qué más se cuece en Nitsa Club para este mes de febrero? Podéis consultar en detalle la programación AQUÍ.