El 2022 arranca con dos grandes noticias en la capital: la celebración de la entrada de un nuevo año bailando y el regreso de elrow a Fabrik

Desde hace unos meses el público madrileño no ha parado de pedirlo y por fin podemos decir que sus deseos se han hecho realidad. Casi dos años después, la espectacular fiesta de los Arnau aterrizaba en Fabrik el día 1 de enero con un cargamento de confeti, disfraces, decoración y muchas ganas de hacernos vivir una noche de esas que no se olvidan.

Con la Main completamente transformada en un “Bowsque Encantado” y prácticamente a reventar pese a ser aun las 21:00h, la residente de elrow Viviana Casanova se encargó de calentar la pista antes de la llegada de uno de los pesos pesados de la noche: el legendario Fatboy Slim.

Wololo Sound entrevista a Viviana Casanova

El británico llegó con fuerza y no tardó en desatar la locura entre los allí presentes, arrancando el set a ritmo de Queen y su mítico ‘Don’t Stop Me Now‘ que, tras tener a toda la sala entonando a cappella, dió la bienvenida a los primeros bombos de su set. Acto seguido llegó un clásico del DJ de Brighton como es su ‘Eat, Sleep, Rave, Repeat‘, que ya dejó clara su intención: tener a Madrid cantando y bailando a base de divertidas mezclas de hits que todos conocemos encarrilados por ritmos que hacen menear el esqueleto.

Créditos: Fabrik Madrid

Habiendo tachado de nuestra lista de quehaceres al headliner de la noche, aprovechamos para hacer la primera escapada al Hangar, donde KiNK finalizaba un explosivo live con ritmos rápidos y bastante contundentes. El búlgaro disfrutaba de lo lindo y esa energía era imposible no trasladarla a la pista de baile, que respondió sudando la gota gorda pese a ni si quiera estar en el ecuador de la velada.

Tomando el relevo, llegaba el turno de Kölsch. Tocaba bajar revoluciones y dar paso a los sonidos más melódicos, tan característicos del danés, en un set que hizo las delicias de los asistentes y en el que no faltaron temas como su famoso remix al ‘Countach’ de Butch o el archiconocido ‘Loreley’. Sin duda alguna, podemos decir que Kölsch se siente como en casa en la capital española.

Acto seguido tocó ver otro contundente live. El protagonista de éste ya se dejó ver tras la cabina enchufando sintetizadores y quitando el polvo a sus drum machines. Se trata del mismísimo Reinier Zonneveld, que aprovechó la elegancia de su antecesor para buscar el contraste con su característica oscuridad. Su directo nos dejó momentos de hipnosis en la pista de baile, con transiciones que nos llevaban en volandas entre lo acid y lo industrial –marca de la casa–.

Tras disfrutar de estos tres artistazos, debíamos comprobar que todo seguía sobre ruedas en la sala principal… Y vaya que si seguía. La Main Room estaba a rebosar, y es que durante nuestra ausencia Patrick Topping se encargó de convencer a todo aquel que entró del “parkineo” después de nosotros que se podían quedar a bailar con él. Arrancando con un tanto menos de intensidad de la que muchos esperan de él, el inglés no tardo en subir los BPM para entregar su faceta más reconocible y efectiva. Tal fue el resultado, que a Ilario Alicante, su sustituto en cabina, le bastó enchufar su USB y darle al play al primer tema para tener a sus pies una pista de baile bañada en confeti.

Créditos: Fabrik Madrid

Andrés Campo fue el encargado de poner el broche de oro en el Hangar (la sala cerró una hora antes que el resto para preparar la sesión matinal que tendría lugar después). De nuevo, pudimos comprobar que es, sin duda, uno de los artistas más queridos y más en forma del panorama nacional. Y no es de extrañar.

El DJ oscense nos ofreció un set divertido, dinámico y muy versátil, en el que pudimos escuchar desde el ‘We Are Your Friends‘ de Justice al ‘La Rock 01’ de Vitalic. Como ya suele ser habitual en sus sesiones, también nos regaló numerosos guiños al pasado, con clásicos como ‘Storm‘, ‘The House of House’ o ‘Tanz-U-Tanz’, un auténtico rompepistas de los 90 que puso el Hangar patas arriba con las luces ya encendidas.

Para finalizar la noche, nos decantamos por la Satélite, donde Andrea Oliva se enfrentaba al tramo final de su maratoniano set de 10 horas, en las que también estuvo acompañado por momentos por algunos artistas del cartel como Kölsch, Andrés Campo o Nuke, sorprendiendo al público con B2B improvisados.

Como no podía ser de otra manera, el suizo puso toda la carne en el asador para su recta final, en la que no faltaron clásicos como ‘The Bells de Jeff Mills o ‘Bloody Cash’ de Marco Carola y, regalándonos un cierre de lo más emotivo a ritmo de ‘Time’, el tema de Tale of Us, Pete Tong y Jules Buckley estrenado el pasado mes de octubre. Un momento de lo más especial que quedará en la memoria de todos los que estábamos allí.

No se nos ocurre una mejor forma de haber empezado el año que con una noche que nos deja con ganas de más y pensando en la próxima visita de elrow a la capital. ¡Solo pedimos que esta vez no tengamos que esperar tanto tiempo!

Créditos: Fabrik Madrid
Cris Pascual
Escucho música desde que tengo uso de razón y me lo bailo (casi) todo. En ocasiones veo BPMs.