Pasaban los días y lo que parecía aún muy lejos, se hacía realidad; efectivamente, volvía Code Summer Festival tras un año de espera. Sabemos que Fabrik es la discoteca de referencia en la península, algo que demuestran semana tras semana trayendo un nuevo concepto o un nuevo festival a la sala situada en Humanes de Madrid.
Tras el éxito de Nexus y el aniversario de Fabrik hace apenas unas semanas, los amantes del techno nos preguntábamos como iría la segunda edición de Code Summer Festival. Algo que sí, aunque parezca raro, este evento tan solo lleva dos ediciones, aun así eso no le ha eximido de postularse sin ningún tipo de duda como el mayor evento de techno de la capital y porque no empezar a abrir el melón de que posiblemente sea el mayor evento de techno en el país.

Fabrik no entiende de medias tintas. Lo volvió a demostrar el pasado sábado 12 de julio, con una edición de CODE Summer Festival que pasará directamente al archivo de los días grandes: 24 horas seguidas de techno, desde el mediodía hasta el amanecer del domingo, con una entrega total por parte del público… y del propio equipo. Si bien es cierto que en eventos de estas magnitudes es difícil superarse, después del line-up del año pasado, CODE supo reinventarse, regresar a sus raíces y ofrecer un evento que podemos decir con seguridad que fue mejor que el anterior en general.

Rods fué el encargado de encender la mecha a las 12 del mediodía, y también de apagarla justo 24 horas después, cerrando el matinal más cañero con la misma energía con la que la había arrancado. Un símbolo perfecto de lo que representa CODE: continuidad, compromiso y respeto por la música.
Desde primera hora, la afluencia fue sorprendentemente masiva. Nada más abrir las puertas, el Open Air de Fabrik estaba con más gente de lo habitual, como si llevaran esperando este momento desde semanas antes. Y lo cierto es que, para muchos, así fue. No solo era la última fiesta de la temporada, sino también un ritual colectivo antes del parón veraniego.
Uno de los momentos estrella de la jornada llegó a la hora de comer: la ya clásica paella gratuita, que como siempre la firmaban Los Arroces de Miguelito. Las colas se alargaron durante horas, pero pocos se quejaban. En CODE, hasta comer se convierte en parte de la experiencia, y más si la paella te la está cocinando el mismísimo Ramiro López, aka Chef López. La combinación de arte culinario con el arte de mezclar fue una de las partes más destacables sin ninguna duda.

También pudimos ver a Nuke, que no solo pinchó tras el DJ manchego con un gran set que marcó un excelente inicio del tardeo, sino que además echó una mano a Ramiro con los fuegos. A continuación, llegó uno de los momentos más infravalorados del festival: The Advent y Sterac, dos leyendas, que ofrecieron una lección de techno old school cargada de clásicos de los 90.
Una vez más, Fabrik se volvió a convertir en un parque de atracciones donde pudimos disfrutar de muchos aspectos que sin duda dieron un boost al festival. 6 salas con música simultánea, stands de merchandising y comida, hinchables como una tabla de surf flotante o un futbolín humano, diferentes performances llevadas a cabo por actores, una increíble producción y por supuesto, ritmos a raudales.

Y hablando de musicón, hay que mencionar el cambio que realizó el equipo de CODE respecto al año pasado; donde tal y como hemos mencionado antes, volvió a sus raíces y apostó fuertemente por un techno que copó la gran mayoría de las salas y que sin duda fue lo más destacado de la noche. Donde se pudieron escuchar desde sets más grooveros, hasta otros más melódicos o hipnóticos, por lo que la variedad fue total.
Un stage que representó al 100% esta variedad y que en nuestra opinión, se llevó el protagonismo del festival fue el Open Air, donde además de lo anteriormente mencionado, se pudo escuchar algunos de los mejores DJs nacionales tales como Cristian Varela, Regal o DJ Pepo, quien sería el encargado del cierre, tal y como el público esperaba.
También se pudieron escuchar otros muy buenos sets como el de future.666 quien demostró una vez más por qué es tan valorado en la escena, y el live de Stef Mendesidis, sin duda una de las actuaciones más memorables del festival, donde se pudo escuchar una gran fusión entre las texturas y los sonidos hipnóticos con las percusiones y kicks del hardgroove old school.

Tampoco podíamos olvidarnos del Hangar, una sala que se tiñó de los ritmos más hipnóticos de la escena y donde se disfrutó de un curated by Óscar Mulero. El artista madrileño realizó un excelente set doble y fue el encargado de seleccionar a los artistas que lo acompañarían en el line-up. Sin duda, tenemos que destacar el live de Sandwell District, quienes ofrecieron una auténtica demostración de cómo construir un set desde cero.
También merece mención especial la gran producción que tuvo lugar en el Hangar, con unas visuales impresionantes a cargo de Efren Mur, que acompañaron a la perfección la música, junto con un muy buen equilibrio en el juego de luces, algo que en ocasiones tiende a pecar de excesivo y molesto en esta sala.

Otras salas donde la calidad de las mezclas no faltó en ningún momento fueron la Main Room y la Satélite. Aunque en algunos tramos se vieron algo vacías, ambas derrocharon calidad y elegancia de principio a fin. Prácticamente, todos los sets que se ofrecieron fueron destacables, pero si tuviéramos que quedarnos con algunos, serían los de Marrøn en la Satélite y Chlar y Dax J en la Main Room. Mucha clase la de estos tres maestros, que siguen demostrando, show tras show, porque encabezan los mejores festivales de techno del mundo.
No podíamos irnos sin hablar del hard techno, estilo que a pesar de que tuviera menos stages respecto al año pasado, contó con los mismos adeptos o incluso más, dejando el Área 19 y la New Crystal (teñida la mayor parte de la noche de schranz) llenas en todo momento.
Área 19 fue una de las salas mejor seleccionadas en función del público que se esperaba para esos sets. Un acierto en cuanto a planificación, aunque también reflejo de una tendencia cada vez más clara en la escena hard techno: estamos viendo cómo el estilo vira progresivamente hacia lo más hard, dejando atrás parte del carácter techno que lo definía en sus orígenes. Aun así, esto no ha frenado el crecimiento del público, que sigue llenando estas pistas.

Dentro de esta sala, uno de los momentos más destacados fue, sin duda, el set de SNTS. Oscuro, industrial y envolvente, su actuación se impuso como una de las más memorables de la jornada. Con un control absoluto de la pista, ofreció un viaje sonoro intenso, reafirmando por qué está considerado uno de los grandes de la escena. No obstante, no todo fue perfecto: el sonido dejó que desear en algunas zonas, especialmente en los laterales y el fondo, y a la 1:00 se apagó el aire acondicionado en la zona central, lo que dificultó la experiencia para parte del público. Aun así, se notó una mejora respecto a ediciones anteriores.
Uno de los grandes aciertos de la noche fue volver a comprobar cómo la New Crystal ha ganado tras su reforma. El sistema de sonido, más pulido y potente que nunca, permitió disfrutar al máximo sets como el 4 decks de Fernanda Martins y Lukas, que pusieron la pista a vibrar con un schranz acelerado y agresivo. Además, fue un gran acierto dejar espacio detrás de la cabina, ya que generó un ambiente más envolvente e inmersivo, donde la música se sentía desde todos los ángulos. Se respiraba una conexión total entre el público que hacía casi imposible querer salir de allí.

Y esto fue lo que nos deparó CODE SUMMER FESTIVAL. A grandes rasgos, creemos que fue un festival mejor que el del año pasado; se supieron corregir los errores cometidos en la edición pasada y, salvo algún fallo puntual, la mayoría del evento estuvo a un nivel sobresaliente.
Es cierto que se notó una menor afluencia de público, pero eso permitió una experiencia mucho más reconfortante, donde se pudo disfrutar mejor de las actuaciones gracias al mayor espacio disponible, algo que, sin duda, se agradece en pleno verano.
Pero bueno, ahora ya tenemos la vista puesta en el próximo 13 de septiembre, fecha de CODE 166, donde podremos disfrutar de artistas como Indira Paganotto, Luke Slater o Yanamaste, entre otros. Así que no olvidéis estar atentos a las redes de Wololo Sound para enteraros de todas las novedades al día.