Sumergidos en la vorágine de la temporada ibicenca seguimos avanzando a pasos agigantados en la programación semanal de Circoloco. Nos volvemos a pasear por la mítica y mística DC-10 a escasos días de la celebración del XV aniversario de la icónica fiesta, que esta temporada ha desplegado todos los cartuchos en lo que a contratación se refiere.

El espectacular despliegue de Circoloco en lo que a artistas de renombre se refiere en mezcolanza con otros poco habituales, unido a su apuesta por nuevos talentos y DJs residentes y sumado a la puesta en escena del Garden y el espectacular sonido de la Main Room y Terrace no dejan de sorprendernos, y están haciendo de esta temporada su más espectacular y vistosa hasta la fecha. La primera de las salas nombradas contó con la presencia de 3 artistas: el italiano Sossa, cuyo empeño y consistencia (empezó a producir a los 5 años) lo han convertido en un habitual en Circoloco , seleccionó los primeros ritmos de la tarde, seguido del dublinés Krystal Klear, uno de los poco frecuentes de ver por el recinto, quien mediante su selección musical nos hizo vivir una inesperada travesía a costa temas de r&b, house y garage.

Para cerrar una parte de la discoteca que más adelante en la noche siempre le hace honor a su nombre, siendo lugar de descanso cuando las fuerzas flaquean, tuvimos a un artista que tal vez ya os suene: Black Coffee. El más que consagrado DJ y productor se subía a una tarima en la que rara vez se le ve para convencer pero no sorprender. Su set ralentizó el ritmo pautado previamente por Krystal Klear y nos hizo volver a mover la cabeza pausadamente en sintonía con la brisa nocturna y beats de house bastante pausados. El sudafricano estuvo correcto, pero no encandiló ni inventó la pólvora. Sus tracks más celebrados, como de costumbre, fueron los más clásicos del sonido afro, infiltrados entre otras canciones poco novedosas. El esfuerzo fue suficiente para sus fanáticos, quienes lo despidieron con una sonora ovación.

Fotografía de Mario Pinta

El ritmo pautado fue diferente en las otras 2 estancias, que se dividieron por estilos bastante marcados. En la sala principal el tech house de Chloé Caillet se llevó, bajo nuestro punto de vista, la medalla de oro, seguido de cerca por la incomparable energía de la rubia de moda, BLOND:ISH, que disparó un chorro de los temas más reproducidos en las listas globales, con especial énfasis en aquellos con vocales. 3 de los residentes, JNJS, Francesco del Garda y Rony Seikaly fueron los encargados de completar el roster.

En la terraza, nuestra sala más frecuentada en la jornada, hemos de destacar a la principal estrella de la noche, Peggy Gou, quien decidió ser fiel a sus orígenes mediante un efervescente set de puro house y groove que acaeció desde el minuto 0 hasta el 90, a excepción de, como no podía ser de otra manera, sus mayores éxitos, los cuales han sido parcialmente culpables de catapultar a la artista hacia el pedestal en el que a día de hoy se encuentra. Fue algo único de ver a manos de la surcoreana, a quien habitualmente vemos decantarse por sets más comerciales. Tras ella, Honey Dijon y Dixon, respectivamente, mantuvieron el hilo musical por las nubes con tracks rítmicos y pegajosamente bailables, que crearon, como suele ser habitual en este espacio tiempo entre fiesta y sala, una atmósfera de puro baile y alegría difícil de transmitir en la tinta.

Queda poco para vivir el aniversario de una fiesta que nos ha dado muy buenos momentos esta temporada, y te adelantamos que nosotros no nos lo vamos a perder.

Fotografía de Mario Pinta