El DJ y productor oscense regresó a Industrial Copera brindándonos un set con ritmos grooves y bakala junto con Álvaro Sánchez y S.O.K.A.R. en El Jardín

El pasado 15 de marzo, la emblemática sala granadina Industrial Copera abría sus puertas para recibir el esperado regreso de Andres Campo a la ciudad. Una cita siempre aguardada por los seguidores, y más cuando se presenta con un extended set a manos del artista oscense.

La fiesta dio comienzo con Álvaro Sánchez protagonizando un warm up que animó el ambiente desde los primeros minutos. El artista se encargó de escoger una selección de tracks y beats con ritmos trepidantes, logrando una sala llena y un público disfrutando con ganas cada transición. Con ello, consiguió preparar y hacer un calentamiento triunfante de lo que venía a continuación: 4 horas de puro Andres Campo. Y así fue, con el reloj marcando las 3 de la madrugada, entraba en escena el DJ oscense arrancando el esperado set de la noche. 


Las primeras mezclas, cargadas de ritmo, fueron suficientes para desatar la euforia entre los clubbers, pues ovacionaban cada drop sin parar de bailar. Andres sabía cómo ganarse a su público esta noche y sin duda era mantenerlo en un constante subidón, alternando entre momentos más vivaces con ritmos groove y otros más melódicos, pero siempre con un objetivo claro: mantener el ritmo imparable. A todo esto, se le unían dos detalles que tuvieron como resultado un extended set impecable a lo largo de la noche, las luces y el sonido, pues la fusión de ambos desembocaba en una sensación casi hipnótica. 

Bilbao se rinde al sonido bakala de Andrés Campo

Transformando cada visita, en esta ocasión el artista quiso dar un giro en la distribución de la sala. Y aunque en todos los anteriores eventos pudimos verlo en lo alto del escenario, para esta cita anual se apostó por una perspectiva 360º donde el artista se situó en medio de la sala para alrededor del mismo congregar a todos los asistentes. Esta disposición redefinió la interacción entre DJ y público, acrecentando el carisma natural del artista. Su cercanía le permitía regalar sonrisas cómplices, hacer pequeños gestos y disfrutar de interacciones espontáneas, convirtiendo la pista de baile en un lugar de complicidad mutua. Esta conexión hizo que cada canción se viviera de manera más intensa y personal.

En su repertorio no faltaron himnos atemporales como ‘Kernkraft 400’ de Zombie Nation o ‘The End’ de The Doors. Además, no podían faltar en esta cita remixes tan característicos y de producción propia por el artista como ‘Los Perros’ o ‘Ringui Dingui’, que han conquistado incontables pistas de baile. 


Con la última hora del extended set, Andres Campo desató su lado más bakala, dejando ver destellos de su faceta como DJ Kuki. Esto dio lugar a unos bombos acelerados y bailes frenéticos, llevando la pista al máximo y cerrando la noche con una dosis extra de intensidad. Fue un final épico que dejó al público pidiendo más, y aunque esta vez solo tuvimos un adelanto de su esencia más bakala, esperamos que en su próxima visita podamos disfrutarlo como DJ Kuki en todo su esplendor durante toda la noche.

La velada estuvo dominada por sets largos, lo que confirió a los artistas la oportunidad de explorar sus sonidos a fondo. Mientras que en la sala principal Andrés y Álvaro desplegaban su energía arrolladora, en el jardín, S.O.K.A.R. se adueñaba de la cabina con un All Night Long que no dejó a nadie indiferente. Una sesión que llevó a los presentes a una variedad de ritmos, permitiéndoles disfrutar de la riqueza musical del artista granadino. 

Llegada la noche a su fin, una vez más se demostró, por un lado, cómo el talento nacional brilló con luz propia en la sala Industrial Copera y, por otro lado, por qué Andres Campo es un referente en la escena. Una noche de música sin concesiones con un público entregado por completo. Momentos así reafirman por qué la música electrónica sigue siendo una fuerza imparable que une a quienes la viven con pasión.