La emblemática fiesta creada por Nuke y César Almena nos deja una frenética noche y un ambiente espectacular en su 18 cumpleaños
Mucha gente esperaba que llegase este momento. Mucha gente miraba hacia atrás con añoranza los buenos momentos, en los que los eventos se sucedían uno tras otro y cada semana había algún sitio en el que bailar. Parece que hemos vuelto y CODE ha podido celebrar su 18 cumpleaños como bien lo merecía. El pasado sábado 13 de noviembre volvíamos a Fabrik para disfrutar de uno de sus eventos más clave: el aniversario de CODE, no siendo un aniversario cualquiera si no el 18 cumpleaños y el primer aniversario después de la pandemia, una combinación que se vio reflejada en el público durante toda la noche. Nosotros llegamos bien temprano al recinto y en esta crónica os venimos a contar nuestras impresiones.
Antes de empezar a comentar la noche hemos de decir que se ha tratado de una CODE con cierto revuelo y polémica: precios altos, tardanza a la hora de subir el cartel, artistas poco conocidos, etc. Fabrik ponía a disposición sus cinco salas para bailar de forma ininterrumpida de 17:00 a 07:00. Así no lo pasamos:
Durante los momentos previos al evento se respiraba muy buen ambiente en el parking, comenzando a ver a los primeros asistentes ocupar su puesto durante los sets de Parsa Jafari, César Almena o Miss Monique , una de las DJ con más futuro de la industria y con la cual tuvimos la oportunidad de charlar un rato después de su set en la Main Room. También pudimos ver como la apuesta por el melodic techno con Mainterm abriendo el Hangar salió perfecta, con muy buena acogida por parte del público, que pudo disfrutar también de toques más ácidos por parte del madrileño y demostrando que CODE ha acertado al apostar por esta tendencia. Nuke fue el encargado de abrir la Satélite y Gatnau la Area Club, ambos con fieles asistentes realizando sus primeros pasos de baile.
Tras varios paseos cogimos nuestro sitio para ver a KAS:ST, uno de los nombres más destacados del cartel. ¿Esperabais dulces melodías y bombos flojos? Pues nos encontramos todo lo contrario, el dúo francés comenzó a repartir una buena dosis de techno melódico contundente, no bajando de los 128 BPMs durante su set de hora y media, siendo un comienzo de noche perfecto para muchos. Un set de lo más especial que se cerró con uno de sus temas más icónicos: ‘Hell On Earth’. Tras ellos, apareció el primer b2b de la noche: el veterano Dubfire con el ecléctico Flug, quienes nos ofrecieron un calentamiento perfecto para Modeselektor, mostrando mucha sinergia en cabina a ritmo de un techno muy dinámico.
A su misma vez, iban apareciendo destacados nombres por las diferentes salas. La contundencia de O.B.I. mantuvo a la Area Club llena desde las 22:30 que empezó su set, demostrando porque es uno de los nombres más valorados del hard-techno. Los nacionales Coyu y Joton mostraron sus respectivas armas en la Hangar y Satélite, ambas con muy buena afluencia de público. El catalán, boss de Suara, deleitó al público con una dosis de techno rápido y dinámico protagonizado por la corriente clásica que tanto le caracteriza mientras que el procedente de León encandiló al público con un bombo más martilleante mezclado con melodías lineales y mentales, jugando con el bombo a 3/4 en ciertos momentos como hizo en su cierre.
Con la anoche avanzada comenzamos a ver la predilección del público por las diferentes salas, siendo Hangar y Main Room las más solicitadas. Esta última fue testigo del setazo del clásico dúo berlinés Modeselektor, que repartió zapatilla de una forma muy ecléctica, mostrando diferentes sub-géneros, atrevidas transiciones, ritmos fuera de lo común, etc. callando la boca a quien criticó su confirmación. El experimentado dúo le dio el relevo a otra de las piezas más consagradas de la escena, el inglés Ben Sims volvía a ponerse al control de la sala principal de Fabrik a ritmo de un techno muy bailable con un aura lineal que no se hace nada pesada debido al poderío que tiene el británico a los platos, sin duda una de las actuaciones más destacadas de la noche aunque, tuvo que parar la música en un momento de su actuación debido a varias peleas que estaban teniendo lugar en la pista, nota negativa para el público en ese momento.
Mientras esto se vivía en la sala principal, la ucraniana Daria Kolosova se dedicó a partir la sala Hangar con uno de los sets más actrativos de la noche, mezclando un techno muy revolucionado que presentaba diferentes melodías y percusiones enérgicas además de frecuentar sus transiciones con ritmos rotos o electro. Tras ella, le tocó el turno a T78 frente a un Hangar hasta arriba, mostrando un set con el bombo como principal protagonista al igual que las melodías que nos recuerdan a la faceta mainstream de la electrónica, realizando un set que el publicó de Fabrik disfrutó desde el comienzo.
La satélite a partir de las 01:00 fue una velada compuesta de b2b interesantes, tanto de artistas nacionales e internacionales, con los ritmos mentales e hipnóticos como protagonistas de la mano de Reeko y Tensal, Psyk y Kwartz y Ø [Phase] y Matrixxman. Una noche en la que reinó el techno puro y sólido, estando alternada en algunos momentos por la aparición del offbeat. Hemos de decir que estuvimos muy cómodos en esta sala, no habiendo agobio en ningún momento de la fiesta. La única pega que podemos poner es que nos hubiese gustado ver más contundencia durante el transcurso de la noche. Se presentó una línea contundente y sólida durante el transcurso de los sets, estando muy a la par en niveles de BPM pero con diferentes enfoques, con la demostración de la experiencia y el criterio musical por bandera.
Una vez se iban acercando las 4 de la mañana, en el ambiente se respiraba ya tensión porque Charlotte de Witte podía aparecer de un momento a otro. Mientras que nosotros disfrutábamos de una amistosa charla con Yeyo (DJ residente de la mítica 150) y la canaria Indira Paganotto, una de las promesas españolas más brillantes y que el 26 de este mes debutará en KNTXT, sello de Charlotte, con su EP Himalaya, Charlotte se preparaba en su camerino antes de dar al público lo que estaban esperando durante toda la noche, dos horas de la DJ alternativa número uno del mundo.
Tuvimos la oportunidad de saludarla antes de que emprendiera su camino a la cabina de la sala principal de Fabrik, y parece que le dimos suerte porque después de una maratón y venir del sur de España por la tarde hasta la capital y pinchar a altas horas de la madrugada, realizó un set acorde a las expectativas. Con la contundencia que le caracteriza pero también el flow que muestra en cabina la grandísima DJ belga, deleitó a una Main Room a rebosar tanto en la pista central como en las alas laterales. Un ambiente inmejorable para fusionarse con los potentes bombos que procedían de los altavoces de toda la sala.
Una vez Charlotte finalizó su set, tuvieron que esperar a sacarla de cabina ya que había muchos asistentes agolpados en el camino desde la puerta de salida de cabina hasta la entrada de camerino intentando entablar unas palabras o conseguir una foto o autógrafo por parte de Charlotte. Pero la música no paró ahí, ya que Nuke b2b César Almena, los padres de esta maravilla llamada CODE, pusieron el broche final a la noche con un set para los más fieles que siempre se quedan hasta el último minuto en la sala madrileña.
Otra artista que dio mucho que hablar fue Anehta, en este caso en su actuación del Hangar. Mientras que la belga se hacía cargo de los mandos de la Main, la parisina jefa del sello Mama Told Ya sobresalió durante hora y media e hizo que aquellos que apostaron por ella en vez de acudir a ver al gran reclamo de la noche, no se arrepintieran ni un mísero segundo. Con la elegancia y los sonidos experimentales que le caracterizan, Anetha supo conectar con un Hangar con gran aforo pero en el que se podía estar sin agobios, los ingredientes perfectos para disfrutar de la mejor manera del set de la francesa
Bravo por la francesa, otra de las mujeres que va a coger más nombre en los próximos años y de la cual pudimos ver de cerca conquistar la noche madrileña. Tras ella le tocó el turno al dúo holandés Noneoftheabove para dar la puntilla con mucha contundencia y con un cierre a más de 150 BPms a la sala favorita para muchos aquella noche debido a la variedad de artistas que se mueven en registros diferentes, la progresión tan acertada que se elaboró en los horarios y sobre todo la entrega de los DJs a un público que celebró el cumpleaños de CODE de manera inmejorable.
Una noche para el recuerdo sin tanto aforo como en las fiestas de Halloween o en la anterior CODE, algo que se agradeció muchísimo. La sala principal y Hangar mostraron un sonido impecable mientras que, en nuestra opinión, en algunos lugares de la Club y Satélite el sonido podría mejorar.
Algunos ya pensamos en la próxima CODE 144, con el set especial de Amelie de 4 horas.
¡Nos vemos en las pistas!