Hace unos días abrimos nuestras enciclopedias para hablaros del nacimiento de la música techno en Detroit. Uno de los hechos más importantes para concebir la electrónica como lo hacemos hoy en día tuvo su inmediata continuación en el viejo continente. En 1989, prácticamente toda Europa conocía la música techno y varios promotores se pusieron manos a la obra para exprimir este nuevo estilo, un concepto caracterizado por la libertad y la pasión por el dance. Hubo un evento por encima de todos que llamó la atención de las masas y que estuvo considerado durante décadas como la meca de los amantes de la música electrónica. Cómo no, hablamos de Love Parade.
¿ES LOVE PARADE EL EVENTO MÁS IMPORTANTE DE LA ELECTRÓNICA EN EUROPA?
Love Parade fue un evento alemán originado en 1989 que trataba de unificar el concepto de desfile, festival y manifestación. Sobre el papel, la primera edición fue una manifestación política en favor de la paz y el entendimiento internacional a través de la música, a pocos meses de la caída del muro de Berlín.
A los ojos del resto de Europa, este evento nunca antes visto fue tomado como una excusa para montar una gran fiesta en las calles de Berlín, lo cuál, curiosamente, al contrario de crear rechazo en el resto del continente, generó que rápidamente jóvenes de toda Europa hablaran de este “súper show” como un lugar al que había que ir sí o sí antes de morir. Love Parade se convirtió en pocos meses en el Tomorrowland de la época.
El evento se desarrollaba a mediados de julio y en la década de los noventa tuvo que cambiar de lugar en dos ocasiones debido a la creciente llegada de público de toda Europa, especialmente de Bélgica, Países Bajos y Polonia.
El centro de Berlín comenzaba a quedarse pequeño para los asistentes a un desfile eterno donde la música a bordo de diferentes camiones y autobuses era la única protagonista. Love Parade alcanzó entre 1997 y 2000 su máximo mundial al congregar a más de un millón de fieles en lo que ya conocemos hoy en día como el primer macro festival del mundo.
Estos camiones estaban totalmente caracterizados por los mejores clubes (no solo alemanes) de la época o los artistas y sellos más importantes del momento, convirtiéndose así también en pequeños impulsores del formato showcase que conocemos ahora y que tenemos tan presente en lugares como Ibiza o el Amsterdam Dance Event. De esta manera, los asistentes se repartían entre los que preferían seguir por toda la ciudad al camión de su género o artista favorito y los que dejaban que el propio transcurso del desfile les fuera sorprendiendo musicalmente.
El ambiente libertino fue sin duda el gran denominador común de todas las ediciones de Love Parade, donde una permisiva policía local apenas intercedía en el uso de cabinas o farolas como palcos VIP, el consumo de alcohol en la calle estaba normalizado y los casos de deshidratación, sofocos o caídas estaban a la orden del día.
Estas medidas legales, como es lógico, se fueron endureciendo con el paso de los años. Esto, sumado a los problemas económicos de la organización (recordemos que hablamos en todo momento de un evento gratuito), provocó que el festival no se pudiera celebrar entre 2004 y 2007, para volver por todo lo alto en 2008 en la ciudad de Dortmund.
Durante estos años de parón, la promotora principal desarrolló una serie de eventos de las mismas características en Venezuela y Chile, que sirvieron de continuación al desarrollado con éxito en Argentina en los años 1999 y 2000.
Los géneros más escuchados en Love Parade fueron cambiantes a lo largo de los años. El trance, el techno y el progressive eran tendencia en esa última parte de los años 90 y principio de los años 2000, por lo que no faltaron a esta cita artistas como Paul Van Dyk, DJ Rush, DJ Hell, Westbam, Miss Djax, Chris Liebing, Tiesto o Carl Cox.
DE DESFILE DEL AMOR A TRAGEDIA
En 2010 se celebró en Duisburgo la última edición hasta la fecha de Love Parade tras sufrir en la misma una de las tragedias más sonadas de la historia de la música. Aquel fatídico día se produjo una avalancha en los túneles que culminaban el recorrido marcado por la organización, costándole la vida a 21 personas, entre las que se hallaban la cambrilense Marta Acosta y la tarraconense Clara Zapater, ambas estudiantes españolas de Erasmus en la Universidad de Münster, así como más de 300 heridos.
Como siempre que ocurren estas cosas, hay aún diez años después muchas incógnitas sobre las sobradamente demostradas negligencias de la organización en este evento de 2010. El recinto elegido tenía un aforo total de 300.000 personas, habiendo asistido a la última edición casi un millón.
Para llegar al mismo se planteó una única entrada, un viejo túnel de los años 60 sin salidas de emergencia y apenas 10 metros de ancho. Tan solo 1.200 policías y escasos equipos de emergencia estaban desplazados hasta un evento donde, de media, se atendía a más de 20.000 personas cada año.
Todos estos errores “de bulto” provocaron una catástrofe que aún a día de hoy sigue sin sentencia. Las sesiones de este juicio quedaron interrumpidas a finales del pasado mes de marzo porque uno de los jueces tuvo que ponerse en cuarentena y el fiscal ha aceptado la propuesta del tribunal de aplazarlo hasta nuevo aviso.
¿VOLVERÁ LOVE PARADE?
Hace algo más de un año conocimos diferentes rumores que apuntaban hacia una tercera venida del evento de eventos alemán. Una organización sin ánimo de lucro llamada Rave The Planet tenía en mente recuperar un formato tan característico y conocido como la Love Parade, para la que ya tenían 390.000 euros recaudados.
La idea era que tuviera lugar el 10 de julio de 2021, pero dadas las circunstancias se se ha decidido retrasarla un año y fijar la fecha del 9 de julio de 2022 como día elegido para la primera Rave The Planet Parade. Un evento para el que ya han pedido permiso a las autoridades, la igual que las fechas de los siguientes años.
Si este nuevo evento se desarrolla finalmente y lo hace con todas las medidas de seguridad (tanto ciudadana como sanitaria), estamos seguros de que puede ser el inicio de una gran propuesta para los amantes de la música electrónica en los próximos años. ¡No cabe duda que desde Wololo Sound no le perderemos la pista!