En este nuevo artículo que escribo, me gustaría recordar a una de las discotecas del norte con más historia, la mítica Discoteca Txitxarro. En unos meses llega una fecha que muchos recordarán, ese 10 de Septiembre del 2000. ¿Qué pasó en esta fecha para que después de 20 años siga acordándome?
Amanece en Bilbao; estamos a 9 de Septiembre del 2000. Soy un joven que hace poco que empezó a salir de fiesta con sus amigos. No son más de dos las veces que hemos visitado una discoteca a la que, a pesar de estar bastante alejada de casa (1 hora aproximadamente), merece la pena viajar. Esa discoteca se llama Txitxarro.
Después de comer empieza el ritual. Nos comenzamos a preparar para darlo todo una noche más. Nos pegamos una ducha y nos ponemos la ropa de fiesta que ahora no usaríamos ni locos, pelo engominado y litros de colonia. ¡Preparados!
Nos montamos en el coche y ponemos la música que tanto nos gusta, la música de Txitxarro. Momentos únicos, melodías interminables.
Llegamos al las inmediaciones, el ambiente es perfecto, con los amigos de siempre, multitud de coches con la música puesta, gente bebiendo, hablando, conociéndose, ligando… Al estar ubicada en una localidad cercana a Francia, una buena parte de los asistentes son habla francesa, pero nos entendemos igual.
Se abren las puertas de la sala y todo cambia para nosotros, ya no existe nada más. Comenzamos a disfrutar una vez más de ese ambiente único: las luces, los camareros de siempre que te sorprenden sirviéndote antes de que se lo pidas porque ya te conocen, una selección musical inmejorable. ¡Todo es perfecto!
Pero como todo lo bueno, se acaba terminando. Entramos de noche y salimos de día. Antes de montarnos en el coche echamos la vista atrás, y nos recorrió una sensación de nostalgia mientras mirábamos hacia Discoteca Txitxarro, esa sala que sin saberlo, no volveríamos a ver nunca más.
Hoy es día 10 de Septiembre del 2000. Es aún pronto para las noticias. Veo que están hablando de algo que ha pasado en una discoteca muy conocida. Me siento y trago saliva. NO PUEDE SER.
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Atentado en Discoteca Txitxarro
No me acuerdo muy bien de qué paso entonces, pero muy posiblemente alguna lagrima caería. Y estoy seguro de que ese día no fui el único al que le pasó.
Según las noticias, un artefacto explosivo detonó dentro de la discoteca y la destrozó por completo. Una voz en nombre de ETA daba el aviso a la Cruz Roja avisando que iba a explotar una bomba. Los terroristas secuestraron a un matrimonio encargado de su mantenimiento, amordazándolos y dejándolos abandonados en un bosque cercano. Un palo muy grande para el propietario de la sala, Narciso Korta, más todavía si recordamos que solamente un mes antes, la banda terrorista acabó con la vida de su hermano, José María Korta.
El mundo se nos vino encima, no podíamos creer lo que estaba pasando. Pronto empezaron a sonar los teléfonos, unos llamábamos a otros para saber si alguien conocía más datos sobre lo ocurrido. Pasaron los años, y se empezaban a oír rumores de que Discoteca Txitxarro volvería tan espectacular o más que antes, que el espíritu de cientos de fiestas seguiría intacto. Entonces empezó lo que hoy en día tenemos ante nosotros. TXITXARRO.
Si pasas por esta discoteca, estamos seguros que te enamorará. Lo hizo hace 15 años conmigo y lo sigue haciendo cada fin de semana.
¿Cuántas discotecas conocéis que lleven 38 años haciendo bailar a miles de personas cada fin de semana?
Para terminar os dejamos el enlace al grupo de Facebook “Tributo a Discoteca Txitxarro”, donde podréis disfrutar de las mejores imágenes y videos de esta sala.